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Los primeros 1000 días del bebé influirán en el riesgo de padecer obesidad

Los primeros 1000 días del bebé influirán en el riesgo de padecer obesidad

La alimentación infantil se adapta a las necesidades y también a los requerimientos de los bebés y niños a lo largo de toda su infancia porque ésta, dependiendo de la edad y las necesidades nutricionales del pequeño, irá variando con el paso de los años.

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Responde: Dolo Iniesta, Responsable de Comunicación de Hero España y Responsable del Instituto Hero de Nutrición Infantil

1. Tpp: ¿Por qué es tan importante la alimentación infantil desde que los niños son pequeños?

DI: En la actualidad, es bien sabido que la nutrición temprana, aquella que se produce en el período fetal y durante los primeros años de vida tiene una influencia decisiva sobre el posterior desarrollo de la vida del bebé. Esto implica que la dieta que sigan los más pequeños durante los conocidos como primeros 1.000 días de vida influirá en el riesgo que éstos tengan de adultos de padecer obesidad y otras enfermedades crónicas como la diabetes o el síndrome metabólico.

En concreto, en los últimos años se ha destacado la importancia de la introducción de la alimentación complementaria como un período muy sensible y crítico en este sentido. Así, en esta etapa de la vida de los bebés en la que comenzamos a diversificar la dieta de los niños, el consumo de alimentos altos en proteína y energía o con un perfil inadecuado de grasas e hidratos de carbono, sumado a unos hábitos poco saludables, son factores que se han relacionado con el desarrollo de obesidad en etapas posteriores.

 

2. Tpp: ¿Cuándo deben los padres y las madres de los bebés menores de un año ir introduciendo en su dieta las diferentes papillas, potitos y purés?

DI: La diversificación de la dieta del bebé no debe producirse nunca antes de los 4 meses de vida del bebé, ni tampoco después de los 6 meses. Además, debemos recordar que ésta se debe realizar siempre siguiendo las recomendaciones del profesional de la salud.

 

3. Tpp: Los tarritos, ¿en qué orden deben ir ofreciéndose al bebé según los alimentos que estos contengan?

DI: La verdad es que no existe un orden de introducción de alimentos establecido, y las pautas pueden llegar a variar mucho entre diferentes regiones y culturas. En España, la Asociación Española de Pediatría ha establecido una serie de recomendaciones en su último documento consenso de Introducción de Alimentación Complementaria:

- No se deben dar “instrucciones” rígidas.

- No hay alimentos mejores que otros para empezar, aunque se recomienda ofrecer de manera prioritaria alimentos ricos en hierro y zinc.

- Se recomienda introducir los alimentos de uno en uno, con intervalos de unos días, para observar la tolerancia y la aceptación; y no añadirles sal, azúcar ni edulcorantes, para que el bebé se acostumbre a los sabores naturales de los alimentos.

 

4. Tpp: ¿Es necesario acudir con el bebé al nutricionista o bastará con visitar regularmente al pediatra?

DI: Como normal general, basta con acudir regularmente al pediatra para asegurarnos de que todo marcha bien. Sin embargo, en aquellos casos en los que exista algún problema específico y nuestro especialista nos lo recomiende, deberemos acudir al nutricionista.

 

5. Tpp: La OMS pidió prohibir el exceso de azúcar en los alimentos para bebés. ¿Cuáles son las cantidades recomendadas? ¿Cómo corregir ese exceso?

DI: La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como recomendación para la población general (tanto adultos como niños mayores de 2 años) un máximo del 10% de la ingesta energética diaria en forma de “azúcares libres”, aunque sugiere que si este se reduce al 5% de la ingesta calórica total los beneficios para la salud serían incluso mayores.

Para niños menores de 2 años, el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) recomienda evitar la ingesta de “azúcares libres”, no añadir azúcar en alimentos y evitar el consumo de zumos de frutas o bebidas azucaradas durante la etapa de alimentación complementaria. En este sentido, más allá de estos también se deberían considerar como “azúcares libres” aquellos producidos durante la fabricación de alimentos, como es el caso de los azúcares generados durante el proceso de hidrolisis al que se someten algunos cereales infantiles comerciales.

Por eso, es importante que aquellos padres que recurran a papillas o cereales infantiles durante la alimentación complementaria de sus hijos miren las etiquetas y comprueben no sólo que estos no contengan azúcares añadidos, sino también si los cereales son o no hidrolizados (o dextrinados). Prestar atención al porcentaje de azúcares que contienen y comparar entre las distintas etiquetas puede ayudarnos a tomar una decisión más informada.

