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Mi bebé tiene infección estomacal

Mi bebé tiene infección estomacal

La infección estomacal es común, pero en los bebés, sobre todo en los recién nacidos, puede llegar a ser muy peligroso.

 

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Índice

 

¿Qué es una infección estomacal?

Comúnmente se conocen las infecciones estomacales como gastroenteritis o gripe estomacal. Se trata de una inflamación del revestimiento del estómago.

Esto puede afectar a todo el mundo, da igual la edad. Pero en los bebés, en las personas mayores o en las personas con un sistema inmunológico débil, puede llegar a ser peligroso ya que pueden llegar a desarrollar complicaciones. Estos virus suelen ser leves y desaparecer por sí solos.

La gastroenteritis puede estar causada por diferentes virus como puede ser:

- Norovirus: es el virus más común que causa la gastroenteritis vital.

- Rotavirus: las vacunas pueden prevenir la infección por rotavirus.

- Adenovirus

- Astrovirus

El Norovirus causa infecciones en personas de todas las edades, en cambio, el Rotavirus, el Adenovirus y el Astrovirus con mayor frecuencia infectan a los bebés y a los niños pequeños, aunque también pueden infectar a los adultos. Debes tener en cuenta que los virus pueden causar gastroenteritis en cualquier época del año.


¿Cuáles son los síntomas de una infección estomacal?

- Dolor de estómago

- Náuseas y vómitos

- Pérdida del apetito

- Diarrea

- Fiebre

- Dolor de cabeza y dolores corporales

Para diagnosticar una infección estomacal el profesional de medicina hará a tu bebé un examen físico y te preguntará sobre los síntomas. En algunos casos también el especialista en pediatría puede pedirte una muestra de heces de tu bebé para analizarla y así descartar otros posibles problemas de salud.


¿Cómo se trata una infección estomacal?

Debes tener en cuenta que no existe ningún medicamento que pueda tratar un virus estomacal. Se debe dejar seguir el curso de la infección de estómago, pero sí se pueden hacer una serie de cosas para aliviar los síntomas:

- Dieta blanda

- Bebidas claras y gaseosas

- Mantener una buena hidratación

- Descansar mucho

- Evitar las bebidas energéticas, son mejores los sueros de rehidratación oral para evitar la deshidratación

Si los vómitos y la diarrea persisten y el bebé no quiere comer o beber, puede sufrir deshidratación. En este caso puede que sea necesario acudir al hospital para obtener el líquido por vía intravenosa. En la mayoría de estos casos se inyecta una solución salina en las venas para poder reemplazar los líquidos. Si quieres saber si tu bebé está deshidratado debes fijarte en:

- Tiene la orina oscura y amarilla

- Orina poco

- Tiene mucha sed

- El bebé está mareado o se desmaya

- Tiene el ritmo cardíaco acelerado

- Tiene una respiración acelerada

- Falta de energía

- Está confuso

- Está irritable

- Está molesto

- Lloran sin lágrimas

Solo en algunos casos será necesario recurrir a medicamentos como antibióticos (si la infección es bacteriana), antidiarreicos, probióticos o medicamentos para prevenir los vómitos. Pero consulta siempre a tu médico, ya que normalmente no son necesarios. 

Los principales medicamentos que se utilizan en caso de infección intestinal en niños son azitromicina, ceftrixona, trimetoprima con sulfametoxazol, metronidazol o albendazol. En algunos casos, el pediatra podría recomendar antidiarreicos como el Racecadotrilo, subsalicicato de bismuto y Diosmectina, por ejemplo. Y si hay vómito debido a la infección podría recetar medicamentos como ranitidina u omeprazol, por ejemplo. Los medicamentos analgésicos como por ejemplo el Ibuprofeno o el Paracetamol solo  deben usarse si hay fiebre.


¿Cuándo acudir al médico cuando un bebé tiene una infección estomacal?

- Si un bebé tiene signos o síntomas de gastroenteritis debes llamar a su médico para pedir consejo. La diarrea es especialmente peligrosa en recién nacidos y bebés ya que puede causar deshidratación severa en tan solo uno o dos días.

Acude al médico de inmediato si tu bebé presenta:

- Cambios en el estado mental del bebé (como irritabilidad o falta de energía)

- Diarrea que dura más de un día.

- Cualquier elevación de fiebre.

- Frecuentes evacuaciones de heces blandas.

- Vómitos frecuentes.

- Dolor severo en el abdomen o en el recto.

- Tiene alguno de los síntomas de deshidratación que hemos mencionado antes.

- Heces negras y alquitranadas o que contienen sangre o pus.

También debes solicitar la ayuda de un médico cuanto antes si el bebé es muy pequeño, nació prematuramente o tiene historial de otras condiciones médicas. También solicita ayuda de un médico de inmediato si el niño no puede beber suficientes líquidos os soluciones de rehidratación oral para prevenir la deshidratación, o o si el niño no mejora después de tomar soluciones de rehidratación oral.
 

Consejos para llevar mejor el virus estomacal de tu hijo

- Lávate las manos y las cosas que puede tocar el bebé: esta es una de las mejores defensas que se pueden tener para evitar el virus del estómago. Piensa que algunos virus duran en las superficies varios días. Trata de hacerlo lo mejor posible, pero seguramente no puedas seguir la pista de todo lo que toca tu bebé. Además, debes cambiar las sábanas con mucha frecuencia y limpiar bien las zonas donde hay vómito.

- Piensa que son 24 horas: la mayoría de los pediatras te dirán que el vómito no suele durar más de 24 horas en el caso de las gastroenteritis típica, pero de vez en cuando esta situación dura más. Es normal que los niños vomiten más que los adultos.

- Mentalízate: no va a ser agradable cuidar a un bebé que tiene una infección estomacal ya que seguramente se pase el día vomitando. Además, no solo te puede dar asco tener que limpiar los trozos de vómito de la alfombra, de las sábanas o de cualquier otra superficie, también te sentirás muy preocupada al ver que tu bebé no deja de vomitar y puede que te contagies tú. Para no contagiarte lo mejor es que te laves las manos con frecuencia.

- No le des medicamentos: no es común que los bebés y los niños necesiten medicamentos cuando se están recuperando de una gastroenteritis. Algunos medicamentos para las náuseas con compatibles con el uso de los niños, pero deben ser recetados. Habla con el pediatra del niño si este ha estado vomitando más de 24 horas seguidas o si se está deshidratando. Piensa que el vómito es una reacción del cuerpo del niño para liberarse de la infección.

- Intenta averiguar de dónde ha venido el virus: ten en cuenta que la mayoría de las veces no podrás determinar de dónde ha provenido la infección, pero al menos debes intentarlo. 

- Mantén la casa limpia: limpia tu hogar para que la infección no se propague entre la gente que vivís ahí. Debes limpiar tu casa con jabón, agua y lejía para mantener las cosas bajo control.

- Disfruta de tu hijo: si miras el lado bueno de esta terrible situación te darás cuenta de todo lo que te necesita tu hijo. Cuando los niños están enfermos es cuando verdaderamente te demuestran que necesitan a sus padres más que a nada en el mundo.


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