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¿Cómo tratar al hijo de mi pareja?

¿Cómo tratar al hijo de mi pareja?

Actualmente las familias reconstituidas, creadas a partir de anteriores familias, son un modelo cada vez más habitual en nuestra sociedad, pero no por frecuentes las relaciones dentro de ella están libres de problemas.

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El papel de la pareja en una familia reconstruida

Si eres tú la que te incorporas a una familia ya constituida anteriormente, es normal que te plantees cuál debe de ser tu papel, cómo has de tratar a los hijos de tu pareja y qué debes esperar de ellos.

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Es indudable que uno no va a querer de la misma forma a los hijastros que a sus propios hijos y que una segunda familia no va a ser igual que la primera. Pero lo importante es adaptarse a la nueva situación de la manera más natural posible. Las segundas familias son un reto, sí, pero también una segunda oportunidad donde todos podéis ser más felices.

Si bien, a diferencia de las familias formadas de manera tradicional, en las que la pareja se forma primero y los niños llegan después adaptándose a estos, en las familias reconstruidas, los niños están primero y es la pareja la que se forma posteriormente. Esto no debe olvidarse a la hora de asumir el nuevo rol.

Cuando uno de los miembros de la pareja tiene hijos, éste puede optar por adoptar diferentes posturas ante ellos:

Ignorarlos. Al fin y al cabo no son sus hijos. Él se ha enamorado de su pareja pero no de los niños. No establece relación con ellos.

Intentar apropiárselos convirtiéndose en un sustituto del padre o la madre. O pretender ser una versión mejorada de este.

Entablar su propia relación como otro adulto más que forma parte de la familia, pero que no sustituye al padre o madre.

La opción que se tome depende de cada persona, eso es obvio. Ahora bien, las dos primeras opciones son difíciles tanto para los adultos como para los niños, ya que pueden crear confusión y desencadenar más conflictos.

Por lo que la tercera opción, dicen los expertos, parece la más adecuada. No por ello es la más sencilla, pero sí la mejor. Crear un vínculo entre padrastro o madrastra e hijastro siempre será beneficioso para todas las partes.

 

Etapas de la consolidación de la relación

Formar una nueva relación familiar no es sencillo ni rápido. Los niños necesitan más tiempo para vincularse con alguien que los adultos, así que conviene pasar por varias etapas, que si bien no tienen por qué ser totalmente estrictas y cerradas, sí puede ser útil que las conozcas.

1. En esta primera etapa el padrastro permanece en un segundo plano. Su rol es el de cuidador. En este periodo observa a los niños, les conoce y se limita a mantener las normas establecidas por los padres naturales. A lo sumo, si así lo deciden sus progenitores, podrá ser una extensión de esa autoridad, especialmente en los momentos en que estos no estén. Pero siempre, aunque se notifique de un mal comportamiento, deberán ser ellos los que se encarguen de corregirlo y no el padrastro.

Esto no quita que durante este periodo también pueda crearse una vinculación con los pequeños estableciendo una negociación con ellos, a fin de ofrecerles confianza y buscar cierta responsabilidad en ellos (“si te portas bien a partir de ahora, no le cuento a papá que has hecho esto”).

2. Pasado un tiempo el papel de la pareja del progenitor se asemeja a la de un familiar cercano. Es ya un miembro importante dentro de la familia, como un abuelo o un tío. Adoptando así un rol superior y una mayor responsabilidad. En este momento puede crear alguna norma concreta, ofrecer consejos, corregir alguna conducta, etc. Gana así en autoridad. Se pueden crear vínculos más fuertes con los niños pasando más tiempo con ellos, realizando actividades juntos, siendo sus confidentes, etc.

3. En esta última etapa el padrastro o madrastra ha alcanzado el mismo nivel de autoridad que el padre o madre. Lo que no significa que haya sustituido al que no está. Pero pasa a ser un miembro más de la familia. La autoridad que ejerce es mayor, como también lo es el vínculo afectivo.


Fuente: Sonia Macías, psicóloga

Fecha de actualización: 05-06-2020

Redacción: Irene García

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