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Andrew Davenport, creador de los Teletubbies

Andrew Davenport, creador de los Teletubbies

Responsable de una de las series infantiles más exitosas y famosas de todos los tiempos, Davenport presenta ahora una nueva creación para los más pequeños: El Jardín de los Sueños, que ya se puede disfrutar dentro del espacio de los Lunnis de Televisión Española.

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“Para que una serie infantil tenga éxito, tanto el lenguaje como los personajes deben ser comprendidos por los niños, deben reflejar su mundo”

TodoPapás: ¿Cómo se llega a ser creador de series infantiles?

Andrew Davenport: Bueno, la verdad es que más bien por accidente, de hecho, mi objetivo era ser logopeda y para ello fui a la universidad a estudiar la terapia del habla. Pero después de finalizar mis estudios decidí que no quería seguir por ese camino y que me interesaba más actuar y el mundo del teatro. Eso es lo que hice y así conocí a Anne Wood, la fundadora de Ragdoll Productions. Empezamos a trabajar juntos y de esa forma pude combinar los dos elementos de mi experiencia: la parte del desarrollo infantil, la adquisición del habla, la psicología… con la escritura creativa, la invención de personajes, etc.

Antes de la aparición de los Teletubbies, en Reino Unido era bastante inusual que las personas que trabajaban en el campo de las series infantiles tuvieran también experiencia con niños pequeños o con áreas relacionadas con ellos. Gran parte de la televisión que existía intentaba recrear el ambiente de la educación de los niños, es decir, había un presentador que desempeñaba el papel de profesor y una serie de chavales o títeres que recibían esa enseñanza. Pronto me di cuenta de que estos programas presentaban a los niños preescolares una situación ajena a su experiencia, que no entendían ni compartían. Y los Teletubbies surgieron del intento de crear un programa televisivo que fuera de su interés y que recreara un mundo del que pudieran participar, algo que aún no existía. Así es como comenzó todo y desde entonces ha sido natural seguir por ese camino.

TPP: ¿Pero esperaba el exitazo que tuvieron los Teletubbies?

AD: Para nada, superó todas nuestras expectativas. De hecho, al principio la respuesta en el Reino Unido fue muy hostil, decían que el programa era una tontería, que era aburrido, que no tenía ningún sentido, que era un insulto a la inteligencia de los niños… y esas críticas fue lo que nos llegó en primer lugar, antes del gran éxito. Pero luego descubrimos que muchos de los ataques fueron escritos por adultos que no habían visto el programa con niños, mientras que hubo una respuesta positiva por parte de los padres que sí tenían hijos y habían visto cómo éstos reaccionaban al ver el programa y lo mucho que disfrutaban con él. Así que antes del éxito hubo una gran reacción negativa que nos obligó a explicar el programa. Pero el éxito no tardó en llegar y fue algo sorprendente.

TPP: De hecho hubo gente que acusó a los Teletubbies de retrasar o detener el desarrollo de los niños por la forma de hablar de sus personajes.

AD: Sí, es un malentendido muy común. La forma en la que hablan los personajes intenta recrear el idioma que tienden a adquirir los niños en una primera etapa de su desarrollo y refleja su estado y sus habilidades mentales. “Hola”, “adiós”, “otra vez” -porque a los niños les encanta ver las cosas repetidas una y otra vez- “oh, oh”. Esta última es muy importante, es una protopalabra, no existe como tal pero sí tiene un significado para los niños, es una palabra que marca una etapa en su desarrollo y por lo tanto era importante incluirla en los Teletubbies. Todo el lenguaje está diseñado para que los niños lo comprendan y lo reconozcan. Lo más importante en los Teletubbies es que son unos personajes un poco ridículos pero fáciles de comprender; si hablaran como adultos no funcionaría, aunque sí hay un narrador que cuenta la historia para que los niños profundicen en su entendimiento. También les ayuda a entender la historia las repeticiones, hay 4 teletubbies, y todos reaccionan a la misma situación igual. Por ejemplo, si hay un charco el primero se mete en él, el segundo hace lo mismo, el tercero es avisado para que no entre pero es demasiado tarde y también entra, y al cuarto se le avisa también, mira al charco y decide entrar de todas formas. La construcción de la historia tiene todo el sentido para un niño y no mucho para un adulto, pero son ellos los que deben entender lo que ven.

