Características de los bebés de alta demanda

Indice

• ¿Cómo es un bebé de alta demanda?
• ¿Cómo tratar a estos bebés?
• No siempre será así…

 

¿Cómo es un bebé de alta demanda?

Hasta hace unos años a los bebés que lloraban mucho, solo querían brazos, dormían poco y estaban siempre nerviosos se les consideraba malcriados. Hoy en día, para este grupo de niños que cumple una serie de características existe una denominación más científica: bebés de alta demanda.

Como veíamos, este término empezó a ser utilizado por el pediatra norteamericano y miembro de la Academia Americana de Pediatría William Sears, quien lo usó por primera vez para referirse a su cuarta hija, hablando de ella y bebés así como High Need Babies (bebés de altas necesidades).

Son bebés totalmente normales, solo necesitan más atención, más apego y más contacto y lo reclaman de la única manera que pueden a esta edad: llorando.

En resumen, son bebés que reclaman más atención de la habitual. Para que un bebé sea considerado de alta demanda, según el Dr. Sears, tiene que cumplir estas características:

- Hiperactivo: inquietos, se mueven mucho, lo tocan y exploran todo… Sus músculos pueden estar siempre tensos, dispuestos para el movimiento.

- Intenso: todo lo hacen con mucha intensidad: reír, llorar, comer…

- Necesidad de contacto físico continuo: necesitan estar en brazos, no es posible dejarlos en ningún otro sitio y prefieren que el padre o madre esté de pie y en movimiento.

- Demandante: son bebés muy exigentes, cuando quieren algo lo quieren ya y lloran hasta conseguirlo.

- Frecuentes despertares: los bebés de alta demanda parecen tener menor necesidad de sueño y tienen despertares muy frecuentes hasta los 3 años, sueño ligero que se interrumpe enseguida, necesidad de contacto para dormirse... No suelen aceptar la cuna ni el carrito y solo se duermen con sus padres.

- Insatisfecho: para ellos nada es suficiente. Por muy rápido que se les atienda, siempre exigen más, lo que resulta muy frustrante.

- Impredecible: necesitan variedad y cambio, las rutinas no les gustan.

- Hipersensible: se sobresaltan con facilidad, todo les molesta y despierta. Pero esta característica también es muy positiva ya que suelen ser muy empáticos y preocuparse mucho por los demás.

- Absorbente: son bebés agotadores ya que extraen toda la energía de sus padres y demandan atención constante, no dejando tiempo para nada más.

- No se calma solo: casi todos los bebés tienen ratos que se calman solos con el chupete, en el carrito…, pero los bebés de alta demanda, no. No pueden estar tranquilos sin estar pegados a sus padres.

- Sensible a la separación: les cuesta mucho separarse de su madre y son muy selectivos con quién les cuida. Es normal que lloren en brazos de otras personas, incluso personas cercanas como los abuelos e incluso a veces el propio padre. No se separan ni al empezar a gatear.

- Demanda más alimento: la succión no nutritiva juega un papel muy importante para estos bebés ya que en brazos de sus madres se sienten más seguros y tranquilos, como en el embarazo. No hay que preocuparse por sobrealimentarles, pues la lactancia materna se asocia a menor obesidad.

Además de estas características, existen otros rasgos comunes a este tipo de bebés: tienen los ojos grandes y siempre abiertos; son muy observadores; sujetan la cabeza muy bien nada más nacer y no les gusta estar boca abajo; no les gusta ir en coche y lloran desesperadamente; no les gusta el baño; se suelen mostrar inseguros debido a su gran capacidad para captar estímulos; lloran con mucha frecuencia y muy alto; son propensos al mal humor y las rabietas; son inquietos, nerviosos y valientes; son obstinados y testarudos.

 

¿Cómo tratar a estos bebés?

Todos los bebés necesitan la atención continua de sus padres, sobre todo en sus primeros meses de vida. Pero estos bebés mucho más. La convivencia con estos niños puede ser difícil, sobre todo para la madre ya que no soportan estar lejos de ella. Están siempre alertas, duermen poco, maman mucho y quieren estar siempre en brazos de su madre, lo que resulta realmente agotador.

Si tu peque es así, seguro que tienes que oír a menudo la cantinela de “le estás malcriando, por eso es así”, “no le cojas tanto en brazos”, “no le sobreprotejas”, etc. Pero lo cierto es que estos bebés demandan una serie de pautas diferentes a la hora de criarles para satisfacer sus necesidades especiales.

- Dedícale todo el tiempo y atención que necesite, pero no te olvides de ti. Procura estar dormida y descansada y acostumbrar al pequeño poco a poco a estar con otras personas o en la misma habitación que tú pero no en brazos. Si estás siempre cansada no podrás atenderle como es debido.

- No intentes cambiarle. Es mejor que aprendas a conocerle y a saber cuándo se enfada y por qué, cómo calmarle, etc.

- Evita las palabras y calificaciones negativas, así como las etiquetas: “eres nervioso”, “eres hiperactivo”, “no paras”… Cuanto más le digas a un niño cómo se supone que es, más obligado se verá a ser como todo mundo le dice.

- No le compares con otros niños, cada uno es como es y así hay que aceptarlo.

- No le complazcas a toda costa, hay que distinguir entre necesidades y caprichos. Es bueno que aprenda lo que es el “no” y la frustración.

- Refuerza sus comportamientos tranquilos y alegres.

 

No siempre será así…

El mejor consejo que te podemos dar es la paciencia ya que no siempre será así. Este tipo de bebés son muy demandantes sobre todo en sus primeros meses, cuando empiezan a gatear y a descubrir el mundo van asumiendo cada vez más independencia, con lo que la intensidad remite en parte.

Además, algunas de estas características que al principio pueden resultar agotadoras a la larga se transforman en cualidades positivas: son niños empáticos, con gran capacidad de análisis y observación, gran creatividad, activos, curiosos, apasionados, intensos, resueltos, afectuosos, sociables, etc.

Y si tienes dudas, consulta a un profesional de pediatría.