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Fimosis en los niños

Fimosis en los niños

Se entiende por fimosis el estrechamiento de la abertura del prepucio (la piel que recubre el glande), lo que impide que se retraiga.

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Indice

 

¿Qué es la fimosis?

La fimosis es un estrechamiento de la abertura del prepucio (la piel que recubre el glande del pene).

La fimosis puede ser fisiológica -de origen natural y, por tanto, primaria- u originarse debido a una cicatrización (secundaria o patológica).

La mayoría de los niños nacen con fimosis. Además, en el momento del nacimiento, el glande y el prepucio aparecen pegados por un tejido fibroso fino. A esto se le llaman adherencias balano-prepuciales. Por eso, durante los primeros años de vida es normal que el prepucio no se mueva descubriendo el glande. Por lo tanto no debe preocuparnos y no se recomienda intentar desplazarlo. A partir de los 2 años aproximadamente sí debería poder retraerse más fácilmente, aunque puede ocurrir que no sea flexible hasta los 3 o 4 años. Si pasada esa edad no puede descender ya no es normal.

Durante el desarrollo, las adherencias y la fimosis van desapareciendo espontáneamente de forma progresiva a causa del crecimiento del pene, las erecciones espontáneas y una secreción blanquecina que produce el pene y que actúa como un lubricante natural ayudando al despegamiento.

Este proceso puede variar de un niño a otro, pero, como decíamos, a los 4 años el 80% de los niños pueden retraer el prepucio sin problemas. Los que aún no lo han conseguido totalmente, lo harán en los siguientes años, de forma que a los 16 años quedará solo un 1% que no lo podrá hacer.

Debes tener en cuenta que solo puede hablarse de fimosis si la piel prepucial presiona mucho el pene o resulta muy difícil volver a cubrirlo. Un exceso de piel no significa necesariamente que haya fimosis.

 

¿Qué riesgos tiene la fimosis?

La fimosis puede provocar inflamaciones frecuentes en el glande, afección conocida como balanitis que, especialmente cuando hay mala higiene, puede producir infección.

Además es habitual que proliferen hongos y bacterias en la zona genital debido al exceso de humedad causada por la incapacidad de secarse bien al no poder retraerse el prepucio con comodidad.

Igualmente hay mayor probabilidad de contraer infecciones de orina.

Otra posible complicación es la parafimosis, que se produce cuando el prepucio se encuentra retraído por detrás del glande, pero no puede volver a su posición inicial. Si esto sucede, se debe buscar de inmediato atención del profesional de medicina, ya que el prepucio comprime el pene e impide que circule la sangre, lo que puede ser grave.

 

Síntomas de la fimosis

Los signos que pueden indicar que existe fimosis son los siguientes. Estate alerta para detectarlos.

- El prepucio no se mueve fácilmente y se inflama.

- Al hacer pis el niño puede sentir dificultad y dolor y la orina no sale de forma uniforme. El prepucio puede llegar a abultarse también por la acumulación de orina.

A partir de los tres años, ni poder bajar el prepucio por completo, lo cual, además, puede producir un dolor de leve a intenso. 

La fimosis también puede provocar dolor cuando se tienen erecciones si son niños ya mayores o adolescentes que mantienen relaciones sexuales.

 

¿Cuándo acudir al pediatra?

Cuando el niño sobre los 3 o 4 años, presente estos síntomas, conviene llevarle al médico. Este puede recomendarle, como primera opción, un tratamiento con medicamentos tópicos que solucionen el problema. La crema de corticoides se debe aplicar hasta dos veces al día durante varias semanas. Ello se acompaña de un estiramiento suave y progresivo del prepucio, que es recomendable que realice el propio niño para no hacerse daño, aunque depende de la edad. No obstante, como padres, siempre se debe vigilar que al finalizar los estiramientos, el niño deje al prepucio en situación de no retracción (cubriendo el glande) para evitar una parafimosis.

Si este tratamiento inicial falla se pasará a realizar una pequeña cirugía o circuncisión para retirar el prepucio, que en niños de esta edad, suele llevarse a cabo con anestesia general. También es posible una intervención más sencilla que consiste en ensanchar o cortar el anillo estrecho que provoca la fimosis sin quitar la piel.

La cirugía se recomienda en casos de fimosis muy importantes que no se resuelven de forma natural o con tratamiento médico, infecciones locales de repetición (balanitis) o malformaciones del sistema urinario causantes de infecciones.

 

Precauciones a tener en cuenta

La higiene de la región genital es fundamental para evitar infecciones y otras enfermedades. Asimismo debe mantenerse siempre seca.

Recuerda que hasta los 4 años es totalmente normal en la mayoría de los niños que el prepucio no se retraiga de manera natural, así que no conviene forzarlo, pues podría causar infecciones u otros problemas más graves.


Fuente:

Blog EnFamilia de la AEP: "Fimosis ¿qué es?", https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/que-es-fimosis

Sociedad Europea de Urología. “Guía clínica sobre urología pediátrica”. S. Tekgül, H. Riedmiller, E. Gerharz, P. Hoebeke, R. Kocvara, R. Nijman, Chr. Radmayr, R. Stein. Actualización en marzo de 2009.

Fecha de actualización: 16-03-2022

Redacción: Lola García-Amado

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