Visitas en el hospital después del parto
Durante los días que pases en la Maternidad, descansar y relajarte debería ser una de tus prioridades. Aunque el parto es un proceso normal y no hayas tenido complicaciones, resulta siempre agotador.
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Las visitas tras el parto
El cuidado y la atención exclusiva al recién nacido, así como la excitación por su llegada, tampoco ayudarán a descansar todo lo que a una le apetecería tras el parto. Por ello no debes dejar pasar la oportunidad, mientras dure el ingreso en el hospital, de dormir, relajarte y aceptar la ayuda y el apoyo del personal.
Es totalmente lógico que las madres deseen mostrar a sus bebés a familiares y amigos, y que éstos quieran, a su vez, conocer al pequeño, pero no debes olvidar que el exceso de visitas puede dejarte exhausta al final del día.
En cualquier caso es un asunto que depende de cada mujer y sobre todo de cómo haya transcurrido su parto y embarazo. Algunas prefieren disfrutar de la ayuda de las matronas en el hospital y aprovechan la estancia para descansar todo lo posible sin recibir invitados que perturben su reposo o el del bebé. Así, optan por esperar algunos días a adaptarse al pequeño y que ciertas rutinas, como la lactancia, estén establecidas para presentarle, ya en su propia casa.
Otras por el contrario, son partidarias de recibir a los visitantes en el hospital donde tienen más apoyo con el recién nacido gracias a los profesionales de pediatría, que atenderles en casa donde ejercer de anfitriona con un bebé puede resultar más fatigoso.
Consejos para los padres
Durante las primeras 24 horas no se recomienda recibir visitas. La mamá necesita recuperarse del parto y ambos, padre y madre, querréis estar solos y tranquilos con el bebé.
En algunos centros se restringe el número de visitas y no se permite el acceso a niños. Infórmate de la política de tu hospital antes de dar a luz.
Si quieres descansar no tengas reparo en limitar el número de visitas a los más allegados y de asegurarte de que tienen claro que no pueden permanecer mucho tiempo. Lo entenderán perfectamente.
En estos primeros días lo ideal es que solo os visiten los familiares más cercanos y que no estén mucho tiempo.
Una vez en casa, planifica las visitas de la familia y amigos para que no sean todas seguidas ni os paséis el día con visitantes en casa. Deja claro la hora que te va mejor y que no pueden estar mucho tiempo en casa. Y, siempre que puedas, queda a dar un paseo, así aprovecharás ese rato para ver a la gente y no tendrás que hacer de anfitrión en tu casa o preocuparte de que esta esté recogida.
Consejos para los visitantes
Avisa de tu visita antes de ir y pregunta siempre sobre la conveniencia del horario. Nunca acudas más tarde las 9 de la noche.
No permanezcas más de 20 minutos, al no ser que los padres te pidan que te quedes más tiempo.
No lleves regalos al hospital. Es preferible esperar a obsequiar a los nuevos papás o al bebé cuando estén instalados en casa. Si vas a llevar algo, asegúrate de que no sea muy voluminoso, piensa que luego tendrán que cargar con todo a su salida del hospital... ¡con un bebé en brazos!
Evita visitar a un recién nacido si estás resfriado o tienes alguna enfermedad contagiosa.
Si es posible no vayas acompañado de niños pequeños.
Respeta las revisiones médicas o las tomas del bebé y sal de la habitación cuando entren enfermeros o médicos o cuando el bebé muestre signos de tener hambre.
Ofrece tu ayuda. ¡Será el mejor regalo que puedas hacer!
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