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Enseñar al bebé a sentarse solo

Enseñar al bebé a sentarse solo

Aprender a sentarse es un gran avance en la motricidad de un bebé ya que le permite cambiar totalmente la perspectiva de su mundo, empezar a jugar de otra manera, relacionarse mejor con los demás y, asimismo, es el primer paso para empezar a gatear y moverse solo. 

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Sentarse sólo es un hito en el desarrollo del bebé

A partir de los 6 meses los bebés comienzan a mantenerse sentados solos, sin ayuda ni apoyo. No obstante, este hito sucede un poco antes o después según el niño y eso no debe preocuparnos.

Ser capaz de sentarse solo implica que los músculos del cuello y de la espalda ya están fuertes como para mantenerse solo sentado. Además, este importante logro le permite ver el mundo erguido, ya no tendrá que estar siempre tumbado o semi-inclinado, lo que favorecerá su aprendizaje.

No obstante, este proceso no se da de un día para otro, requiere un tiempo:

- Entre los 3 y los 4 meses es capaz de estar sentado en el regazo de sus padres.

- Entre los 4 y los 6 meses consigue levantarse él solo desde la posición de tumbado, pero aún no mantiene el equilibrio. Se apoya en sus manos para sostener su cuerpecito.

- Entre los 5 y los 8 meses es capaz de mantenerse solo unos segundos sin apoyo, pero en seguida se vence hacia un lado o hacia detrás.

- En torno a los 9 meses ya puede estar sentado solo jugando y sin ayuda. A partir de ese momento comienza a moverse desde esa postura y podrá darse la vuelta, moverse hacia los lados o hacia delante… Es el primer paso para comenzar a gatear.


¿Se debe ayudar al bebé a sentarse sólo?

Como verás, los plazos que se dan para alcanzar cada uno de los pasos son grandes, incluyen varios meses, por lo que no debes preocuparte si tu hijo tarda un poco más ya que cada niño tiene su ritmo de desarrollo y necesita alcanzar la fuerza suficiente en los músculos para poder ir dando cada paso.

Por lo tanto, no conviene nunca forzar a los niños. La libertad es la clave del aprendizaje motriz. De hecho, colocarle en posturas que él todavía no ha alcanzado solo puede dañar su musculatura dorsal, dañar su espalda o hacer que se salte pasos previos esenciales en el desarrollo.

Y no hace falta enseñarles, los niños se enseñan solos a medida que se desarrollan. Pero sí podemos ayudarles, apoyarles y estimularles con diferentes juegos y actividades:

- Desde los 5 meses, aproximadamente, puedes empezar a ponerle sentado algunos ratos sobre tu regazo, mirando hacia ti y sujetándole bien la cabeza y el cuello. Mientras lo haces, cántale o háblale y haz juegos con él.

- Otra postura es de espaldas a ti, con su espalda apoyada en tu pecho y mirando hacia la calle para ver el mundo. Cualquiera de estas posturas son cómodas y no forzadas para él. No hay nada mejor que estar sentado sobre los papás.

- A partir de esta edad, puedes ponerle en la hamaca, la trona o la silla de paseo en ángulo recto.

- No uses almohadas o cojines muy mullidos para dejarle sentado entre ellos, pueden obligarle a adoptar posturas forzadas.

- Nunca le obligues a estar sentado si no está cómodo o quiere tumbarse.

- Varios juegos muy beneficiosos, que le ayudan a fortalecer su columna y la musculatura de espalda, cuellos y brazos, son el “aserrín, aserrán” o “al paso, al trote, al galope”.

- Tumbado boca arriba en un gimnasio o suelo de goma EVA, cógele de las manos y tira con cuidado hacia ti para que se esfuerce en levantarse. Repite varias veces. También puedes hacerlo sosteniendo un juguete en tu mano para que intente agarrarlo levantándose.

- Otro divertido ejercicio es tumbarle boca arriba sobre una mantita o toalla y, tirando despacio de los extremos, hacerle rodar hacia los lados


Fuente:

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 22-03-2021

Redacción: Irene García

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