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¿Cuándo llevar a un bebé a la playa?

¿Cuándo llevar a un bebé a la playa?

Ir la primera vez a la playa con tu bebé es una decisión complicada porque su piel aún está delicada y puede deshidratarse fácilmente. Sin embargo, si tomas las medidas adecuadas, disfrutar de la playa puede ser posible.

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Índice

 

¿Cuándo llevar al bebé por primera vez a la playa?

Todos los padres con hijos recién nacidos se plantean muchas dudas a la hora de decidir ir o no a la playa en las futuras vacaciones. Cuál sería la edad óptima para que un bebé pueda ir al mar, qué es lo que tiene que llevar y cómo protegerle del sol son algunas de ellas.

La respuesta a cuándo podéis ir con vuestro bebé a la playa es a partir de los dos o tres meses, siempre que toméis las precauciones adecuadas. No obstante, muchos profesionales de pediatría recomiendan esperar a los 6 meses ya que antes de esta edad no debe darle el sol directo.

Asimismo, la playa antes de los 9 o 10 meses no es muy interesante para los bebés, por lo que debes tener en cuenta proteger sus rutinas y horarios y evitar el calor intenso para que esté cómodo. Si notas que se pone nervioso, mejor ir a casa.

A partir de los 10 o 12 meses el peque podrá disfrutar de la arena, explorar, jugar en la orilla de playa… y disfrutar más, por lo que es más aconsejable ir a la playa desde esta edad, pero, si quieres ir antes, no hay problema siempre que sigas unos consejos.

 

Consejos para ir a la playa con el bebé

El pequeño tiene que estar a la sombra todo el tiempo, vestido y bien hidratado. Hay que tener mucho cuidado porque cuando el niño esté bajo la sombrilla también puede estar expuesto al reflejo del sol y provocarle quemaduras, puesto que su piel es muy sensible. Una alternativa puede ser el uso de una tienda de campaña para que se encuentre bien protegido y que la arena tampoco sea una molestia.

Igualmente, debes evitar las horas de auge del sol, la mejor opción es bajar a la playa antes de las 12 del mediodía o después de las 5 de la tarde. En las horas centrales del día es cuando los rayos queman con más intensidad y le puede dar una hipertermia o golpe de calor. 

Por otro lado, no olvides que la ropa que elijas para tu bebé es fundamental para protegerlo del sol. Una camiseta blanca de algodón tiene un UPF (Factor de Protección Ultravioleta) entre 5 y 7, pero si se moja, su protección se reduce a 3. En cambio, una camiseta de color verde protege casi un 50% más que una blanca. Es decir, el color de la tela, el contenido de fibra y el tipo de tejido pueden resguardar en más o menos medida de las radiaciones solares. Por esta razón, muchas marcas textiles de ropa han diseñado una línea especial de ropa de verano con un tejido que protege de los rayos del sol, algunas incluyen un factor solar de 50.

No hace falta que le des crema, y tampoco es recomendable hacerlo antes de los 6 meses, ya que no debe darle el sol directo.

En cuanto a la hidratación, tu bebé debe estar alimentado en todo momento con lactancia materna o de fórmula. No hace falta que le des agua si está tomando el pecho, aunque si hace mucho calor y te parece que le hace falta, puedes ofrecerle un poco de agua embotellada de baja mineralización; aunque lo mejor es ofrecerle más a menudo el pecho.

Tampoco debes meterlo en el agua si es menor de seis meses porque el agua puede estar sucia, fría y puede haber medusas. Además, probablemente no le gustaría. Espera al año que viene para jugar con él en el mar.

Cuando cumpla los 8 o 10 meses puedes probar a meterle los pies en el agua -siempre que lleve gorra, ropa y crema- aunque lo más probable es que no sea de su agrado por la sensación de frío y las olas.

Por último, no olvides que debes estar pendiente todo el tiempo de él para que cuando no se sienta a gusto, marcharos de la playa otro sitio. Recuerda que tu hijo es lo primero.


Fuente:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Fecha de actualización: 24-09-2021

Redacción: Esperanza Pavón

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