5 actividades para estimular el lenguaje de tu peque

Me parece lógico que hoy en día todavía se tengan pensamientos equivocados sobre el desarrollo del lenguaje. Como digo en mi libro: Cómo no estimular el lenguaje. 12 errores comunes y su solución, los manuales sobre la infancia para familias, apenas dedican un capítulo a una de las funciones más relevantes en el desarrollo del ser humano. 

Sin embargo, debes saber que, ni Mogli sabría hablar (quizá sí aullar), ni tampoco sirve de nada atar a tu peque a la silla para que lo haga. Esto es así porque el lenguaje no se aprende, se adquiere. Me explico. El cerebro humano está preparado para desarrollar lenguaje. Pero, para que lo haga, deben darse un mínimo de dos condiciones necesarias. La primera es estar expuesto al lenguaje, es decir, que el peque escuche a distintas personas hablar a su alrededor. La segunda, es tener la oportunidad de utilizarlo, de ponerlo en práctica. Así que para que un peque hable, no sólo debe estar recibiendo información verbal constante, sino que ha de poder relacionarse con su entorno usando las palabras (o los sonidos, si hablamos de un bebé). La forma más sencilla y natural de que estas dos condiciones se den, es cuando un peque interactúa con el adulto. 

Así que, te voy a proponer cinco actividades, muy lejos de la mini-mesa del Ikea que tienes en la habitación de tu hijo, para rodearlo de lenguaje y darle la oportunidad de que lo ponga en práctica. 

1- Aprovechar los trayectos

No importa si os movéis a pie o en transporte público. Piensa en todos los estímulos que os rodean de camino a la escuela infantil o al colegio: árboles, animales, objetos curiosos… Un sinfín de oportunidades para nombrar vocabulario e iniciar conversaciones, como por qué el gato del vecino parece una estatua de hierro, o cuántos pasos hay desde casa hasta la frutería. 

2- Facilitar que tu peque tome decisiones

Cuando surja la posibilidad, deja escoger a tu peque entre dos alternativas posibles. Si le planteas una pregunta abierta cómo: «¿qué quieres merendar?», corres el riesgo de que elija algo que no sea apropiado o que no esté disponible. En cambio, si le das dos opciones aceptables, como: «¿qué prefieres merendar, fresas o uvas?», le estarás ofreciendo el modelo de las palabras, para que pueda repetirlas al escoger. Y, al mismo tiempo, la oportunidad de definir sus preferencias, algo que repercutirá de forma positiva en su autoestima.

3- Explicar y representar cuentos

Los cuentos son una herramienta favorecedora de la aparición del lenguaje, si sabemos cómo usarlos. Para que tu peque participe en la narrativa, olvídate de la letra y empápate de la historia hasta que la conozcas de memoria. Recrea los diálogos entre los personajes con las voces y los sonidos de cada escena, y anima a tu peque a intervenir en la medida de lo posible. Puedes servirte de elementos motivadores, como títeres de dedo, o accesorios divertidos, como pelucas o gafas.

4- Participar en su juego

Para estimular el lenguaje de tu peque a través del juego, primero debes observarlo. ¿Qué juguetes prefiere? ¿Cómo los utiliza? ¿Representa una historia? Siéntate a su lado y hazle una propuesta novedosa, que implique una pequeña variación en su juego. Por ejemplo, añade un personaje que represente un papel distinto, dale un uso diferente al objeto con el que se divierte o crea un problema que deberán resolver los muñecos en miniatura. Aprovecha la oportunidad de introducir palabras nuevas en el juego infantil dirigido por tu peque. 

5- Compartir una actividad

Los peques, desde muy pequeños, tienen una agenda muy apretada en cuanto a las extraescolares. En el mejor de los casos, se relacionan con otros niños y niñas, realizando coreografías, deportes de equipo, artes escénicas o manualidades. Raras veces somos nosotros los que compartimos una actividad semanal con ellos. Sin embargo, ya he comentado que la mayor fuente de estimulación del lenguaje de un peque es el adulto, o sea tú. Así que te animo a buscar un espacio en el que podáis compartir una actividad que os proporcione momentos de conversación y disfrute. 

Como ves, cualquier excusa es buena para estimular el lenguaje de tu hijo. Por eso, los profesionales insistimos tanto en eliminar o reducir el uso de pantallas, ya que cuando están presentes en el día a día, ocupan estos espacios de interacción y conexión, que son tan importantes para el desarrollo lingüístico y general de tu peque. La lógica es sencilla, en la mayoría de las veces, cuando el peque se distrae con un dispositivo móvil, no escucha lenguaje y, aunque así fuera, no está hablando, no lo pone en práctica. Así que recuerda que, para enriquecer el vocabulario de tu peque, no basta con atesorar momentos en los que el lenguaje esté presente, sino que tú también debes estarlo.