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El poder de la risa

El poder de la risa

Aunque para algunos sea un cuento de hadas, lo cierto es que para la mayoría de médicos el estado de ánimo influye en la evolución de una enfermedad. De esta manera, la risoterapia se basa en que la risa estimula el sistema nervioso liberando endorfinas, que actúan sobre el sistema inmune y el endocrino acelerando la recuperación en procesos patológicos. La risoterapia ayuda a combatir el estrés que produce el parto, la depresión, el insomnio, la ansiedad… Aprender a reírse alarga la vida

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Indice

 

¿Qué es la risoterapia?

La risoterapia es la terapia basada en la risa. La risa, entre otros, estimula el sistema nervioso y éste como respuesta libera una serie de sustancias, entre las que se encuentran las endorfinas, que actúan sobre el sistema inmune y el endocrino, mejorando nuestra calidad de vida y acelerando la recuperación en procesos patológicos.

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La risoterapia es, en definitiva, una manera de aprender a ver las cosas desde una óptica positiva para así poder sacar más partido a la vida.
 

¿Por qué es bueno reírse?

Cuando el organismo segrega endorfinas, una sustancia que descargamos al reírnos, se eleva la sensación de placer que sentimos. La risoterapia ayuda a combatir el estrés, la depresión, el insomnio, el miedo, la ansiedad, los problemas cardiovasculares… Además, nos ayuda a librarnos de nuestras inseguridades y a liberarnos mental y físicamente.

Por eso es recomendable en la preparación al parto, ya que ayuda a controlar el dolor y el miedo de cara al alumbramiento.

Cada vez es más habitual su uso como terapia para curar. Sus ventajas son múltiples:

• Ejercicio: Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa.

• Masaje: La columna vertebral y las cervicales, donde por lo general se acumulan tensiones, se estiran. Además, se estimula el bazo y se eliminan las toxinas. Con este movimiento el diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.

• Limpieza: Se lubrican y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído.

• Oxigenación: Entra el doble de aire en los pulmones, de ahí que la piel se oxigene más. En concreto, los pulmones mueven 12 litros de aire, en vez de los 6 habituales, lo que mejora la respiración y aumenta la oxigenación. Con esto se desmiente la idea de que la risa provoca arrugas en el rostro, ya que lo tonifica.

• Felicidad: Favorece la producción de endorfinas y encefalinas en el cerebro, que son los neurotransmisores (formados por cadenas de aminoácidos) que se encuentran sobre todo en el sistema límbico y cuya función es combatir el dolor disminuyendo la receptividad del organismo ante estímulos dolorosos; es así como la risa estimula la producción de endorfinas y, por tanto, disminuye la intensidad de los fenómenos dolorosos.

Por eso, aprender a reírse es fundamental.
 

¿Tiene valor científico?

Para algunos, la risoterapia no es más que un bonito cuento, pero sin base médica ni científica. Sin embargo, ya desde la Antigüedad son conocidos los beneficios que la risa y el sentido del humor tienen para la pronta mejoría de las enfermedades, el aumento del potencial creativo y los desbloqueos emocionales.

Sigmund Freud ya atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa, algo que ha sido científicamente demostrado al descubrir que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de empezar a reír. Los primeros estudios del efecto del humor se realizaron en EE UU en la década de 1930. Pero no fue hasta 1979 cuando la investigación sobre la risa avanzó en el área científica.

Este avance se produjo gracias a los estudios derivados de un caso concreto, el de Norman Cousins, que enfermó de una rara dolencia, espondilitis anquilosante, una enfermedad dolorosa e incapacitante. Al principio fue tratado de forma convencional y sus dolores cada vez eran mayores. Hasta que los médicos le recomendaron grandes dosis de humor y empezó a ver comedias y a reír lo más posible cada día. A partir de ese momento, por cada 10 minutos de risas, disminuían sus dolores 2 horas. Aunque le habían dado pocas esperanzas, su dolor empezó a disminuir e incluso volvió al trabajo. Documentó su recuperación en el libro Anatomía de una enfermedad y fundó la Humor Research Task Force.

Desde ese momento muchos son los estudios que se han hecho sobre el tema, demostrando que la risa y el buen humor sí que ayudan a reducir el dolor y  a acelerar la recuperación.
 

¿Cómo es una clase de risoterapia?

