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Síntomas y diagnóstico de la shigelosis

Síntomas y diagnóstico de la shigelosis

La shigelosis es una infección del revestimiento del intestino causado por un grupo de bacterias llamadas Shigella. Los síntomas principales de esta infección son dolor abdominal fuerte, fiebre, sangre o pus en las heces, vómitos y diarrea. El tratamiento incluye medidas para evitar la deshidratación y medicamentos para acabar con la infección.

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Indice

 

¿Qué es la shigelosis?

Existen diversos tipos de bacteria Shigella que pueden causar infecciones intestinales:

- Shigella sonnei o shigella del "grupo D", responsable de la mayoría de los casos de shigelosis.

- Shigella flexneri o Shigella del "grupo B", causante de los demás.

- Shigella dysenteriae o Shigella del "grupo A", rara en países desarrollados pero la más habitual en países en desarrollo.

El contagio se produce a través del agua o los alimentos contaminados, por lo que es más frecuente en zonas con condiciones sanitarias deficientes o superpobladas. También se puede propagar mediante el sexo oral-anal sin protección, el uso de piscinas con una cloración insuficiente o entre personas que viven juntas.

Los síntomas aparecen alrededor de 1 a 7 días después de estar en contacto con la bacteria:

- Dolor abdominal súbito o calambres

- Fiebre aguda

- Sangre, moco o pus en las heces

- Dolor rectal con cólicos

- Vómitos y náuseas

- Diarrea líquida

Para confirmar el diagnóstico se pueden hacer una serie de pruebas como coprocultivo (cultivo de heces), análisis de sangre o valorar la sensibilidad abdominal.


Tratamiento de la shigelosis

Además de combatir la infección bacteriana con antibióticos, es fundamental evitar la deshidratación causada por la pérdida de líquidos y electrólitos (sal y minerales) por la diarrea y los vómitos. Para ello, se pueden administrar soluciones electrolíticas, generalmente por vía oral, pero si el paciente no retiene nada habría que recurrir a los líquidos intravenosos, especialmente en el caso de niños o ancianos.

Normalmente la infección es leve y desaparece espontáneamente entre 4 y 8 días después, sin necesidad de antibióticos. Solo aquellas personas desnutridas o con sistemas inmunológicos débiles pueden desarrollar síndrome urémico hemolítico (insuficiencia renal con anemia y problemas de coagulación) o artritis reactiva. Las infecciones graves pueden durar de 3 a 6 semanas.

Además, 1 de cada 10 niños con enteritis por shigella grave desarrollan problemas en el sistema nervioso: convulsiones febriles o encefalopatía.

Por último, para evitar la propagación de la infección hay que mantener una higiene meticulosa en torno a los infectados: lavarse mucho las manos, limpiar bien los baños y objetos que toquen o usen, no compartir ciertos objetos, etc.


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