Los animales, unos peludos terapeutas para niños con autismo

Indice

• Los animales y el autismo
• Amigos y terapeutas de cuatro patas
• Una conexión especial

 

Los animales y el autismo

Se tiene la idea de que los niños con autismo son excepcionalmente buenos con los animales. Esto es así en, más o menos, un tercio de los niños autistas. Otros, en cambio, no se llevan demasiado bien con la impredictibilidad de los animales, y a otros, simplemente, ni les molestan ni les importan demasiado.

Es decir, igual que el resto de personas, aquellas con autismo pueden sentir una conexión especial con los animales, o no.

Pero ¿qué ocurre con aquellos niños con autismo que sí parecen llevarse bien y disfrutar de la compañía de animales? Se ha demostrado que, entonces, los animales suponen una enorme ayuda de terapia, afecto e interacción para ellos.

Por ejemplo, un estudio reciente del Departamento de Psicobiología de la Universidad de Purdue (de EEUU) demostró que los conejillos de indias tienen un importante efecto calmante en niños que se encuentran dentro del espectro autista. El estudio halló que los niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA) mostraban una mejora en sus habilidades sociales y una reducción del estrés social después de haber interactuado con conejillos de indias durante unos meses, y que hablan, sonríen y ríen más en la presencia de estos pequeños animales.

 

Amigos y terapeutas de cuatro patas

Pero no solo estos roedores pueden suponer una importante ayuda para niños con TEA. Son diversos los estudios que han demostrado que los niños con autismo funcionan mejor socialmente en la presencia de animales. Es decir, los animales suponen una asistencia en el manejo del estrés que las situaciones sociales suelen suponer para niños en el espectro autista.

Por ejemplo, otro estudio publicado por el Journal of Pediatric Nursing halló que alrededor de dos tercios de las familias con algún hijo dentro del espectro autista convivían con un perro y que en el 90% de los casos el vínculo entre el pequeño y el perro era fuerte. Incluso en aquellas familias sin perro, 7 de cada 10 padres admitían que su hijo disfrutaba de la interacción con estos animales.

También la terapia con delfines, o delfinoterapia, o el contacto con caballos ha demostrado enormes beneficios para niños con autismo.

 

Una conexión especial

En los niños con TEA que disfrutan y toleran la presencia de animales que, como dijimos antes, no son todos, se observa una sensibilidad especial hacia el reino animal y una fuerte conexión con los animales. El efecto que la presencia de los animales tenía en los niños con autismo era mucho más potente que el que se detectaba en niños neurotípicos (sin TEA).

A la hora de adoptar un animal, en el caso de padres con niños dentro del espectro autista conviene considerar la personalidad del pequeño, su sensibilidad al ruido o su nivel de actividad para adoptar a un animal con una personalidad acorde y conseguir la mejor combinación para los dos.

Ya sea como mascota o aplicado en su terapia, los beneficios que la presencia e interacción con animales tiene para niños con autismo han sido reiteradamente demostrados. Si no puedes o no te animas a adoptar a algún animal, existen múltiples iniciativas, en fundaciones, asociaciones y hospitales, que permiten pasar el día con uno o realizar terapia con ellos.