¿El color de los juguetes influye en los niños?

Indice

• Un color para cada niño
• ¿Cómo elegir el juguete perfecto?

 

Un color para cada niño

El juego es una actividad fundamental para el crecimiento, desarrollo y relación social. Por eso, es muy importante hacer una buena selección de los juguetes de nuestros hijos según la edad, el desarrollo, la personalidad y, de acuerdo a un estudio de la AEP, el color del juguete.

Así, tal y como expone Jordi Mateu, pediatra y coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la AEP, el color de los juguetes puede influir en el temperamento y personalidad del niño. "Los juguetes rojos generan dinamismo e incitan al movimiento y, por ello, se recomiendan para niños más bien tranquilos que necesitan actividad. Los de color azul parece que favorecen la relajación y ayudan a dormir, por lo que se aconsejan a niños activos e irritables; los amarillos mejoran la concentración y ayudan al desarrollo de la inteligencia, mientras que los de color naranja denotan alegría y fomentan la actividad", explica Mateu.

Así, los amarillos serían adecuados para niños con dificultades de concentración y los naranjas para aquellos que pasan por una etapa de cierta tristeza. Finalmente, los de color blanco parece que promueven el descanso y la relajación.

¿Cómo elegir el juguete perfecto?

Además de tener en cuenta el color del juguete según la personalidad del niño y su estado de ánimo, desde la AEP recomiendan tener en cuenta también la edad y el desarrollo del pequeño. El doctor Paulino Castells, psiquiatra infantil y miembro de la AEP, explica que “en los primeros años de vida y para motivar la afectividad del niño, se aconsejan juguetes como muñecos, ositos y otros animales; para estimular su motricidad, juguetes como pelotas, bicicletas, coches con pedales, o juguetes de construcciones. Por lo que se refiere a estimular su sensibilidad y expresión hay que proporcionar a los niños juguetes musicales (de cuerda, viento o percusión), sin olvidar aquellos que se puedan montar y desmontar o de preguntas y respuestas que estimulan su capacidad mental”.

De ahí que la AEP haya establecido una clasificación con los juguetes que son adecuados para cada edad para fomentar las capacidades de cada etapa. Por ejemplo, para bebés entre 0 y 12 meses, se recomiendan colchonetas para gatear, sonajeros y objetos que rueden.

De 1 a 2 años, son aconsejables los juguetes que puedan empujar (andadores, triciclos o correpasillos), instrumentos musicales sencillos, fotografías de animales o construcciones para que desarrollen la exploración y la curiosidad.

Entre 2 y 3 años, se deben regalar juguetes de movimiento, cuentos ilustrados, marionetas o pizarras y plastilina. Cuando llegan a los 3, momento en que empieza la etapa de la imitación, se recomiendan disfraces, muñecas, barcos, aviones o trenes de madera. De los 4 a los 6 años, la etapa de la imaginación, rompecabezas, equipos deportivos, pinturas y construcciones sencillas. Por último, para niños de 6 a 8 años, la Asociación recomienda regalar patines, cometas, rompecabezas y juegos de mesa, así como sus primeros juguetes eléctricos.

Hay que tener cuidado con los juguetes que incitan a la violencia, el racismo o comportamientos sexistas. También se debe limitar el tiempo que los niños pasan frente a las consolas y el ordenador y controlar los contenidos de los mismos.

En resumen, lo que se busca a través del juego es fomentar el desarrollo, tanto intelectual, como físico y psicológico. Por eso, es muy importante fijarse bien en qué regalamos a nuestros hijos.