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Cómo actuar con las heridas de los niños

Cómo actuar con las heridas de los niños

Las heridas son las lesiones protagonistas del verano y de aquellos niños que empiezan a andar, correr y jugar en diferentes escenarios. Como toda lesión, requieren de cierto conocimiento para saber cómo tratarlas. Lo más importante es actuar correctamente para que sanen lo más rápido posible y se eviten las infecciones.

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El verano ya está aquí, lo que implica que las instalaciones acuáticas abren sus puertas y los parques se convierten en el espacio de ocio más frecuentado por los niños. Los columpios, las carreras por la arena y el suelo resbaladizo de las piscinas, entre otros, son escenarios en los que aumenta el riesgo de caídas y golpes que pueden producir pequeñas heridas en los más pequeños.
 

¿Cuál es el principal riesgo de una herida?

Cuando se produce una herida debemos prestar atención en un primer momento a la hemorragia que pudiera producirse, y posteriormente a la infección. Es fundamental tratarla correctamente para que sane lo antes posible y no se produzcan cicatrices anómalas ni infecciones.


¿Qué debemos hacer cuando el niño se haga una herida?

Lo primero de todo es no perder la calma. Debemos tener en cuenta que las heridas provocan dolor y hemorragia visible, lo cual puede asustar al niño, hacerle que llore y que se ponga nervioso. Por este motivo, es importante que nos vean seguros con el fin de transmitirles la mayor tranquilidad posible.

Después, debemos observar la herida. Si hay sangrado, tenemos que evitar el contacto con otros líquidos como sudor o saliva. Siempre que nos sea posible utilizaremos guantes desechables para evitar la infección de la herida. Lo primordial en este tipo de accidentes es intentar detener la hemorragia presionando directamente sobre la herida.

Si la herida no sangra, antes de empezar a curarla tenemos que lavarnos las manos con agua y jabón, o si fuese posible, utilizar guantes desechables. Después, limpiaremos la herida con agua corriente fría y a chorro. Es posible que en algunos lugares no encontremos ningún grifo, en ese caso podemos buscar una fuente de agua potable o utilizar una botella de agua.

Después, debemos cubrir la herida con un pañuelo seco y limpio. Si no conseguimos dejar la herida limpia, también la taparemos y recurriremos a nuestro centro de salud o centro de atención sanitaria más cercano. En ambos casos es aconsejable acudir al médico para que valore si el niño o lactante está vacunado contra el tétanos.


¿Qué no debemos hacer cuando el niño se hiere?

Existen algunas malas prácticas arraigadas que creemos que son correctas a la hora de tratar una herida, por ello queremos preveros de aquello que no debéis hacer a la hora de actuar ante este tipo de lesiones:

- No se recomienda el uso de pomadas o antibióticos sobre las heridas.

- En el caso de que haya un cuerpo extraño o partícula clavado en la herida, no debemos intentar extraerlo.

- Tampoco es recomendable utilizar algodón o alcohol en cualquiera de sus formas.


¿Cómo podemos saber que una herida se ha infectado?

Existen diferentes signos y síntomas que nos alertan e indican si hay infección en una herida. La infección es un riesgo común en este tipo de lesiones, en las superficiales porque suelen ser extensas, y en las punzantes por la profundidad.

Por ello, debemos tomar todas las precauciones posibles. Los signos y síntomas de infección que puede presentar una herida son los siguientes:

- Inflamación y edema en los bordes.

- Enrojecimiento del contorno.

- Calor local.

- Dolor.

- Sensación de pinchazos.

Si la infección está avanzada, se añadirá:

-  Pus.

- Fiebre.

- Malestar general.


Tétanos, una infección a tener en cuenta

El tétanos se trata de una enfermedad contra la que disponemos de vacuna. En España, como prevención de esta enfermedad y de forma sistemática, los niños inician su vacunación ya a los dos meses de edad, debiendo recibir dosis periódicas de recuerdo.

A pesar de ello, cuando se produzca una herida será conveniente verificar el correcto estado vacunal, que debe estar registrado en su carné de salud. En caso de no haber recibido ninguna dosis de esta vacuna o que ésta haya sido administrada de forma incompleta, se acudirá a un centro médico para realizar una profilaxis antitetánica adecuada.

Existe la creencia de que el tétanos únicamente puede transmitirse por heridas producidas por hierros, material oxidado o exposición a haces de animales, pero en realidad, todas las heridas están expuestas a la infección, sobre todo, las sucias, las profundas y las contusas.
 

 


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