 

6. Tpp: ¿Qué consecuencias tiene, por tanto, dicho exceso de azúcar en la alimentación de los bebés?

DI: Aquellos niños habituados a consumir alimentos con un alto contenido en azúcar cuando son pequeños son más propensos a desarrollar en el futuro problemas de salud en un futuro, como la caries dental, el sobrepeso u obesidad y diversas enfermedades cardiovasculares. Además, también tienden a decantarse por sabores más dulces y, por ende, a llevar una alimentación deficiente cuando son mayores. Por el contrario, si habituamos a los niños a sabores menos dulces desde edades tempranas, será más fácil que en su vida adulta sigan dietas equilibradas y saludables.

Así, teniendo en cuenta la relación existente entre la ingesta excesiva de azúcar y sus efectos perjudiciales sobre la salud, no es de extrañar que en la actualidad tanto Gobiernos como Organizaciones de la Salud estén llevando a cabo estrategias que fomentan la reducción del consumo de azúcar de la población.

 

7. Tpp: ¿Qué alimentos se deben evitar en la dieta de los bebés?

DI: Las recomendaciones científicas procedentes de organismos nacionales e internacionales coinciden en que es necesario poner especial atención a la sal y el azúcar, dos ingredientes que no deben añadirse de manera artificial en la dieta de los bebés. Basta con aquellos azúcares y sales naturalmente presentes en los alimentos, es decir, aquellos que son intrínsecos al propio alimento (los azúcares presentes en la fruta, por ejemplo).

Asimismo, es importante promover hábitos de alimentación saludable en los niños, fundamentados en la diversidad de los alimentos y su equilibrio nutricional. Si les educamos en la diversidad de sabores de alimentos naturales, sin azúcar ni sal, cuando crezcan aceptarán mejor consumir verduras, frutas, cereales de grano entero y pescado, en lugar de tener un mayor interés por alimentos menos saludables.

 

8. Tpp: ¿Podrías dar algunos consejos a los padres y a las madres de estos bebés y niños para que sus hijos coman de forma saludable?

DI: Es sabido que los niños nacen con una predisposición biológica por los alimentos con sabor dulce, un menor interés por lo ácido y una tendencia a evitar lo que sea salado y amargo.  Por eso, conseguir que nuestros hijos se alimenten de manera saludable y no rechacen ciertos alimentos puede parecer todo un reto en ciertas ocasiones. Para facilitar este proceso debemos tener en cuenta diversos factores:

Por un lado, si nuestro hijo rechaza un nuevo alimento la primera vez que se lo ofrecemos, no debemos tirar la toalla. A veces se pueden llegar a necesitar más de diez intentos hasta que el niño acepta el alimento, por lo que continuar ofreciéndoselo en los días siguientes (eso sí, sin presionar) favorecerá su tolerancia y aceptación, a corto y largo plazo.

Por otro lado, escuchar la frase “hasta que no te termines todo el plato no te levantas de la mesa” suele ser algo de lo más habitual mientras los niños están creciendo, pero esta “obligación” puede llegar a ser perjudicial. La realidad es que no debemos prefijar una cantidad de comida determinada que deba consumir, sino ser conscientes y respetar cuándo el niño tiene hambre y cuándo está saciado. No todos los niños comen lo mismo, por lo que las cantidades también pueden variar de uno a otro y en función de las circunstancias.

Por último, debemos ser muy conscientes de que nuestra actitud durante la hora de la comida también afectará a la manera en la que nuestros hijos aceptan nuevos alimentos. Debemos ser pacientes con ellos (cada niño sigue su propio ritmo) y evitar enfadarnos o exasperarnos si en determinada circunstancia el niño no come lo que se le ofrece o no se porta bien. Debemos disfrutar de las comidas en familia, implicar al niño en la mesa junto a los otros miembros de la familia y no exponerlo a distracciones como pantallas o juguetes.

 

9. Tpp: ¿Son conscientes los progenitores del fuerte aumento de la obesidad infantil en España? ¿Cómo puede evitarse este trastorno?

DI: La importancia de una nutrición equilibrada, especialmente en el caso de los niños, es un tema que cada vez es más común no sólo en medios de comunicación o redes sociales, sino en el propio día a día de los propios padres. A nivel gubernamental se están llevando a cabo numerosos proyectos de prevención de sobrepeso y obesidad (como la Estrategia NAOS) y cada vez es más frecuente que los padres y las madres quieran estar lo más informados posible acerca de este tipo de cuestiones.

Para prevenirlo, debemos hacer hincapié en la promoción de hábitos saludables en nuestros hijos: asegurarnos que siguen una dieta variada y equilibrada, donde no consumen alimentos con un alto contenido en azúcares o sal; promover la actividad física y evitar que caigan en el sedentarismo; fomentar que pasen mayor tiempo con la familia… es: dietas variadas y equilibradas, promoción de actividad física; mayor tiempo con la familia, etc.

