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La evolución del útero durante el embarazo

La evolución del útero durante el embarazo

En ocasiones es difícil entender cómo un bebé puede encontrar espacio suficiente para crecer en un lugar tan pequeño como el útero de una mujer. Sin embargo en esto del embarazo has de saber que no todo es cuestión de espacio, sino de elasticidad. El vientre de la madre es un maravilloso y complejo sistema de soporte de vida, diseñado para albergar, en la mayoría de las ocasiones, un feto, en otras dos y a veces incluso tres o más. Pero ¿sabes cómo se transforma el hogar de tu bebé a lo largo del embarazo?

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El útero de una mujer ya es apto para alojar un bebé desde el inicio de la menstruación. A los tres o cuatro días de la fecundación del óvulo, ocurrida en la trompa de Falopio, la célula fertilizada o cigoto alcanza el útero y se implanta en el endometrio, la capa especialmente preparada que cubre el interior del útero. El cigoto, que ha comenzado su división en millones de células al inicio de su viaje, se llama ahora blastocito y se hunde en el endometrio, es entonces cuando empieza a desarrollarse una placenta primitiva. El blastocito, ya bien agarrado, comienza a crecer.


¿Cómo se transforma el útero a lo largo de la gestación?

Durante el embarazo

La vida de un embrión comienza en el momento de la concepción. Éste, una vez se ha adherido al útero, secreta una hormona denominada gonadotropina coriónica humana (GCH), que informa a los ovarios de que se ha producido el embarazo y que no necesita más ovulaciones, ni proseguir la menstruación; se impide así el rechazo del embrión por parte del organismo. Esta hormona es la que detectarán las pruebas de embarazo de medicina.

Una de las principales funciones de la GCH es administrar los factores nutricionales y estimular las cantidades necesarias de otras hormonas para mantener en óptimas condiciones el endometrio y la cavidad uterina. De esta forma, en caso de no haber concepción o cantidad insuficiente de esta hormona se perdería en forma de flujo menstrual.

En consecuencia, una vez que el útero ha recibido el embrión, va creciendo cada día adaptándose al tamaño del nuevo ser que se está desarrollando. La cavidad uterina aumentará su capacidad de 500 a 1.000 veces, y llegará a pesar 900 o 1.000 gramos al término del embarazo.

A las 4 o 5 semanas las vellosidades coriónicas, vasos sanguíneos de la placenta, penetran en el endometrio, dando comienzo al intercambio de nutrientes y oxígeno entre la sangre materna y la del embrión.

Los músculos se redistribuyen concentrándose en la parte superior. Sólo así, en el momento del alumbramiento, el músculo uterino será capaz de dirigir la fuerza contráctil, empujando el feto hacia el orificio interno del cuello uterino.

En cuanto al cervix o cuello uterino, éste debe de ser capaz de resistir el aumento de la presión intrauterina a lo largo de la gestación, manteniendo una barrera que impida el paso de bacterias u otras sustancias del exterior hacia el útero; por ello se produce una sustancia mucosa densa y adherente, el tapón mucoso, que sella el conducto endocervical.

En la semana 38 el cuello inicia el proceso de acortamiento y alargamiento del canal que lo recorre: es la dilatación. Momento en el cual se expulsa el tapón mucoso. El útero entra en la fase activa del parto contrayéndose cíclica y enérgicamente, impulsando al feto de arriba a abajo: el parto está comenzando.

Tras el parto

Después del nacimiento del recién nacido, el útero aún mantiene su contracción para impedir que los vasos sanguíneos -abiertos tras la expulsión de la placenta- provoquen una hemorragia, peligrosa para la madre.

Tras el alumbramiento el útero tiene una forma redondeada y mayor consistencia, debido a que está empezando a contraerse. Mide alrededor de 20 cm y pesa entre 900 g y 1 kg. En el transcurso de los días posteriores, el útero se irá reduciendo hasta alcanzar su tamaño y peso normales.


¿Qué son los entuertos?