En casi todas las provincias existen centros dedicados a dar clases de risoterapia, incluso se ha fundado una Asociación Mundial de la Risa. Su fundadora y presidenta, Mª Cruz García, explica el objetivo principal de esta Asociación: “Promover la formación y perfeccionamiento de los profesionales dedicados a la Dinámica de la Risa o Terapia de la Risa, potenciando, investigando, divulgando y difundiendo todos los conocimientos relativos a esta técnica, disciplina y terapia”.

Un niño sano ríe 300 veces al día. Sin embargo, los problemas y desgracias que vamos acumulando a la vez que crecemos y maduramos, hacen que cada vez nos cueste más reírnos. Como cualquier otro ejercicio, necesita ser practicado: cuánto más nos reímos más fácil es luego provocar la risa y viceversa. Además, a reír se aprende.
 

Partes de una clase típica de risoterapia

• Teoría: se aprende todo lo referente a la risa en las diferentes culturas, así como las distintas clases de risa que se conocen (acogedora, maliciosa, nerviosa, hueca, histérica, profunda...). Se estudia también la parte de la memoria en la que almacenamos los momentos en los que se ha producido la risa.

• Parte práctica de estiramientos: el movimiento desbloquea el cuerpo y éste se relaja. Por eso se hacen unos ejercicios de pulmones, espalda y estómago, para reír de la mejor forma y con la máxima facilidad. Conviene estar tumbado porque hay veces que los ataques de risa son de tal calibre que una persona no los puede soportar ni de pie ni sentado.

• Comunicación: ejercicios de comunicación con el fin de desinhibirse y crear complicidad entre los alumnos.

• Técnicas: se trata de practicar diversas técnicas con el fin de buscar la diversión y la vuelta a la infancia para lograr la mejor risa, es decir, la más saludable, ésa que proporciona una carcajada intensa y pura. Se realizan juegos, danzas, bailes…

Según Mª Cruz García, "es importante saber reírte con los demás, no de los demás, y aprender a sacar lo mejor de tu risa. En ocasiones, con tan sólo un par de sesiones, una persona puede conocer aspectos de su risa que le pueden ayudar para el resto de la vida".

Hay que tener en cuenta que los profesores no son humoristas, sino técnicos. Un humorista busca provocar la risa con un chiste o una situación; los técnicos enseñan a reír de la mejor forma posible sin esperar algo gracioso para hacerlo, y se preparan y estudian para ello.

En algunos centros incluso hay sesiones familiares para que acudan los padres con sus hijos.
 

 

La risa en los hospitales

Desde hace unos años varias son las asociaciones y fundaciones que se han creado para llevar la risa y la alegría a los niños hospitalizados, sobre todo a los que tienen que pasar largas temporadas en el hospital. Estar hospitalizado es una de las experiencias que puede resultar traumática para los niños, separándolos de su ambiente familiar, amigos y juegos.

La Fundación Theodora o Payasos Sin Fronteras son algunas de las que recorren los hospitales para hacer la vida de estos niños un poco más llevadera y alegre. La Fundación Theodora nació con la misión de aliviar el sufrimiento de los niños hospitalizados a través de la risa,  organizando para ello visitas semanales de artistas profesionales, los Doctores Sonrisa, quienes dedican su tiempo y atención a los niños hospitalizados.

Durante sus visitas personalizadas, los Doctores Sonrisa juegan, improvisan y orientan su actuación hacia el niño, intentando involucrarlo de tal manera que, por un periodo de tiempo, olvide dónde se encuentra y descubra un mundo de color, música, magia y sonrisas.

Payasos Sin Fronteras tiene una misión un poco más internacional: velar y mejorar las condiciones psíquicas en las que viven las personas, particularmente, los niños y niñas de los campos de refugiados, territorios en desarrollo y en situación de emergencia en todo el mundo. Por ellos llevan a cabo sus actividades en países en vías de desarrollo o en situación de conflicto.

Cada niño vive a su manera el encuentro con el payaso, dependiendo de la edad, su cultura, su estado de salud, sus padres, su experiencia con el medio hospitalario. Pero ellos los esperan con impaciencia y solicitan con frecuencia su presencia, además los acompañantes participan con mucho placer de este rato lúdico, ellos ríen al igual que el enfermo. Después de la partida del payaso expresan espontáneamente que el rato pasado ha sido formidable.
 


Fuentes:

Mª Cruz García, fundadora y presidenta de la Asociación Mundial de la Risa.

Fundación Eroski, https://corporativo.eroski.es/quienes-somos/fundacion-eroski/.

Fundación Theodora, https://es.theodora.org/es.

Payasos sin fronteras, http://www.clowns.org/.

Fecha de actualización: 02-06-2020

Redacción: Irene García

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