• Buscar

El VIH y el embarazo

El VIH y el embarazo

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana o VIH es una enfermedad que afecta al sistema inmunológico produciendo una disminución de las defensas. Se transmite por vía sexual, sanguínea y de madre a hijo, por lo que hasta hace unos años no se recomendaba que las mujeres con VIH fueran madres ya que les transmitían el virus a sus hijos. Sin embargo, hoy en día es posible evitar este contagio al feto siguiendo una serie de medidas.

Publicidad

Indice

 

¿Qué es el VIH?

El VIH no es lo mismo que el SIDA, aunque muchas personas lo confundan. El primero es un retrovirus que afecta al sistema inmunológico. Durante varios años el organismo puede permanecer en una situación de aparente equilibrio, aunque  el VIH se sigue multiplicando en las células e infectando otras nuevas pero sin producir ningún síntoma ni signo aparentes de enfermedad. Finalmente, si no se accede al tratamiento antirretroviral y se deja evolucionar la infección, se produce un debilitamiento paulatino de las defensas del organismo y aparecerán entonces los signos y síntomas propios del SIDA (el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Así, el SIDA en medicina es un estado avanzado de la infección causada por el VIH. En este caso, el paciente tendrá que recibir tratamiento para las enfermedades definitorias que padezca (como sarcoma de Kaposi, muy habitual) y tratamiento antirretroviral.

El VIH puede transmitirse por tres vías: sexual, sanguínea y de madre a hijo. Hasta hace pocos años la infección por VIH era una enfermedad con una elevada mortalidad. En la actualidad, y debido a la existencia del tratamiento antirretroviral, se ha transformado en una enfermedad crónica. Tal vez este sea uno de los motivos por los que ha habido un importante repunte de esta enfermedad en los países desarrollados, lo que significa que hay que seguir insistiendo  en la información, en especial a los jóvenes, sobre las formas de transmisión y medidas de prevención de la infección por VIH. Contraer una infección por VIH actualmente significa un seguimiento médico y un tratamiento continuo con los problemas asociados de salud que conlleva.

La buena noticia para estas personas es que el tratamiento actual, que consiste en la combinación de varios fármacos (antirretrovirales) que actúan de distinta manera en el ciclo replicativo del VIH impidiendo la integración y multiplicación en las células del sistema inmunológico evitando de esta forma el deterioro del mismo, evita la progresión de la enfermedad reduciendo la replicación del virus (carga viral en sangre) a niveles indetectables, mejora el sistema inmunitario y minimiza la transmisión a otras personas.

Además, la tasa de supervivencia en países con acceso a los medicamentos ha mejorado considerablemente ya que la infección por VIH se ha convertido en una enfermedad crónica, que rara vez desemboca en SIDA. La supervivencia ha mejorado claramente, siendo similar a la de la población no infectada por VIH si la infección por VIH se diagnóstica y trata pronto.

Y, aunque actualmente no existe cura definitiva, los fármacos actuales antirretrovirales son más potentes, con menos efectos adversos y más sencillos de tomar que los existentes hace unos años. Asimismo, cada vez es mayor el conocimiento acerca de la biología del VIH y se está investigando en vacunas y otros tratamientos que posiblemente tras años de investigación lleven a la cura de esta infección.

También la sensibilización de la sociedad ante este virus ha cambiado radicalmente en los últimos años. La gente ya sabe cómo se produce la infección y tiene menos miedo, lo que facilita la integración de personas con VIH en la vida diaria, aunque todavía tienen que enfrentarse a problemas. Así lo explica Sara, contagiada por VIH desde su nacimiento: "La gente se lo toma dependiendo del modo en que se lo expongas. Si tú te tratas diferente y te infravaloras, los demás también lo harán. En el tema laboral sé por otras personas que es muy distinto, en mi experiencia laboral actual no hay problema (ya que trabajo en una organización relativa al VIH), pero a la hora de realizar otras prácticas no lo dije".

La parte buena, añade Sara, es que "la investigación es tremendamente buena y eficaz. En cambio el progreso científico no va a la par que el social, pues sigue faltando información a pie de calle y no tan a pie de calle, puesto que aún existe estigma, prejuicios y miedos irreales. La información, la protección y la salud de las personas que vivimos con VIH es fundamental.  Al igual que la información, la no difamación y el trabajo colectivo de la población  para no herir a los demás sino para convivir mejor todos juntos tanto en el estigma por VIH como en cualquier otra enfermedad o ámbito".

 

VIH y maternidad

Hasta hace unos años las personas con VIH transmitían el virus a sus hijos, por lo que no era conveniente que tuvieran niños. Pero hoy en día, tanto las parejas en las que uno de los miembros de la misma (parejas serodiscordantes) como ambos son seropositivos pueden tener un bebé sano, pero se requieren una serie de medidas médicas. Es necesario que consulten a su especialista en VIH cuando deseen ser padres para recibir consejo preconcepcional  ya que se pueden dar distintas circunstancias que requieran un abordaje médico particular. Lo que siempre será necesario es que la persona infectada por VIH de la pareja, o ambas si lo están, estén recibiendo tratamiento antirretroviral y estén con carga viral indetectable (virus VIH bien controlado) para minimizar el riesgo de transmisión.

Además, si es la mujer la que tiene VIH y queda embarazada existen una serie de medidas que aplicadas a la gestación, parto y al recién nacido disminuyen mucho el riesgo de transmisión materno-fetal.

Es fundamental que la mujer que desea quedarse embarazada sepa que para evitar la transmisión a su bebé debe mantener controlado al VIH (lo que equivale a decir tener la carga viral del VIH indetectable) durante la gestación y el parto. Por este motivo el TAR está indicado en todas las gestantes.

El parto podrá ser por vía vaginal o cesárea programada dependiendo del control de su infección por VIH y de la opinión de su ginecólogo.

Se evitará la lactancia materna, ya que el niño se podría contraer el VIH al mamar. El niño recibirá tratamiento antirretroviral preventivo oral durante 4-6 semanas y será seguido por el pediatra durante los primeros años de vida.


Fuente: Dra. Pilar Miralles, de la Unidad de Antiinfecciosas VIH/VHC del Hospital Gregorio Marañón (Madrid). Sara, trabajadora de Apoyo Positivo.

Fecha de actualización: 30-09-2020

Redacción: Irene García

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×