¿Por qué los niños comen tierra?
Seguro que cuando has ido con tu hijo al parque le ha dado por probar un poco de tierra mientras jugaba a hacer castillos de arena. Lo cierto es que a esa edad su forma de investigar es llevándoselo todo a la boca.
Indice
Motivos por los que el niño come tierra
Comer tierra no es peligroso e incluso puede tener un beneficio bacteriano, pero la mejor opción es siempre evitarlo. Hay que prestar atención a si toma mucha cantidad o lo hace en repetidas ocasiones.
La razón principal es la que mencionamos al principio: a los niños les encanta explorar y descubrir, y para ello utilizan su sentido del gusto para obtener una perfecta exploración.
Por otro lado, existe un trastorno de la alimentación en niños que se denomina “hábito de la pica”. Se denomina a la costumbre que adoptan algunos niños al ingerir sustancias no alimenticias como la tierra, papel, tiza, yeso, etc. Este trastorno debe ser evaluado por el especialista cuanto antes.
Normalmente, los niños que padecen esta enfermedad suelen tener deficiencia de hierro o calcio, problemas mentales o carencias afectivas.
Si este problema sigue estando presente en su segundo año de vida, el pequeño va a requerir de una asistencia psicológica y de sus padres para conseguir un control de la situación y que el trastorno finalice.
Precauciones si tu hijo come tierra
- Hay que observar si entran perros u otros animales en las zonas infantiles del parque. Si acceden, pueden provocarles infecciones.
- Evitar sentarle en suelo que esté contaminado de plomo, mercurio y arsénico porque en un futuro podría tener efectos devastadores. Para impedirlo, puedes informarte de lo que hubo en esa zona antes de la construcción del parque.
- Antes de sentar a tu hijo en el arenero u otra zona del parque observa si todo está limpio de colillas, piedras o restos de otros residuos en el suelo que pueden ocasionarle atragantamientos, molestias en el estómago y dificultad para respirar.
- Si a pesar de todo se lleva la tierra a la boca, límpiasela bien con agua. No pasa nada por tragar un poco de arena, pero es mejor que no lo haga, ya que puede haber en ellas huevos de lombrices que aniden en su intestino.
- Intenta distraerle con otros juegos y juguetes para que no sienta la tentación de comerse la tierra.
Fuente:
Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.
Mazel, Sharon; Murkoff, Heide, (2016), Qué se puede esperar el segundo año, Barcelona. Ed. Planeta.
Fecha de actualización: 31-03-2021
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