 

10. Tpp: ¿Consideras importante la lectura de las etiquetas de todos los productos que se ofrecen a los bebés?

DI: Sin duda. Las etiquetas de los alimentos nos ofrecen información sobre su composición nutricional, los ingredientes que lleva ese alimento… Ya se trate de un producto destinado a alimentación infantil o alimentación general, es fundamental que los consumidores no sólo lean las etiquetas, sino que las entiendan. Por eso, las marcas comerciales debemos apostar por etiquetas “limpias”, que trasladen la información de una manera entendible para los consumidores y faciliten su comprensión.

En el caso de los alimentos y productos destinados a bebés o a niños de muy corta edad, leer las etiquetas de los alimentos ayudará a los padres a seleccionar de manera adecuada aquellos alimentos que son más saludables y realmente contribuirán a que su hijo mantenga una dieta equilibrada.  

 

11. Tpp: ¿Crees que existe relación entre la no lectura de dichas etiquetas y la obesidad y el sobrepeso infantil?

DI: Es difícil establecer una relación directa entre ambos. Debemos tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad relacionada con muchos factores. Por supuesto, la alimentación es uno de ellos y aquí entra en juego la lectura del etiquetado de los productos (entre otros muchos aspectos); pero también influyen la actividad física, nuestra genética y predisposición a la misma…

 

12. Tpp: ¿Por qué hay obesidad y sobrepeso infantil? ¿A quién culpamos?

DI: Si atendemos a las últimas indicaciones de la OMS en la materia, la prevalencia creciente de la obesidad infantil se debe primordialmente a cambios sociales.

La obesidad infantil se asocia fundamentalmente a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño; sino también, cada vez más con el desarrollo social y económico y con las políticas impulsada por cada país en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos.

 

13. Tpp: ¿Podrías decirnos cuáles son las carencias nutricionales más alarmantes en las dietas de los bebés y niños menores de tres años?

La falta de hierro, técnicamente conocida como ferropenia, es el trastorno nutricional más común en la población. De hecho, es la única enfermedad carencial que no sólo tiene una gran incidencia en países en desarrollo o con economías emergentes, sino que es un problema que suele afectar a la salud de los niños en países de todo el mundo. Por eso, es fundamental que cuando comenzamos la alimentación complementaria de nuestros hijos introduzcamos alimentos ricos en hierro que prevengan esta carencia nutricional. En este sentido, los cereales infantiles Hero Baby están enriquecidos con hierro para contribuir al aporte de este micronutriente en su dieta.

 

14. Tpp: ¿Cuál sería entonces la dieta ideal para un bebé y/o niño menor de tres años?

DI: Por supuesto, durante sus primeros meses de vida es la lactancia materna la protagonista de la dieta del bebé. Conforme pase los meses, cuando se inicie el periodo de alimentación complementaria debemos apostar por una dieta variada, con diversidad de alimentos, rica en fibra y baja en azúcares y sal. Y, por supuesto, favoreciendo el ambiente emocional durante cada comida, asegurándonos de que las comidas se hacen en familia, manteniendo una actitud positiva y estableciendo rutinas que ayuden al niño en su camino hacia una dieta saludable y equilibrada en el futuro.

 

15. Tpp: Hero Baby lanzaba el pasado martes la campaña “Solo lo que ves” ¿Qué piensas de los nuevos tarritos Hero Baby 100% naturales que presentaron en dicha campaña?

DI: Estos nuevos tarritos son un claro reflejo del firme compromiso nutricional que desde siempre hemos mantenido en Hero. Creemos en conservar lo bueno de la naturaleza, mejorando constantemente y ofreciendo a nuestros consumidores productos naturales de la más alta calidad, saludables y con el mínimo procesado posible. Este nuevo lanzamiento forma parte de un proceso de reformulación de nuestros productos Hero Baby, que bajo nuestra estrategia GON (Goodness of Nature) apuesta por obtener alimentos cada vez más naturales, con listas de ingredientes sencillas como estos tarritos “Solo lo que ves”.

Además, son un ejemplo perfecto de la “Calidad Baby”, el método que utilizamos para mantener en todo momento el máximo control de calidad y seguridad de nuestros productos destinados a bebés. Bajo este método controlamos el origen de nuestras materias primas, garantizamos que cada uno de nuestros productos mantiene un equilibrio nutricional perfecto; controlamos cada paso de su elaboración, desde que se recoge la materia prima hasta que se cierra el tarrito, para asegurar la calidad y seguridad de estos; y los conservamos con métodos tradicionales (similares al clásico baño maría) para que mantengan todas sus propiedades.


Fecha de actualización: 16-10-2019

Redacción: Ana Ruiz

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