Sí es cierto que algunos padres se preocuparon al ver que sus niños ya sabían decir “hola” perfectamente y a raíz de empezar a ver la serie comenzaron a decir “eh oh”, que es la forma en la que lo decían los personajes, y pensaron que sus hijos habían sufrido una regresión en su desarrollo. Pero si le preguntas a un niño qué significa “eh oh”, te dirá que es la manera en la que los Teletubbies dicen “hola”. Los pequeños no son nada tontos, entienden el juego y disfrutan con ello. Y una de las cosas que más les gusta es hacer las cosas mal o de forma distinta, es muy común que un niño use una palabra mal para jugar. Pero al tener la serie tanto éxito y no haberse hecho nada anteriormente con esta técnica de imitación del lenguaje infantil, los padres se preocuparon.

TPP: Parece que todo está muy pensado en la serie. Hubo también mucha polémica con el significado del bolso de Tinky Winky.

AD: Sí, se pensó mucho. Es un caso muy curioso, demuestra que lo que significa algo para un niño puede significar algo totalmente distinto para un adulto. Cada Teletubbie tiene un objeto favorito que funciona como un juguete arquetipo. Dipsy, por ejemplo, tiene un sombrero que se asocia con un juego de roles del que disfrutan mucho los niños, les gusta ponerse algo que cambie su forma de sentir, ser otra persona, disfrazarse. Laa-laa tiene una pelota, un arquetipo entendible en todas las culturas, universal. Y Po tiene una scooter, que representa el placer de los más pequeños por moverse, desplazarse. El bolso, por lo tanto, quería representar un juego universal de todos los niños: meter y sacar objetos de un contenedor, un baúl, una caja… A los pequeños les encanta coger un bolso, meter cosas en él, llevarlo a otro sitio, sacar esas cosas y volver a por más. Como los Teletubbies son un poco ridículos, Tinky Winky no se da cuenta de que su bolso es de mujer, no para chicos, y por eso los demás se ríen de él. Un niño que vea el programa entenderá que es una broma y también se reirá. La polémica se originó en torno a un pastor evangelista que salía en televisión y que advirtió a los padres cristianos que no dejaran a sus niños ver la serie porque podía originar confusiones de género al ver a un chico llevar un bolso de niña. Al ser la serie tan famosa, los medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de ello; pero creo que más tarde reconoció que lo había dicho para conseguir más publicidad y audiencia para su programa.

TPP: ¿Qué nos puede contar sobre su nueva serie, El Jardín de los Sueños?

AD: Después del éxito de los Teletubbies parecía que no era el momento oportuno de hacer un programa parecido para una franja de edad similar, porque los Teletubbies todavía tenían éxito y dominaban el paisaje televisivo. Había que esperar un tiempo para crear algo nuevo pero empecé a pensar en realizar un programa dirigido a niños un poco mayores, distinto a los Teletubbies. Éstos tenían más que ver con los espacios físicos, ya que el desarrollo temprano de los niños está muy vinculado a su entorno, a su mundo cuando descubren que pueden moverse. Por lo tanto, los Teletubbies tratan de esos espacios físicos, pueden correr, alejarse, acercarse… y la relación física entre los Teletubbies y su mundo forma la base de la narración.

Después de esta etapa, llega un momento en la infancia donde los niños han entendido el mundo a través de su relación física lo suficiente como para disfrutar jugando con lo imposible y empiezan a interesarse por historias, juegan con el lenguaje porque ya lo dominan y entran en el periodo de juego simbólico: cada objeto representa algo diferente. Este tipo de juego representa un cambio, y para esa etapa del desarrollo pensé que hacía falta una serie nueva, con personajes reconocibles como lo son los juguetes. Antes de esta fase, si a un niño le das un muñeco lo golpeará contra la mesa o lo tirará al suelo. Pero cuando entran en la fase del juego simbólico, lo tratan como a una persona, le dan de comer, lo bañan, etc. La noción de juguete es fundamental para la trama del programa, a través de ellos se pueden proyectar personalidades distintas y pueden ensayar situaciones diferentes del mundo real para que los niños aprendan las consecuencias de sus actos. También la narración, la historia que se cuenta, es muy importante. Trata sobre las relaciones entre estos personajes. Me pareció que sería bonito crear una comunidad de individuos distintos para ver cómo se relacionaban entre sí. Es una historia sobre la amistad, el amor, el compañerismo… Cada uno tiene su personalidad, sus intereses, su hogar, pero todos se respetan y se dan apoyo. Esta comunidad refleja el nuevo entorno en que se desarrolla el niño, que entra en una etapa más social. También quise que desde un primer momento el significado de la serie quedara claro, para no volver a tener malentendidos ni polémicas como con los Teletubbies. Es más fácil de entender para los adultos porque es parecido a un cuento. Es una serie más emotiva, no hay tragedias pero sí trata de la amistad, los diferentes intereses de la gente, la responsabilidad, etc.

