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Parto con fiebre

Parto con fiebre

Al contrario de lo que puedas pensar, la fiebre durante el parto no es indicativo de una infección fetal o amniótica. Es frecuente que esta fiebre aparezca en los partos largos y con anestesia epidural.

 

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Índice

 

¿Qué es la fiebre intraparto?

En medicina, se entiende como fiebre intraparto cuando la temperatura corporal pasa de los 38º C y persiste más de cuatro horas a pesar de haber tomado algún medicamento analgésico durante el parto. La fiebre intraparto tiene que cumplir varias condiciones:

- Tu temperatura debe ser mayor a los 38º C.

- Que reaparezca o persista en 4-6 horas tras haber administrado un analgésico/antitérmico (por ejemplo paracetamol).

- Que sea en el parto o en las horas siguientes a este.
 

¿Es normal tener fiebre en el parto?

En ginecología, la fiebre intraparto está presente entre el 10 y el 34% de los partos. Se suele asociar con la anestesia epidural, en los partos prolongados, aumento de partos instrumentales y cesáreas.

En un estudio del Hospital Universitario Basurto (estudio) ha encontrado que en el grupo de fiebre intraparto aumenta significativamente en los partos más largos, se dobla en los casos de partos instrumentales y es 3 veces mayor en los partos con cesárea.

Sin embargo, no se observaron diferencias en el test de Apgar ni en el pH de cordón de los recién nacidos.

Según este estudio las causas de fiebre en el parto ordenadas de mayor incidencia a menor son:

1- Parto prolongado

2- Administración de anestesia epidural

3- Partos con cesárea

4- Partos instrumentales
 

¿Puede ser la fiebre síntoma de que mi bebé no está bien?

Algunos estudios relacionan la fiebre de las mujeres embarazadas con algunos resultados neonatales adversos. Algunos ejemplos de esto sería:

- Mayor incidencia de líquido amniótico meconial

- Convulsiones neonatales

- Necesidades de reanimación neonatal

Estos resultados adversos son independientes de que la fiebre sea de origen infeccioso o secundaria a la epidural. Estarían relacionados con la liberación interleucinas y mediadores de la respuesta inflamatoria que hay en ambos tipos de fiebres. En este estudio del Hospital Universitario de Basurto no se encontraron diferencias significativas entre los tipos de fiebre y los resultados neonatales adversos.
 

¿Puede tener consecuencias la fiebre en el parto para mi bebé o para mí?

La presencia de fiebre intraparto (tanto la infecciosa como la que no lo es) supone un mayor esfuerzo para ti como madre y obliga al ginecólogo a tomar decisiones como administrar medicamentos analgésicos y antibióticos y, en algunos casos, a acortar el tiempo del parto.

Si el parto es agotador, en los casos en los que la madre tiene fiebre el consumo de energía es aún mayor.

Cuando aparece la fiebre se debe realizar una evaluación clínica en busca de los factores infecciosos para poder poner tratamiento y se intenta acortar al máximo las horas de dilatación.

Se debe tener en cuenta que los partos con fiebre terminan con mayor frecuencia en parto instrumental. También en las madres que tienen fiebre aumenta la tasa de cesáreas con el fin de aumentar el bienestar materno y fetal.

En algunos casos, el bebé puede llegar a presentar fiebre también, aunque sea secundaria a la que presenta la madre, y puede obligar al personal médico a realizarle pruebas especiales para descartar que tenga como origen un problema infeccioso.

Los bebés recién nacidos de madres con fiebre intraparto tienen mayor riesgo de resultados adversos y necesitarán con mayor frecuencia la administración de oxígeno o reanimación tras el parto inmediato.

 

¿Qué me van a hacer si se tengo fiebre intraparto?

En España el parto con epidural es el más frecuente y, como hemos dicho, es el motivo principal por el que se presenta fiebre durante el parto. Pero, aunque el motivo más frecuente de la fiebre intraparto sea la epidural, los facultativos están obligados a hacerte una valoración clínica completa para descartar otras posibles causas.

Aunque tengas la epidural puesta, lleves varias horas de parto, y la sospecha del origen de la fiebre sea esa, están obligados a hacer un diagnóstico y descartar las otras posibles causas.

Lo primero que van a hacer es tomarte las constantes, pulso y tensión, además de comprobar que no existe ningún otro foco infeccioso o causa (por ejemplo un resfriado o signos de flebistis). En caso de que se sospeche de esto, se debe completar el estudio con radiografías, análisis de orina o las pruebas que ellos consideren necesarias.

Además, el feto debe estar monitorizado en todo momento mediante el registro cardiotocográfico o “correas”. Es frecuencia que el pulso del bebé se acelere (taquicardia fetal) y que puedes percibirlo tu misma escuchando el latido de tu bebé.

Si todas las pruebas son negativas, te pueden administrar un analgésico o un antipirético habitual (del tipo paracetamol o similar).

Si la fiebre sigue subiendo o si reaparece a las 4-6 horas se debe intensificar el estudio con nuevas pruebas (análisis de sangre, cultivos de orina y de sangre, radiografías, etc.) y se administrarán antibióticos de forma profiláctica.

Después de esta situación hay que volver a controlar la dilatación y hacer un pronóstico y vías del parto. Si este registro es tranquilizador, se puede comprobar la oxigenación del feto por medio de una gasometría del feto, y actuar en consecuencia.

Si se ve que el parto va a ser largo, si el registro o la gasometría no indican un bienestar fetal, si la fiebre progresa a pesar del tratamiento, o existe un empeoramiento de tu estado general, se puede optar por una cesárea. Puede que esto rompa con los planes que tenías sobre tu parto, pero estate tranquila, es por tu bien y por el de tu bebé.

Cuando el bebé nace, se irá observándolo en las primeras horas del parto por si se pudiese observar algún problema en él.

En algunas ocasiones, si las pruebas contienen unos resultados que no son los normales, se puede tener que mantener los antibióticos tras el parto, durante unos días. También puede que sea necesario que te realicen nuevas pruebas.


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