¿Cómo ayudar a mi hijo a tolerar la frustración?

Índice

• ¿Qué es la frustración?
• Características de los niños con baja tolerancia a la frustración
• Consejos para ayudar a niños con baja tolerancia a la frustración

 

¿Qué es la frustración?

El concepto de frustración se define como el sentimiento que se genera en un individuo cuando no puede satisfacer un deseo planteado. Ante este tipo de situaciones, la persona suele reaccionar a nivel emocional con expresiones de ira, ansiedad o enojo. Tolerar la frustración es una actitud que puede desarrollarse y trabajarse, ya que significa que podemos ser capaces de afrontar los problemas y limitaciones que se nos presenten, a pesar de las molestias o incomodidades que estas puedan causarnos. La frustración es un estado transitorio y, por tanto, no permanente: no hay que confundir la tolerancia a la frustración con la tolerancia al fracaso.

Es muy común que los niños piensen que el mundo gira a su alrededor, que todo lo que pidan o necesiten lo consiguen en el momento. Los niños no saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás. Es entonces cuando hay que empezar a enseñar a los niños a tolerar la frustración. Si como padre siempre le das a tu hijo todo aquello que pide, el niño no aprenderá a tolerar el malestar que provoca la frustración y a hacer frente a situaciones adversas. Y como consecuencia, en la edad adulta, seguirá sintiéndose mal cada vez que no consiga aquello que se ha propuesto.

Existen teorías que defienden que, si no se enseña a los niños a aceptar los fracasos, es posible que desarrollen una actitud agresiva.

Características de los niños con baja tolerancia a la frustración

La mayoría de las veces los niños que presentan baja tolerancia a la frustración presentan las siguientes características:

- Son exigentes y demandantes.

- Son muy impulsivos e impacientes.

- Siempre buscan satisfacer sus necesidades en forma inmediata, de no ser así hacen berrinche y lloran hasta tener lo que desean.

- Son más propensos a la ansiedad y depresión. 

- Creen que todo es injusto y todo el mundo está contra ellos.

- No saben adaptarse.

- No se atreven a aceptar nuevos retos.
 

Consejos para ayudar a niños con baja tolerancia a la frustración

Para enseñar al niño a tolerar la frustración, existen consejos útiles que mencionamos a continuación:

- Sé un buen ejemplo.

- Exígele esfuerzo y trabajo.

- Dale tareas y responsabilidades adaptadas a su edad.

- No cedas ante sus rabietas, mantente firme.

- Márcale metas y objetivos.

- Enséñale a ser perseverante y no rendirse.

- Enséñale a reconocer y controlar sus emociones.

- Dale herramientas para gestionar sus emociones cuando esté frustrado.

- Dile que pida ayuda cuando no sepa cómo actuar.

Ante la frustración, hay que enseñar a los niños formas positivas de hacer frente a estos sentimientos adversos. Para ello, se pueden utilizar distintas estrategias:

1. Enseñarle técnicas de relajación. Todos nos enfrentamos a las situaciones adversas de una forma más positiva si estamos relajados. Un buen consejo es enseñar a los pequeños a aumentar su tolerancia a la frustración a través de la relajación del cuerpo. O la técnica de la tortuga.

2. Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda. Si a tu hijo le cuesta pedir ayuda, o la pide constantemente y de inmediato, hay que enseñar al niño a intentar encontrar una solución primero. Si se siente frustrado al realizar alguna tarea, debemos intentar enseñarle a evitar la frustración: “¿Qué podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonar la tarea?”.

3. Reforzar las acciones apropiadas del niño. Es importante celebrarle a tu hijo cuando retarde su respuesta habitual de ira ante la frustración, y cuando utilice una estrategia adecuada.

4. Modificar la tarea. Enséñale a tu hijo una forma alternativa de alcanzar sus objetivos.

En conclusión, cabe recordar que la frustración forma parte de la vida. Aunque no se puede evitar, se puede aprender a manejarla y superarla y aumentar de esta forma la tolerancia a la misma. Aprender a tolerar la frustración facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida y al aprendizaje. Por ello, cuanto antes se lo enseñemos a nuestros hijos, mejor.

Si necesitas ayuda, habla con un profesional de psicología.