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Cómo hacer que mi hijo me quiera

Cómo hacer que mi hijo me quiera

Muchas veces, después de una situación complicada o de una mala época, los niños pueden manifestar que no quieren a uno o a ambos progenitores. Estas situaciones normalmente son fáciles de resolver, a no ser que haya pasado algo realmente traumático.

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Índice

Escuchar a tu hijo decirte “No te quiero” y ver en sus ojos que realmente piensa eso en ese momento, es lo más duro que le puede pasar a un padre. Sin embargo, todos los hijos quieren a sus padres desde el mismo momento en que son concebidos, por lo que para llegar a decir esa frase algo debe haber pasado por el camino.

Analizamos diferentes causas para ver qué ocurre y cómo actuar.

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Enfado pasajero

Muchas veces lo dicen en un arrebato de ira tras una discusión o una pelea, sobre todo si les has castigado o les has prohibido hacer algo que realmente deseaban. En niños pequeños, de unos 4-6 años, es algo normal, y no debes darle mayor importancia. Por supuesto que tu hijo te quiere, simplemente está enfadado y quiere hacerte daño, y sabe que diciéndote esas palabras lo conseguirá. 
¿Qué hacer?: En estos casos lo mejor es ignorar sus palabras. Tu hijo está enfadado, pero se le pasará y volverá a ti con los brazos abiertos. No debes retirar el castigo solo para conseguir su amor, si ha roto una norma, debe ser castigado o regañado para que no vuelva a hacerlo. Si le levantas el castigo, entenderá que esa es la manera de salirse con la suya y te costará que te obedezca.

Tampoco debes decirle “Yo a ti tampoco te quiero”. Son palabras muy duras que un niño tan pequeño no sabe encajar. Pensará que lo dices en serio, no entenderá que es una manera de contrarrestar a su “ofensa”.
 

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Situación complicada

Después de ciertas situaciones (divorcios, mudanzas, cambio de pareja,…) los niños sienten que su mundo se tambalea y no saben cómo reaccionar. Están enfadados con todos y con todo y echan la culpa a sus padres, ya que para ellos los únicos responsables de todo lo que pasa a su alrededor son sus papás.

¿Qué hacer?: Debes hablar con él y tratar de explicarle por qué habéis tomado esa decisión que tanto le duele, ya sea un divorcio, un cambio de casa, etc. Tiene que entender que en la vida a veces hay situaciones que obligan a cambios duros y difíciles, pero que os habéis visto obligados a adoptar esa nueva realidad y que él también debe hacerlo. Explícale que no es culpa suya y que para vosotros él siempre será lo más importante del mundo.

Asimismo, es una buena idea que pases con él todo el tiempo posible realizando actividades que le gusten y que le muestres constantemente tu amor mediante besos,  abrazos, frases cariñosas… aunque él no te responda de la misma manera y sea arisco contigo. Llegará un momento en que se cansará de estar enfadado permanentemente y cambiará de nuevo su actitud. Solo hay que tener paciencia, seguir mostrándole tu amor y esperar.
 

Situaciones traumáticas

Violencia familiar, bullying, accidentes graves… Tras estas situaciones tan duras y complicadas, los niños se revuelven contra todos o se encierran en sí mismos. Puede incluso que caigan en una depresión. Para ellos es muy difícil superar estas situaciones, no tienen las herramientas necesarias y es normal que echen la culpa de ello a sus padres (más aún si es cierto que la tienen).

¿Qué hacer?: Tú solo no podrás ayudar a tu hijo a superar este trauma, debes buscar ayuda de un psicólogo.


Fuente:

Domènech, Montse (2015), Edúcame bien, Ed. Plaza & Janés.

Fecha de actualización: 17-03-2023

Redacción: Irene García

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