¿Cómo deben llamarme mis hijastros?
El título que tiene cada miembro de la familia es tan importante como el propio nombre. Por lo tanto es normal que surjan dudas alrededor de este asunto
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La malvada madrastra del cuento
Lo cierto es que la palabra padrastro o madrastra, por diferentes motivos, no tiene una connotación muy positiva en nuestro idioma, lo que consciente o inconscientemente nos hace buscar otros apelativos para denominar a esta figura.
Los cuentos han hecho que la figura de la madrastra o del padrastro vaya vinculada a una mala persona que hace sufrir a su hijastro, por lo que no hay muchas personas que quieran que su nuevo hijo, el de su nueva pareja, les llame de esta forma.
Entonces, ¿cómo debe llamarme mi hijastro?
Muchos prefieren que sus hijastros les llamen papá o mamá, considerando que esta es la mejor forma para conseguir la total integración en la nueva familia. Lo consideran un reconocimiento o una especie de premio por haber hecho las cosas bien. Especialmente si la pareja vive permanentemente en el domicilio familiar. Sin embargo, los expertos recomiendan no forzar a los niños a llamarlos de ninguna manera, sino dejarles a ellos escoger el nombre con el que se sientan más cómodos.
No obstante, los niños tampoco suelen elegir el término padrastro o madrastra. Generalmente en un primer momento suelen hablar de “el novio de mamá” o “la amiga de papá”. Más adelante, cuando la relación está más consolidada, emplean el nombre propio de la persona. Y en algunas ocasiones pueden llegar a referirse a ellos como mi “segundo papá” o “mi segunda mamá”.
Lo importante es que el nombre, sea el que sea, haga sentir cómodo tanto al niño como a la nueva mamá o papá y que implique confianza, cariño y respeto. Si no es así, puede que haya un problema con el niño o que esté llevando mal la situación y haya que trabajar en ello, incluso con un profesional de psicología.
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