¿Cuál es el calzado adecuado para un niño?

Indice

• Como se desarrolla el pie
• Conseguir una medición y un ajuste adecuado del calzado
• Encontrar los modelos adecuados

 

Desde el momento en que los bebés empiezan a gatear y hasta que los pies están totalmente formados, es importante que lleven la talla adecuada y el tipo de calzado que se adapte a la forma de los pies y a la etapa concreta del crecimiento.

Como se desarrolla el pie

El pie de un bebé no tiene en absoluto los huesos formados plenamente. La forma del pie está constituida por un cartílago suave y flexible y rodeada por una capa de grasa temporal. Esto hace que los pies sean suaves pero también que sean propensos a doblarse y perder la forma sin que el niño sienta ningún dolor. 

A medida que el niño crece, también lo hace la estructura ósea de sus pies. Entre los dos y los cuatro años, la grasa temporal que rodea los huesos, empezará a desaparecer y los pies empezarán a tener una forma más parecida a la de los adultos. En realidad, los pies en esta etapa tendrán más huesos que nunca, ya que los huesos empezarán a fusionarse durante los siguientes 15 años.

El calzado debidamente ajustado contribuirá a que los huesos se desarrollen de manera natural, que los niños aprendan caminar y a moverse adecuadamente, y además estarán cómodos y favorecerá a que los pies crezcan sanos.

El calzado mal ajustado provocará incomodidad, ampollas y otros síntomas desagradables, pero lo peor de todo, es que en realidad puede dañar de manera permanente la estructura ósea de los pies y provocar una presión indebida en las articulaciones y una mala postura.
 

Conseguir una medición y un ajuste adecuado del calzado

No hay dos niños con los pies iguales – así que lo primero que hay que hacer es medir y evaluar la forma y la talla de los pies de su hijo.

En primer lugar, se emplearán medidores especiales para calcular la longitud, el ancho y el perímetro de los pies de su hijo, ya que estas cuestiones son cruciales para asegurarse que el calzado se ajuste adecuadamente. Pero la medición es únicamente un punto de referencia.  La parte más importante consiste en comprobar los zapatos en el propio pie.

Una vez que el niño tenga puesto el calzado, un profesional realizará una comprobación de los seis puntos clave para asegurarse que el zapato se ajuste adecuadamente. Esto supondrá comprobar:

o Que tenga la longitud correcta y que haya el espacio adicional para el crecimiento correcto
o Que sea el ancho más adecuado y que no se ejerza presión en los laterales del pie
o Que tenga el perímetro correcto para ese ancho y que resulte cómodo
o Que la parte superior del zapato cubra la zona del hueso del tobillo y no roce
o Que el zapato queda bien sujeto en la zona del talón
o Que cuando el niño camine se mueva con facilidad y de manera natural con los zapatos

Las comprobaciones habituales del ajuste son importantes antes de comprar un zapato. 
 

Encontrar los modelos adecuados

Es vital que se mida y evalúen los pies de los niños, no obstante sin una gama lo bastante amplia en tallas y anchos distintos entre los que elegir, no es posible conseguir el calzado que mejor se ajuste para cada niño. A continuación se indican algunas cuestiones que hay que tener en cuenta:

o Variedad de anchos

En recientes investigaciones se ha observado que en la mayoría de las tiendas, uno de cada tres niños tiene un ancho estándar. La horma debe se ancha para que el pie esté cómodo y tenga libertad de movimientos. 

o Espacio adicional para el crecimiento incorporado

Durante el primer año, los pies del niño crecen aproximadamente 3 tallas enteras o 25 mm. Desde los 1- 5 años crece aproximadamente 16 mm (2 tallas enteras) cada año. Y desde los 5 años hasta mitad de la adolescencia sigue creciendo aproximadamente una talla entera (8mm) cada año. 

o Los mejores materiales

Los pies sanos tienes que transpirar y hay que protegerlos. Por lo que es importante que siempre busque calzado fabricado con piel, cuero o con otros materiales de buena calidad que sean transpirables y con diseños que proporcionen sujeción y amortiguación en el pie, donde sea necesario.

o Deportivas

Muchas deportivas de los niños son sencillamente versiones en miniatura de modelos de adulto, no están fabricadas para la forma de los pies de los niños.  Las articulaciones de los pies de los niños aguantan la presión mientras juegan y hacen deporte, así que es crucial que se les proteja adecuadamente. 

o Suela flexible

El zapato debe ser flexible, sobre todo la suela, que no debe ser rígida y dura, para dejar que se adapte a la pisada del niño. También deben ser ligeros para que no se tropiece ni le molesten al andar.

o Talón reforzado

La zona del talón y los laterales debe estar más reforzada que el resto del zapato. Además, el tobillo debe quedar libre para tener margen de movimiento. Es un mito que las botas sean mejores para los niños. 

o Materiales transpirables

Lo ideal es que los materiales sean transpirables para evitar infecciones como hongos debido a la humedad provocada por el sudor. Tampoco son convenientes zapatos que tienen piezas de níquel o cromo, dado que muchos niños a estas edades tienen hipersensibilidad a estos metales, llegando empeorar las lesiones en la piel.

o Evitar heredar calzado

Cada niño tiene un tipo de pisada diferente, por lo que desgasta de manera distinta el zapato. Cuando los zapatos se heredan se condiciona la pisada del nuevo dueño, lo que puede llegar a producir alguna pequeña malformación.