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Crianza respetuosa y consciente

Crianza respetuosa y consciente

Aunque mucha gente confunde los términos “crianza respetuosa” y “crianza natural”, no son lo mismo. Te explicamos en qué consiste la crianza respetuosa y consciente.

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Índice

 

Tipos de crianza

Hace unos años, con la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, el nacimiento de la pediatría, los avances en materia de sanidad… la crianza se protocolizó y se establecieron formas de hacer las cosas que se consideraban las mejores, hasta tal punto que el que no las cumplía, se le criticaba.

En esa época se estableció el biberón como la mejor opción para que la mujer pudiera ir a trabajar en cuanto se recuperara del parto, se estableció cada cuántas horas debía comer el bebé sí o sí, las horas que debía dormir, etc.

Frente a estas imposiciones nada realistas de lo que realmente demanda un bebé, hace unos cuantos años surgieron nuevas tendencias que buscaban recuperar la naturalidad que se había perdido. Las principales fueron la crianza natural, que busca entender a los humanos como seres vivos y comprender sus mecanismos adaptativos, sin interferencias humanas; y la crianza con apego, que busca recuperar el vínculo afectivo entre padres e hijo que se había quedado olvidado entre tanto “protocolo”.
 

¿Qué es la crianza respetuosa?

Pero la crianza respetuosa, en palabras del pediatra Jesús Garrido, su creador y defensor, no es ni una cosa ni la otra. Es una crianza centrada en las necesidades del bebé, pero sin olvidarnos de la madre.

Para Garrido, algunas mujeres que siguen la crianza natural o la crianza con apego no son felices, se sienten frustradas y no se atreven a reconocerlo, están destrozadas físicamente, se sienten juzgadas si no hacen lo mismo que las demás… porque no todo vale para todos.

Por eso, Garrido, con la crianza respetuosa, quiere poner el foco también en la madre, que parece la gran olvidada en los últimos años. Por supuesto, hay que tener muy presentes las necesidades de los niños y sus propios mecanismos de adaptación, respetando lo que el bebé es y necesita, pero sin olvidarnos de las necesidades de los padres.

No es necesario sacrificar todo por nuestros hijos hasta tal punto que no quede nada para nosotros. Para un niño, más importante que hacer colecho o no, o que tomar pecho hasta los 2 años, es que sus padres estén felices y le transmitan esa felicidad y amor constantes. Si los padres no están bien, el niño tampoco.

Por lo tanto, la crianza respetuosa busca ese equilibrio. Conocer cuáles son las mejores opciones para un bebé, pero no seguirlas a rajatabla si no valen para nosotros como familia y no nos hacen más felices.

La maternidad perfecta es aquella en la que todos los implicados –madre, padre e hijos- estén satisfechos y contentos. Busca esa opción y síguela sin importar el qué dirán. 
 

Pautas para una crianza respetuosa

1. Empatiza con tu hijo

2. Regula tus emociones

3. Trata a tus hijos con respeto y como iguales

4. Respeta la individualidad de tu hijo

5. Entiende sus emociones

6. Establece unas normas claras

7. Educa con disciplina positiva

8. Renuncia al castigo

9. Mantén la calma

10. Cuida de ti por dentro y por fuera


Fuente:

Jesús Garrido

Fecha de actualización: 22-09-2021

Redacción: Irene García

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