¿Por qué los bebés tienen más porcentaje de agua corporal que los adultos?

Índice

• ¿Por qué los bebés son tan “húmedos”?
• Al crecer, nos vamos “secando”

 

¿Por qué los bebés son tan “húmedos”?

Un nuevo bebé humano tiene un 75 por ciento de agua.

Nacemos tan húmedos como una patata fresca. Los tomates son más húmedos (93,5 por ciento de agua). Las manzanas también, pero solo un poco (80 por ciento).  Por lo tanto, comenzamos nuestras vidas como gotas de rocío ruidosas que algún día aprenderán a gatear y luego a caminar. Como dijo una vez el escritor científico Loren Eiseley, las personas "son una forma que tiene el agua de moverse, más allá del alcance de los ríos".

Esto se debe en parte a que el cuerpo de un recién nacido es más inmaduro y en desarrollo que el de un adulto.

En general, los bebés tienen un mayor porcentaje de agua corporal total debido a que su cuerpo es más "acuoso".

Además, los bebés tienen una mayor proporción de agua en sus tejidos, como la piel y los músculos, lo que les da una apariencia más suave y tierna. También pierden agua más fácilmente debido a que su piel es más delgada y su metabolismo es más rápido, lo que aumenta la cantidad de agua que se pierde a través de la piel y los pulmones.

Es importante asegurarse de que los bebés reciban suficiente agua y líquidos para mantenerse hidratados, ya que la deshidratación puede ser peligrosa para ellos. La leche materna o la fórmula proporcionan una fuente adecuada de líquidos para los bebés, y se debe prestar atención a los signos de deshidratación, como la sequedad en la boca, la disminución de la micción y la falta de energía.
 

Al crecer, nos vamos “secando”

Sin embargo, a medida que envejecemos, nos vamos “secando”. Cuanto más vivimos, más secos nos volvemos. Un año después del nacimiento, un bebé humano tiene solo un 65 por ciento de agua, una caída del diez por ciento.

Cuando somos adultos, los hombres tienen un 60 por ciento de agua, mientras que las mujeres adultas tienen un poco menos, un 55 por ciento.

Hay variaciones, por supuesto. El tejido muscular almacena más agua, por lo que, cuanto más músculo tengas, más agua tendrás.

Debido a que las mujeres generalmente tienen más células grasas, tienden a estar un poco más secas. Las células grasas no están tan húmedas. El agua que lubrica las articulaciones, elimina los desechos (me refiero a la orina), ayuda a la reproducción seminal y absorbe los impactos en los huesos: a medida que se envejece, la humedad va disminuyendo.

Y lo extraño es que nuestras partes más húmedas no son las que podríamos pensar, como la sangre. No, nuestros cerebros, pulmones, corazón, hígado y riñones contienen el tejido más húmedo: entre 65 y 85 por ciento de agua. Los huesos, por supuesto, están secos (pero todavía tienen un 31 por ciento de agua). También hay agua entre las células, pero solo una pequeña fracción de nuestro H2O es sangre. La mayor parte del agua dentro de nosotros se almacena, no en nuestras venas, sino en nuestros 100 billones de células diminutas. Somos un conjunto de bolsas de agua, ligeramente saladas, como el mar del que venimos.

Pero, como decíamos, a medida que envejecemos, nuestro cuerpo pierde gradualmente su capacidad para retener el agua, lo que puede provocar una pérdida de agua corporal. Hay varias razones por las cuales esto puede suceder:

- Disminución de la masa muscular: al envejecer, perdemos masa muscular, lo que puede disminuir la cantidad de agua que nuestro cuerpo puede retener. El músculo contiene más agua que la grasa, por lo que la pérdida de músculo puede provocar una disminución en la cantidad total de agua corporal.

- Disminución de la función renal: la función renal puede disminuir, lo que puede provocar una disminución en la capacidad del cuerpo para conservar el agua. Los riñones son responsables de filtrar la sangre y eliminar los productos de desecho del cuerpo, incluyendo el exceso de agua. Si los riñones no funcionan correctamente, puede haber una pérdida excesiva de agua a través de la orina.

- Cambios hormonales: los niveles de ciertas hormonas, como la hormona antidiurética (ADH), pueden disminuir, lo que puede provocar una pérdida de agua. La ADH ayuda a regular la cantidad de agua en el cuerpo al disminuir la cantidad de agua eliminada en la orina. Si los niveles de ADH son bajos, puede haber una pérdida excesiva de agua a través de la orina.

- Disminución de la sed: también puede disminuir la sensación de sed, lo que puede llevar a una disminución en la ingesta de líquidos. La ingesta adecuada de líquidos es importante para mantener una hidratación adecuada y prevenir la pérdida excesiva de agua corporal.