Revisiones tras el parto
Tras dar a luz, a lo largo del ingreso en la maternidad, son varios los controles médicos que se realizan a la nueva mamá.
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¿Por qué se hacen revisiones tras el parto?
El fin de estos chequeos es comprobar que la matriz, después del proceso del parto, se ha contraído y está reduciendo su tamaño, que los loquios o hemorragias no son muy abundantes, que no hay infección, o que los puntos, si los hay, están ayudando a cicatrizar correctamente. Dentro de este examen rutinario se toma además la temperatura materna y la tensión. En resumen, se verifica que el cuerpo se está recuperando adecuadamente.
El alta hospitalaria, si todo ha ido bien, suele darse a las 48 horas, en los casos de partos vaginales y uno o dos días después si el nacimiento ha sido por cesárea.
Ya en casa, durante los primeros meses después del parto, a pesar de que la mayoría de las mujeres no presenta ningún problema importante de salud, es conveniente someterse un reconocimiento general para cerciorarse de que todo marcha bien. Independientemente de las revisiones pediátricas del recién nacido, se aconsejan dos citas importantes para el control materno.
(Entre 7 y 15 días después del parto vaginal y entre 5 y 10 días después de parto por cesárea).
En esta primera revisión posparto se vigilan los puntos y la cicatriz de la cesárea o episiotomía, según sea el caso, comprobando si hay infecciones. Se examina la recuperación del útero y se presta especial atención al amamantamiento, constatando que se hace de forma satisfactoria o resolviendo cualquier dificultad que pudiera haber surgido.
Es el momento ideal para hablar con la matrona y/o el ginecólogo sobre los problemas o dudas que se tengan, acerca de la recuperación física y emocional, sobre la crianza del bebé o la lactancia materna.
(Entre 40 y 60 días después del parto).
Esta cita coincide con el fin del puerperio. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia recomienda realizar esta revisión posparto para hacer una evaluación del estado general. En ella se miden la tensión y el peso de la madre. En función de los antecedentes puede ser conveniente, además, realizar una analítica.
En este momento el útero se ha recuperado del todo prácticamente y tiene ya el tamaño previo al embarazo. No obstante se comprueba el abdomen para ver si los músculos han vuelto a la normalidad.
También se hace, en esta cita, una exploración genital viendo si se ha restablecido o no la menstruación y se observa la situación del suelo pélvico. El médico suele preguntar por posibles problemas de incontinencia urinaria o fecal, habituales tras el parto.
Se evalúa, igualmente, el reinicio de las relaciones sexuales y se informa sobre los métodos de contracepción adecuados.
En los casos de cesárea o episiotomía se examina la cicatriz. La mayoría de los puntos de sutura son reabsorbibles, pero puede que tarden hasta tres meses en terminar de hacerlo.
Aunque en este punto cualquier problema con la lactancia debería estar superado, es habitual que se lleve a cabo una exploración mamaria y se aproveche para informar y resolver dudas sobre la continuidad de la lactancia al volver al trabajo, el destete, la lactancia mixta, posibles incidencias, el abandono de la lactancia natural.
Por último se pregunta por el bienestar emocional y al estado anímico de la mujer, para descartar depresiones posparto.
Fuente:
Smulders, Beatrijs (2010), Posparto seguro y los primeros meses tras el parto, Ed. Medici.
Fecha de actualización: 22-03-2023
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