Mi hija anda de puntillas

Indice

• ¿Es normal andar de puntillas?
• Causas del andar de puntillas en niños
• ¿Existe tratamiento para el andar de puntillas?

 

¿Es normal andar de puntillas?

La “deambulación en puntillas” es caminar sobre las puntas de los pies sin contacto entre los talones y el suelo. Esta actitud es frecuente, sobre todo en los primeros meses del aprendizaje de la marcha y en varones. La mayoría de las veces se corrige solo al crecer, sobre todo si se trata de la “marcha de puntillas idiopática o idiopátic walking toe”, que describe a los niños que andan sobre las puntas de los pies sin causa o patología conocida. En este caso se observa un patrón hereditario.

Sin embargo, existen otras causasde esta enfermedad.

Causas del andar de puntillas en niños

Tiene la costumbre de andar sobre las almohadillas de los pies sin apoyar el talón. Su equilibrio no es muy bueno, no se le da muy bien correr y se queja de dolores o molestias en las pantorrillas. Bien, primero debes asegurarte si esta costumbre es un simple capricho o se trata de un problema de salud real. Algunos hábitos pueden propiciar esta manera de andar. Observa si el origen está en alguno de ellos.

Pero también se puede deber a otras causas, algunas de ellas graves, como la lesión de ligamentos (acortamiento del tendón de Aquiles), problemas musculares (enfermedades congénitas ej: enfermedad de Duchenne), patologías de la columna (siringomielia, etc.) o causas neurológicas (parálisis cerebral por lesión al nacimiento, autismo, lesión medular espinal, etc.).

Entre las causas principales de andar de puntillas encontramos:

- Los andadores

Si bien el uso de un andador puede otorgarle cierta autonomía a tu retoño también esconde una serie de inconvenientes que pueden interferir en su desarrollo motor pudiendo acarrear la adquisición de unos malos hábitos: Aprende a caminar de lado o de espaldas en lugar de hacerlo de frente. Los andadores tampoco le ayudarán a coordinar los brazos con los pies, muy importante para andar correctamente

Para animarle a que camine apoyando toda la planta del pie en el suelo, proponle que ande con los pies descalzos sobre superficies que le proporcionen sensaciones agradables, como una alfombra, arena de playa, césped, etc.

Hazle masajes en los gemelos y ayúdale a practicar estiramientos. Esto le ayudará a relajar los músculos de las piernas.

- El estrés

El ritmo frenético en el que vivimos puede contagiarse a nuestros hijos. Desayunas en un minuto, te duchas a cien por hora, vistes a los niños acelerada, les llevas al colegio a la velocidad de la luz, y a la vuelta del trabajo, sin parar de correr, la misma historia. Muchos niños viven a mil revoluciones por minuto, fruto de la prisa que envuelve nuestro día a día.  Tratamos, inconscientemente, de que los menores nos sigan a la misma velocidad, sin que tengan tiempo ni a “posar los pies en el suelo”.

Pisa el freno. Procura calmarte y vivir la vida más pausadamente, por lo menos el tiempo que pases con tu hijo. A veces se nos olvida, pero no es un adulto. Sé consciente de la edad que tiene y si tienes que esperarle cuando paseáis de la mano, hazlo. Y asegúrate de que anda con todo el pie, tranquilamente y sin correr.

Si continua andando de puntillas, proponle un juego. Dile que el talón necesita descansar y apoyarse en el suelo al andar. En cuanto se acostumbre, le resultará menos forzado hacerlo y preferirá caminar correctamente.

- Prematuros

Los niños nacidos prematuramente sufren algunas pequeñas secuelas que pueden perturbar el desarrollo y la adquisición de habilidades motoras.  La mayoría logrará caminar adecuadamente, aunque a un ritmo más lento que los otros bebés. Esto es más común en aquellos bebés prematuros que han necesitado ser hospitalizados y en los que tienen una curva de crecimiento más lenta.

Los músculos están preparados para desarrollarse dentro del vientre materno, en un medio líquido. Cuando lo hacen fuera del útero, como ocurre con los prematuros, lo hacen de forma diferente. Además, en la incubadora, estará apoyado boca arriba sobre una superficie plana, mientras que en el útero está “flotando” con las piernas flexionadas.

En estos casos es indispensable consultar al pediatra, quien con las revisiones pertinentes podrá hacer un diagnóstico adecuado y prescribir un tratamiento.
 

¿Existe tratamiento para el andar de puntillas?

El tratamiento de niños con marcha en puntillas debida a una patología bien establecida (parálisis cerebral, miopatías, neuropatías) suele estar muy definido: fisioterapia, ejercicios físicos, ortopedia, toxina botulínica (Botox) y a veces cirugía.

Si no existe una causa concreta, lo mejor es consultar a un experto en fisioterapia y medicina para ayudarle con ejercicios y revisiones con el profesional de pediatría. Se pueden realizar diversos ejercicios como estiramiento con flexión del dorso del pie, estimulación eléctrica neuromuscular, integración sensorial, entrenamiento de la marcha en pasarela rodante, cambios en los zapatos, etc.

Otras veces puede ser necesario el uso de ortesis durante la noche, que consiste en un aparato de plástico ligero que mantiene el pie en un ángulo de 90 grados, mejorando la alineación del pie en la marcha.

La cirugía se reserva para casos graves de acortamiento del tendón en niños de más de 5 años.