El negocio del siglo XXI: vender leche materna

Indice

• La donación de leche materna
• Otras opciones a la donación

La donación de leche materna

Todos los padres saben que el mejor alimento para un recién nacido es la leche materna. Esta les aporta todos los nutrientes, vitaminas, proteínas, etc. necesarios para su crecimiento y desarrollo. Además, favorece su sistema inmunitario.

Sin embargo, hay veces en las que la madre no puede dar el pecho a su hijo por diferentes motivos (adopciones, operaciones mamarias, infecciones…). En estos casos, no tienes por qué renunciar a la leche materna, ya que existen bancos de leche que la suministran.

Si este es tu caso, charla con tu pediatra para que te recomiende un banco de leche. En Estados Unidos y Canadá existen once bancos humanos de leche, que funcionan mediante las donaciones de madres que tienen excedente de leche (producen más de la que consume su bebé). Estos bancos de la lactancia se encuentran en los hospitales y están bajo la supervisión de la FDA (Food and Drug Administration).

La leche recogida de los donantes es luego procesada en condiciones de seguridad, descontaminados, herméticamente envasados y vendidos a un precio muy económico. Comprar la leche cuesta unos tres dólares por onza, aunque hay compañías de seguros que cubren este gasto. Aunque parezca caro, lo cierto es que el precio de la leche/onza solo cubre parte de los costes que conlleva mantener los laboratorios.

Los padres están tan concienciados de las bondades de la leche materna frente a la artificial, que son muchos los que recurren a los bancos. Según datos de Human Milk Banking Association de Norteamérica (www.hmbana.org), una organización que opera nueve bancos de leche en Estados Unidos y otra en el vecino Canadá, la demanda creció un 28% el año pasado.

Buena parte de las 745.000 onzas de leche que la asociación envió fue para bebés prematuros o enfermos, y también para pequeños adoptados.

Otras opciones a la donación

Otra forma de conseguir leche materna es localizar a una nodriza (o ama de cría), es decir, una mujer que da el pecho a alguien que no es su hijo. Existen pocas, pero si quieres ponerte en contacto con una, acude a la Liga de la Leche (www.llli.org), quien tiene un listado de mujeres que se dedican a esto.

También se pueden encontrar páginas web en las que se oferta leche (¡como si se tratara de cualquier otro producto de consumo!). Aquí las madres que producen demasiada la venden a aquellas que la necesiten para sus bebés. La web funciona como cualquier otra de anuncios. Los clientes suelen ser mujeres que no se pueden permitir el coste de la leche de un banco, padres divorciados o cuya mujer ha fallecido.

Los grandes sitios de compraventa, como Craigslist, prohíben explícitamente su venta, pero algunas madres han creados sitios en internet donde piden donaciones. También existen portales como Only the breast, que se dedica a conectar personas que quieran vender su leche materna con personas que quieran comprarla. Por un lado figuran los compradores, que pueden pedir determinadas condiciones como una ubicación en particular, aclarar qué edad tiene el bebé al que piensan alimentar con esa leche, o incluso avisar que va a tomarla un adulto. En la parte de las madres que venden suelen aclarar qué edad tienen sus propios hijos y muchas veces el tipo de dieta que siguen ellas mismas (veganas, sin gluten, etc.). Algunas sólo venden localmente y otras envían su leche congelada a donde resida el comprador.

El precio aquí oscila entre el dólar y los 2,5 dólares por onza, más baja que en los bancos de leche, motivo por el que muchos padres con medios escasos se deciden por este método a pesar de que sea menos seguro. Un bebé de 6 meses consume unas 30 onzas al día, con lo que tendrían que gastar entre 30 y 75 dólares diarios para alimentar al bebé, una cantidad considerable si se mantiene este método mucho tiempo.

Por otra parte, las personas que la venden pueden llegar a ganar en un año 20.000 dólares, un sobresueldo anual bastante alto.

El inconveniente de este último método es la seguridad de la leche y la higiene. Esta leche no está analizada, con lo que –aunque resulte raro- podría presentar virus o infecciones que padezca la madre y, asimismo, si el proceso de conservación, mantenimiento y traslado no se lleva a cabo rigurosamente puede verse afectada por diversos virus y bacterias.

En los últimos años cada vez más personas recurren a estas webs para comprar y vender leche, una situación que preocupa a los médicos por las enfermedades que se pueden transmitir. Sin embargo, desde Only the breast aseguran que aún no ha habido ningún problema entre sus clientes.