Pedagogía Montessori, bases y consejos para niños de 0 a 1 año

Indice

• ¿Qué es la Pedagogía Montessori?
• Principios básicos de esta pedagogía
• Consejos para niños de 0 a 1 año

 

¿Qué es la Pedagogía Montessori?

María Montessori fue una educadora italiana que creó el método Montessori para la educación de los niños. Su base es la actividad dirigida por el niño y la observación por parte del adulto. Es decir, la escuela (o la familia) no debe ser un lugar donde se transmitan conocimientos, sino un espacio para que el niño desarrolle su inteligencia y sus habilidades a través del trabajo libre.

Es necesario adaptar el entorno de aprendizaje al nivel de desarrollo de cada niño para que se autodesarrolle y consiga potenciar todas sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales.

Toda esta pedagogía se basaba en la idea de Montessori de que la mente del niño durante sus primeros 6 años de vida es como una esponja que absorbe todos los estímulos que recibe; además, los niños tienen periodos más sensibles en los que están más receptivos para adquirir una habilidad concreta. En estos periodos sensibles se debe repetir una y otra vez la tarea para lograr el dominio de esa habilidad. Primero los padres, y luego también los profesores, debemos estar atentos a esos periodos para incentivar su aprendizaje.

Así, la educación según Montessori debe estar dividida en grupos de 0 a 3 años de la siguiente manera: de 0 a 3, de 4 a 6, de 7 a 9, de 10 a 12, de 13 a 15, de 16 a 18, de 19 a 21 años.

 

Principios básicos de esta pedagogía

- Todos los niños son seres competentes a los que se debe alentar para que potencien sus capacidades.

- Se debe observar detenidamente al niño en su entorno para adaptar las enseñanzas a su desarrollo. El rol del adulto es guiar al niño y darle a conocer el ambiente con respeto y cariño. Además, debe estar en continuo aprendizaje.

El objetivo final del profesor, llamado guía, es intervenir lo menos posible a medida que el niño se desarrolla. Este guía le tiene que dejar pensar y actuar por sí mismo, ayudándole a desarrollar confianza. No imparte premios ni castigos, las ganas de aprender deben surgir del niño y de su satisfacción interna al ver cómo avanza.

Cuando el niño, según su desarrollo evolutivo, esté listo para una nueva lección, la guía introducirá el uso de nuevos materiales y presentara nuevas actividades.

- Por el contrario, no se deben introducir los conocimientos del niño en su cabeza, sino que ellos deben percibirlos y querer aprenderlos con gusto. Se les debe permitir satisfacer su curiosidad y experimentar el placer de descubrir ideas propias. La idea es que el niño encuentre la solución a sus problemas y dejar que él vaya construyendo nuevos conocimientos en base a sus experiencias concretas.

- El entorno es fundamental. Es lo que se denomina “ambiente preparado” basado en los principios de simplicidad, belleza y orden. Debe ser un espacio luminoso, amplio y cálido, que incluya libros, plantas, arte y música.

Se debe crear un microcosmos con muebles de su tamaño y estanterías bajas para que puedan acceder a ellas.

El aula debe estar dividida en áreas temáticas y se debe permitir la libertad de movimiento para que los niños puedan coger el material que necesiten y devolverlo después a su sitio. Los niños pueden trabajar en grupos o individualmente, respetando siempre su ritmo.

Este tipo de ambiente promueve la exploración del niño para que cada uno encuentre las actividades que busca en función de sus necesidades evolutivas.

- Hay que tener en cuenta los periodos sensibles para que, en ellos, haya una única estimulación y motivación. Se deben tener en cuenta periodos sensibles para desarrollo del lenguaje, experimentación sensorial, interacción social, etc.

- La importancia de la “mente esponja”: nunca perder de vista que la mente de los niños absorbe todo y que es necesaria una motivación sin límites para que adquieran dominio sobre su entorno y perfeccionen sus experiencias. Lo aprenden todo inconscientemente mediante la observación, y luego ese aprendizaje se vuelve consciente.

- Los materiales didácticos deben ser autocorrectivos, el niño debe reconocer el error por sí mismo. Están ideados para captar la curiosidad del niño y guiarlo por el deseo de aprender. Estos materiales didácticos pueden ser utilizados individualmente o en grupos. En general todos los materiales didácticos poseen un grado más o menos elaborado de los cuatro valores: funcional, experimental, de estructuración y de relación.

- El fin último de esta pedagogía es la autonomía y autodesarrollo del niño en todos los aspectos. Se busca formar a un pensador crítico, con valores morales, respeto por los demás, que sepa interaccionar socialmente, con estabilidad emocional y seguridad en sí mismo…

 

Consejos para niños de 0 a 1 año

En los primeros años de vida la participación de los padres es fundamental, sobre todo cuando los niños aún no acuden a ningún centro escolar. Por eso, te damos unos cuantos consejos para aplicar esta pedagogía al aprendizaje de los niños de 0 a 1 año:

- Las necesidades básicas de los niños en sus primeros 6 meses son cariño y alimentación. Por lo que lo mejor que puedes hacer en esta etapa es darle el pecho a demanda, cogerlo siempre que lo necesite y transmitirle seguridad y amor.

- Si aun así quieres estimularle, en estos primeros meses te recomendamos que le coloques cerca juguetes o móviles de colores; espejos para bebés; que le enseñes fotos de otros bebés o miembros de la familia; cántale; hazle reír, etc.

- A partir de los 6 meses puede interactuar más y comienza una etapa muy importante ya que empieza a desplazarse y comer solo.

- En cuanto a la alimentación, lo mejor para que aprenda a comer a su ritmo, que explore y pruebe es seguir una alimentación tipo Baby Led Weaning. Eso sí, deberás empezar cuando observes que está preparado. Este tipo de alimentación le otorga autonomía, favorece la coordinación mano-ojo, desarrolla sus sentidos, etc.

- Para favorecer la motricidad gruesa lo mejor es que prepares un espacio amplio, con un suelo acolchado, donde le permitas explorar y moverse en libertad. Coloca juguetes cerca para que se anime a ir a por ellos. Jugad al aire libre y en un arenero. Si tiene un hermano mayor, que juegue siempre que sea posible con él.

- Lo más importante es que le proporciones los estímulos necesarios para que él solo pueda ir aprendiendo y explorando el entorno. Recuerda que su mente absorbe todo lo que vea y que las repeticiones le ayudan a fijar un nuevo conocimiento.