¿Cómo ayudar a mi hijo introvertido?

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• ¿Cómo son los niños introvertidos?
• ¿Cómo ayudar a los niños introvertidos?

 

¿Cómo son los niños introvertidos?

Los niños introvertidos son personas que les cuesta compartir sus sentimientos y expresarse emocionalmente, son observadores, tienen una gran capacidad de escucha, son tranquilos y reflexivos, piensan las cosas antes de decirlas, prefieren realizar actividades individuales, sus errores los ven como fracaso y no los consideran áreas de oportunidad, son creativos y tienen mucha imaginación, su relación con los demás es discreta y tratan de no sobresalir. 

Como podemos ver el que el niño sea introvertido no es algo malo, es parte de su personalidad y tendríamos que trabajar solo en su integración social.

Ser tímido no es un rasgo de la personalidad como en el caso de la introversión. El niño tímido tiene miedo  al contacto social e incluso se inhibe de relacionarse, y tiene la idea irracional de que no es aceptado por los demás, a diferencia de los introvertidos que optan por disfrutar de buenas relaciones que no son numerosas pero sí satisfactorias para ellos.

Los niños introvertidos no cumplen necesariamente con las mismas características, pueden ser:

- Niños introvertidos autosuficientes y confiados.

- Niños introvertidos con poca confianza en sí mismos, con miedo a las interacciones sociales y carentes de habilidades comunicativas. Este tipo de introversión suele asociarse erróneamente a la ansiedad y confundirse con la timidez.

Es justo lo contrario de la extraversión. 
 

¿Cómo ayudar a los niños introvertidos?

Como padres de niños introvertidos podemos ayudarles respetando su propio ritmo, no forzando a tener contacto con los demás en encuentros sociales, necesita primero observar y poco a poco irá relacionándose a través del juego y su integración será sin presión y con agrado.

No debemos criticar a nuestro hijo por tener pocos amigos o salir poco cuando es mayor, recordemos que es su personalidad y él disfrutará estas amistades y sus pocas salidas por propia decisión.

En ocasiones podéis platicar cómo se sentiría si tuvierais una reunión en casa y él fuera el anfitrión, qué pasaría, cómo saldría avante de este compromiso; el representar estas escenas cotidianas de relaciones sociales le servirán para ir ganando seguridad.

Como padres, acostumbramos a pedir las cosas por él, le resolvemos algunas situaciones en su nombre pensando que lo estamos ayudando, pero solamente hacemos que su inseguridad crezca cada vez más. El que sea introvertido no justifica que los padres asuman por el niño su comunicación.

Una de las claves para ayudar a un niño introvertido es evitar la sobreprotección en el núcleo familiar, debe sentirse seguro, debemos permitirle que crezca, que se haga daño, que cometa errores y sobre todo que aprenda. La sobreprotección hará al niño más débil y retraído, la finalidad es fortalecerlo y que poco a poco supere el problema con ayuda de los papás.  Recuerda que aislarlo socialmente y meterlo en una burbuja de amor fraternal solo hará que el problema se agudice.

No etiquetes a tu hijo, ni te escudes en su manera de ser para excusarlo, debes permitirle que se relaje y que adopte con normalidad las situaciones desconocidas, hay que darle tiempo y espacio para que acepte las novedades y las descubra por sí mismo, superando sus miedos.

Hay que buscar oportunidades para que pueda relacionarse, salir a comer con niños de su edad, ir al parque, practicar su juego o deporte favorito invitando algunos amigos a casa. En estos casos, llegad de los primeros para que pueda estar al principio y sea más sencillo empezar a hablar con los otros niños o que le hablen a él al ser de los primeros.

Recuerda que menos es más, alaba cada progreso y cada logro que consiga y dale un empujoncito, pero sin forzarle. 

Por último, pero no menos importante, deberemos reconocer sus esfuerzos y méritos, ya que para algunos niños introvertidos superar ciertos miedos supone toda una odisea. El reconocimiento le ayudará a confiar en sí mismo, lo que le hará sentirse seguro para afrontar nuevos retos o nuevas situaciones desconocidas.