Consejos para calmar a tu bebé cuando llora
Los bebés solo tienen una forma de comunicarse con sus padres para llamar su atención: el llanto. Desde que nacen, los niños son muy listos y enseguida notan que si lloran, sus papás acuden al momento a ver qué les ocurre. Por eso, en cuanto les sucede algo, recurren al llanto para que sus progenitores vengan a rescatarlos.
Índice
¿Por qué lloran los bebés?
El llanto es la vía principal de comunicación de los neonatos tras el embarazo y el parto hasta que van desarrollando otras formas como la sonrisa, la risa, el balbuceo, el habla… Por eso, es habitual que los bebés de entre 0 y 6 meses lloren a menudo.
Normalmente, los bebés lloran por 6 motivos principales: hambre, incomodidad (si tienen el pañal sucio, por ejemplo), inseguridad o miedo, cansancio, aburrimiento, enfermedad o dolor. Por eso, lo principal si nuestro hijo solloza es comprobar que todo está bien, que no tiene hambre, ni sueño, ni está enfermo.
Si todo está en orden y sigue llorando, lo más probable es que el problema sea interior: que esté aburrido o tenga miedo. En ese caso, nuestra simple presencia debería bastar para calmarle. Pero si nada funciona, hay unos cuantos truquitos que puedes probar, a ver si alguno te sirve.
Consejos para calmar al bebé cuando llora
- Utiliza un chupete: a la mayoría de bebés les calma y tranquiliza meterse el pulgar en la boca o un chupete. Sin embargo, recurre a él en último término, no es bueno que dependa del chupete (luego te será más difícil quitárselo).
- Ponle en posición erguida: apóyale contra tu hombro y frótale suavemente la espalda. Pasea un poco con él, háblale o cántale suavemente.
- Colócale en un portabebés: métele en un portabebés y llévale contigo. Notar tu respiración y tu corazón le calmará. Además de estar cerca de ti, disfrutará con el movimiento al andar.
- Mécele: la mayoría de bebés (incluso las personas mayores) se calman con un movimiento rítmico: era lo habitual en la tripa de su mamá. Mécele suavemente en una cuna o en un cochecito, hacia delante y hacia atrás.
- Túmbale sobre tu pecho: échate en una cama o el sofá, bien apoyada sobre unos almohadones para estar cómoda. Coloca al bebé sobre tu pecho y frota suavemente su espalda. Os relajará a los dos, ¡pero no te quedes dormida!
- Sal a pasear. Salir a la calle casi siempre calma a los bebés. Puedes salir a pasear en el carrito o en una mochila portabebés. El aire libre, el movimiento, los ruidos… le calmarán y le harán dejar de llorar. También puedes salir a pasear en el automóvil.
- Ponle ruido blanco: el ruido blanco, ya sea a través de un dispositivo específico o usando el ruido del secador, el lavavajillas, la campana del horno…sirve para calmar y arrular al bebé, consiguiendo incluso dormirlo.
Procura probar cada una de las opciones durante algunos minutos antes de intentar otra, también puede intentar varias a la vez.
Si nada funciona y comienzas a ponerte nervioso, es mejor que le dejes en un lugar seguro (cuna, carrito), y salgas de la habitación unos segundos, hasta que te calmes. Respira hondo, cuenta hasta diez y, cuando te notes más calmado, vuelve con él. Si estás nervioso, no solo no conseguirás tranquilizarlo, sino que lo pondrás más nervioso y llorará más. Si hay alguien más en casa, avísalo para que se ocupe él un rato del pequeño.
Recuerda que los bebés pueden llorar hasta 5 horas al día, pero no lo hacen para molestarte ni volverte loco, sino porque te necesitan y solo saben llamar su atención así. Atenderle y procurar que deje de llorar cuanto antes ayudará a que llore menos. Y, en unas semanas, conocerás enseguida qué le pasa y podrás hacer que deje de llorar antes.
Y si te parece que llora demasiado, consulta a su profesional de pediatría y medicina.
Fuentes:
Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.
Silveira, Dr. Manuel (2011), 50 cosas que debes saber sobre un recién nacido, Barcelona, Libros Cúpula.
Fecha de actualización: 02-09-2021
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