Los entuertos en medicina son espasmos o contracciones intensas -en ocasiones dolorosas- que se originan tras el parto y suelen durar no más de 5 días. Son una respuesta fisiológica normal para reducir el sangrado genital mediante la contractura uterina. De esta forma se consiguen cerrar las venas que nutrían a la placenta cuando ésta estaba dentro de la cavidad uterina durante la gestación y que, tras el alumbramiento, han quedado abiertas. Asimismo los entuertos tienen como objetivo reducir la matriz para que recupere su tamaño habitual. Estas molestias son más potentes durante la lactancia materna, ya que la succión del bebé libera una hormona llamada oxitocina, que además de controlar la subida de leche a los pechos, estimula las contracciones uterinas.
 

De la fecundación al parto

Formado por un tejido muscular elástico, el útero consigue dilatarse para dar cabida a un bebé (o más) y volver a su tamaño original en poco tiempo. Pero ¿cómo es el proceso de evolución e involución de la matriz antes y después del parto?

Desde el momento de la concepción, el útero, con apenas un palmo de longitud, comenzará a crecer adaptándose al tamaño del embrión.

1. A las 8 semanas de gestación el útero ya ha aumentado su dimensión y se presenta con el tamaño de una naranja mediana.

2. En la duodécima semana la matriz supera la pelvis y llega al abdomen. Por lo general ya se puede palpar en la parte inferior.

3. En la 20ª semana ya es visible desde el exterior. El vientre es prominente y alcanza la altura del ombligo. Puede decirse que se divide en dos partes por una línea imaginaria que va del ombligo al pubis.

4. A partir de la 37ª semana el seno uterino comienza a descender, más o menos por debajo de la zona del apéndice.

Una vez se ha producido el parto el útero inicia casi automáticamente su reducción, recuperando su tamaño natural. Proceso que durará alrededor de un mes hasta llegar a su total restablecimiento.

5. Después del alumbramiento la matriz todavía mantiene el tamaño adquirido en el embarazo, pero ahora es un espacio vacío.

6. Pasada una semana desde el día del nacimiento del niño, el tamaño del útero será más pequeño, debido a las contracciones musculares o entuertos.

7. Cuando el bebé celebre su primer mes de vida, el útero ya tendrá su tamaño normal original y las paredes vaginales se habrán recuperado totalmente de la dilatación del embarazo.

 

¿Cómo se desenvuelve el bebé dentro de la madre?

El ultrasonido diagnóstico, o más conocido como ecografía, ha permitido conocer cómo crece y se desarrolla el futuro bebé dentro del vientre materno, gracias a la obtención de imágenes en dos dimensiones. No obstante, éstas no brindan mucha información sobre el comportamiento fetal. Sin embargo, gracias a la ecografía 4D se pueden observar fácilmente los movimientos del feto en tiempo real. La aportación más revolucionaria de esta técnica es, indudablemente, la posibilidad de poder ver al feto en su medio natural. De este modo se pueden apreciar simultáneamente los movimientos de la cabeza, las extremidades y el cuerpo en tres dimensiones.

La mayoría de los patrones de movimiento fetal tienen lugar entre las semanas 7ª y 15ª, aunque la madre no comience a sentirlos hasta alcanzar la 20ª o 24ª semana de gestación.

Entre la 11ª y 12ª semana el bebé se golpea y mueve las piernecitas en una especie de acto reflejo.

A partir de la 13ª o 15ª semana pueden observarse prácticamente todos los patrones: salta, da patadas, se estira, sonríe, succiona, bosteza, rota sobre sí mismo, etc. Estos movimientos se irán volviendo más complejos a medida que avance el embarazo.

En la semana 18, en contra de la creencia de que permanecían sellados hasta final del embarazo, el feto es capaz de abrir los ojos.

A las 24 semanas además de abrir y cerrar los ojos, es capaz de sacar la lengua y se pueden vislumbrar ya sus primeras expresiones faciales.

En la semana 26 se comporta casi como un bebé: se ríe, llora, se rasca, succiona, patalea…

Hacia el final del embarazo los movimientos serán menos frecuentes pero más definidos y perceptibles por la madre. El bebé apenas encuentra sitio para moverse y necesita un nuevo hogar. Ya está preparado para nacer.

 

 


Fuentes: National Geographic “En el vientre materno”. Instituto Universitario Dexeus.

Fecha de actualización: 09-02-2021

Redacción: Lola García-Amado

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