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¿Cómo ayudar a mi bebé a dormir?

¿Cómo ayudar a mi bebé a dormir?

¿Tu bebé tiene problemas para conciliar el sueño? ¿Le cuesta dormirse aunque esté muy cansado? ¿Se despierta muy a menudo de día y de noche y duerme poco tiempo seguido? Quizá solo se deba a unos hábitos y rutinas incorrectas y puedas solucionarlo siguiendo unos cuantos consejos.

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Indice

 

¿Realmente el bebé tiene problemas para dormir?

Lo primero que un padre debe tener seguro antes de hacer nada es que realmente su hijo tiene un problema de sueño ya que, para muchos padres primerizos, algunos hábitos normales en bebés pueden no serlo por falta de conocimiento, lo que no significa que el bebé no duerma bien (para su edad).

Por ejemplo, muchos recién nacidos duermen hasta 20 horas al día durante las primeras semanas tras el embarazo y el parto, pero pasado este tiempo comienzan a dormir menos o menos horas seguidas. Así, muchos padres se encuentran con que los primeros días tienen que despertarle para comer y, de repente, se despierta él solo cada 2 horas. Esto es algo normal que no debe preocuparte ni implica ningún problema de sueño.

Asimismo, entre los 0 y los 3 meses el porcentaje de sueño REM es mayor que en el adulto y pasa del estado de vigilia al REM sin pasar por los estadios de sueño No REM, lo que hace que pueda despertarse con mayor facilidad en los primeros 20 minutos de sueño.

Además, es normal que no duerma más de 4 horas seguidas ya que necesita comer muy a menudo, incluso de noche, aunque depende de cada niño.

En estos primeros meses son caóticos, lo que significa que duermen cuando quieren, sin seguir unos horarios fijos, aunque es bueno que desde las 4 semanas vayas introduciendo una rutina en su vida.

A partir de los 3 meses el sueño se vuelve más predecible y sigue unos horarios. Ya es posible saber cuándo le toca dormir la siesta de la mañana o las de la tarde, ya que suele hacerlo siempre a la misma hora. Duerme unas 15 horas, repartidas en 10 horas nocturnas y las otras 5 en varias siestas diurnas. Asimismo, ya no se duermen en fase REM, pasan por la fase NoREM.

El problema es que a esta edad el sueño del principio es más ligero y por eso pueden despertarse al pasar del sueño ligero al profundo, por lo que es normal que hagan siestas más cortas por el día y no duerman más de 40 minutos seguidos, aunque pueden volver a dormirse si los meces o los mueves. Y también por eso los despertares son habituales. 

Hacia los 6 meses van desapareciendo las tomas nocturnas y pueden dormir 8 o 9 horas del tirón, aunque duermen menos de día. También es normal que hacia los 8 meses comiencen los llantos de angustia en medio de la noche, que aparecen porque, al despertarse tras un sueño, se encuentra solo. Bastará con ir a su lado para que se calme y vuelva a dormirse.

Entre los 9 y los 12 meses las siestas diurnas se reducen a 2, una por la mañana y otra por la tarde, que se quedarán en una sola hacia el año y medio.

Con 12 meses el sueño ya tiene todas sus fases, solo necesita que su cerebro madure para dormir igual que los adultos. No obstante, sigue siendo habitual que se despierten una o más veces por la noche ya que aparecen las pesadillas, los terrores nocturnos o, simplemente, se despiertan y tienen sed, les duele algo o sienten miedo.


¿Cómo ayudar a dormir al bebé?

Todos estos son parámetros habituales, lo que no significa que todos los bebés los cumplan a rajatabla o que se den de la misma manera en todos los niños. El sueño es algo muy personal que varía muchos de unos niños a otros y que cambia incluso en el mismo niño de un día a otro.

Pero si tu niño no se mueve dentro de estas directrices y duerme muchas menos horas de lo normal, no consigue conciliar el sueño solo, se despierta más de 10 veces por la noche o se encuentra cansado por el día, hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar y favorecer su sueño:

1. Establece una rutina para el bebé desde el principio y mantenla siempre en la misma dirección, evitando cambiarla a no ser que sea un día especial. El reloj interno de tu hijo se ajusta más rápidamente a la rutina si esta sigue un patrón natural y constante. Lo habitual es un baño de agua tibia (que ayuda a relajar al bebé y a conciliar el sueño), la cena y luego leerle un cuento o cantarle una nana en la cama.

2. Acuesta a tu bebé cuando esté casi dormido pero aún despierto para que se termine de dormir en la cuna y se acostumbre a hacerlo ahí. No es bueno dormirlo en el sofá y llevarlo luego a la cuna, debe dormirse donde vaya a pasar la noche.

3. Las siestas no deben hacerse muy cerca de la hora de acostarse, ya que pueden retrasar el sueño de la noche. Recuerda además que eliminar la siesta no garantiza más horas de sueño por la noche. Si llega muy cansado a la hora de irse a la cama, puede tener más problemas para conciliar el sueño y hacer que se despierten antes por la mañana.

4. Ponle ropa cómoda para dormir, y procura que no esté ni muy abrigado ni poco para que no sienta ni calor ni frío. La temperatura ideal de la habitación en invierno está entre los dieciséis y los veinte grados, y en verano no más de 25º C ni menos de 22º C si hay aire acondicionado.

5. Es mejor que el bebé se acostumbre a dormir sin luz ya que, cuando anochece, el cerebro produce una sustancia química llamada melatonina que induce al sueño. Pero si le da miedo la oscuridad o se pone nervioso, puedes dejar encendida una luz indirecta (la del pasillo, por ejemplo) o una lamparita de noche infantil.

6. A algunos bebés les ayuda a dormir que les cuenten un cuento, mientras que otros prefieren oír música relajante, como al del móvil de la cuna. Prueba a ver qué funciona mejor con tu bebé.

7. Si duerme con chupete, prueba a dejarle varios en la cuna para que los encuentre si se despierta en medio de la noche. También hay bebés que necesitan un peluche o mantita para conciliar el sueño.

8. Ten en cuenta que no todos los niños necesitan dormir siesta. Algunos, a los 18 meses, ya no necesitan la siesta de la mañana o la de la tarde con 2 años. No le obligues, si no está cansado, será suficiente para él, no todos tienen las mismas necesidades de sueño.

9. Acostarse tarde no implica dormir mejor, es otro mito sobre el sueño. Los niños que se van a dormir muy tarde están más cansados y en un estado de alerta que dificulta conciliar el sueño. Tampoco adelantar la alimentación sólida o darle leche con cereales antes de irse a la cuna hace que el niño duerma más horas seguidas. De hecho, cenar mucho o algo que no sea apropiado puede también dificultar el sueño.

Si nada funciona, consulta a su profesional de medicina, ya que el sueño es fundamental para la salud. 


Fuente:

AEP

Fecha de actualización: 06-10-2021

Redacción: Irene García

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