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¿Por qué los niños aprenden jugando?

¿Por qué  los niños aprenden jugando?

El juego es uno de los aspectos protagonistas en la vida de un niño, pues es en lo que ocupa la mayor parte de su tiempo y, cuando no, están pensando en cuándo van a poder hacerlo. Utilizar el juego como metodología de aprendizaje es una manera de conseguir captar y mantener su atención de los niños, logrando que aprendan mientras se  divierten.

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Índice

 

La importancia del juego en el aprendizaje

Se aprende realmente de lo que a uno le motiva, y los niños donde encuentran su entorno natural y motivador es en el juego, por lo que recomendamos utilizarlo y adaptarlo al aprendizaje en lugar de imponerles que estudien o hagan tareas que no les gustan.

El juego permite aceptar y aprender de los errores. Los niños podrán fracasar y a la vez aprender en un ambiente seguro sin tener miedo a las repercusiones, pueden equivocarse y aprender de manera natural y desenfadada a través de la dinámica de un juego, esto les ayudará a conseguir confianza en sí mismos y perder o disminuir el miedo a fallar, reforzando su autoestima.

Los niños adquieren e interiorizan los conceptos aprendidos de forma teórica y los ponen en práctica a través de juegos adaptados e interactuando con sus compañeros y aplicando lo aprendido en lugar de memorizarlos.

El desarrollo cognitivo en el juego se produce cuando los niños tienen que recordar, pensar, comprender y reflexionar sobre los conocimientos aprendidos para resolver alguna situación que se produzca en el juego. Se estimula la atención, la memoria, la imaginación y el razonamiento lógico.

El juego promueve las relaciones entre los niños y facilita la interacción, estimula el compañerismo y el trabajo en equipo. Se fomentan las habilidades sociales y de resolución de conflictos. Aumenta la motivación, la responsabilidad y disminuye la vergüenza del niño. En los juegos se deben conocer y acatar una serie de normas, lo que favorece el respeto.

El juego proporciona placer y felicidad. Las redes neuronales del aprendizaje se activan cuando la persona está contenta y relajada.  Es una herramienta fundamental que predispone al niño a aprender, vivir experiencias placenteras a través de la creación de un mundo de fantasía, tomando elementos de la vida real y transformándolos de forma que consigue desconectar y aliviar sus frustraciones.

Cuando los niños presentan déficit de atención necesitan una dosis extra de motivación y ¿qué puede motivar más que el juego? Cuando el aprendizaje es divertido, el niño no solo se limitará a la adquisición de unos objetivos sino a genera el deseo de seguir aprendiendo.

Los educadores siempre han considerado importante el juego en las clases, pero las crecidas demandas por la responsabilidad docente y los resultados medibles están empujando el juego a la periferia del currículo. Lo mismo pasa en las familias, la mayoría de los padres no dedica tiempo a jugar y apartan o limitan el juego con el afán de protegerlos de todo sin saber que el juego activo e imaginativo, con su rudeza y caídas, ayuda al desarrollo sensoriomotor y físico del niño en una forma natural que además les ayuda a prevenir la obesidad, así como también los recreos contribuyen a lograr un mejor rendimiento académico de los niños.

El juego activo e imaginativo se caracteriza por ser un recurso creador, tanto en el sentido físico (desarrollo sensorial, motor, muscular, coordinación psicomotriz), como en el mental, con un claro valor social y afectivo, puesto que contribuye a la formación de hábitos de cooperación y ayuda con un carácter motivador.
 

Jugar también en casa

El juego es importante no solo en la escuela, sino también desde casa debe fomentarse, incluyendo sobre todo la participación de los padres que dedican poco tiempo a jugar con sus hijos. El juego entre padres e hijos es de gran importancia porque de esta forma, los niños crecen más felices, imaginativos y tolerantes. El tiempo de juego promueve las habilidades socio-emocionales y permite más autocontrol emocional. Además pasan de la pasividad a la actividad, es decir, que a través del juego los niños aprenden haciendo y crean su propio aprendizaje, “un aprendizaje significativo”.

Resumiendo, el juego como herramienta de aprendizaje va creando en los niños una base para el éxito académico ya que fomenta la interacción y el desarrollo de las aptitudes del lenguaje, reconociendo y resolviendo problemas y descubriendo su potencial humano.  Gracias al juego, los niños adquieren el control de sus actividades y autonomía social, obteniendo la oportunidad de soñar y crear su propio significado.


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

Fecha de actualización: 11-02-2022

Redacción: Edgar Corona

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