TPP: Por lo tanto, ¿a qué edad va dirigida?

AD: Hombre, depende de cada niño, pero el juego simbólico empieza a partir de los 2 años y por los estudios realizados, parece que la serie la disfrutan desde los 2 hasta los 5 o 6 años, la edad en la que todavía están muy vinculados a sus juguetes.

TPP: ¿La producción de la serie ha sido más compleja? Está realizada en un bosque real con tecnología de Alta Definición, con una combinación de personajes disfrazados, marionetas y animaciones por ordenador.

AD: Sí, ha sido mucho más difícil. En los Teletubbies diseñamos un único tipo de personaje y sólo había que adaptar el traje al tamaño de la persona que actuaba y cambiar el color. Pero esta serie tiene 31 personajes, cada uno requiere un traje distinto dependiendo de su actividad y con un color diferente. En cuanto a la grabación en sí, sabíamos que teníamos que grabar en alta definición para el mercado internacional; la ventaja de este sistema es que es mucho más fácil hacer efectos especiales con él: se puede grabar un personaje y luego añadir a esa escena otra otro personaje diferente, sin importar los tamaños reales. De hecho,  Makka Pakka, el más pequeño en la serie, es más grande en la vida real que cualquiera de los otros. Se graba en platós diferentes y luego, al editar, se mezclan las escenas. La postproducción también es muy complicada, se necesita una versión muy limpia de cada imagen y es difícil de lograr porque las escenas se graban por separado y luego se juntan. Por ejemplo, cuando los personajes bailan todos juntos, las imágenes tienen más de 60 capas o niveles. Así tiene todo un toque más irreal y parece un cuento.

TPP: ¿Los personajes principales representan algo concreto?

AD: Bueno, lo que quería era crear una comunidad de distintos tipos de juguetes. Igglepiggle es el juguete favorito, un poquito aplastado porque le han querido mucho. Está un poco perdido en el mundo y representa a todos los niños, la infancia. Upsy Daysy es una muñeca con muchos accesorios, alguno un poco raro, como una cama con personalidad propia que a veces se le escapa y a la que tiene que perseguir para irse a dormir, como una mascota. Le encanta bailar y cantar, es muy presumida y le gusta ser el centro de atención. Cada personaje tiene una canción que representa un poco lo que significa cada uno. Los Tombliboos son 3 personajes, muy parecidos físicamente pero cada uno con una canción sobre una acción distinta: tocarse la nariz, sentarse en el suelo, llamar a la puerta. Son muy divertidos y representan el placer de jugar. Makka pakka refleja otra parte de la infancia: la relacionada con aprender hábitos de higiene. Empuja un carrito donde lleva sus herramientas para limpiar las cosas, porque lo que más le gusta del mundo es limpiar las piedras que encuentra y las caras del resto de personajes. Cuando suena su trompeta, todos saben que es la hora de lavarse la cara. Los Pontipines son una familia de 10 miembros que viven en un adosado al lado de los Wottingers. Estas dos familias representan la comunidad de vecinos: se saludan, se buscan, comparten cosas…

TPP: ¿La creación de nuevos capítulos de Teletubbies ha terminado?

AD: Sí, no porque no se vaya a seguir emitiendo, porque todavía hay niños que lo ven con la misma ilusión que hace 10 años, pero no voy a crear programas nuevos. En la actualidad existen 365, por lo que un niño puede ver uno diferente cada día, y además a los peques les gusta repetir. De la nueva serie se han hecho por el momento 100 capítulos de media hora cada uno.

TPP: ¿Cuál es la clave de su éxito?

AD: La respuesta más sencilla es conocer a tu público y su cultura. El secreto es que los personajes sean entendibles por los niños, con un lenguaje apropiado y una historia detrás. Porque puedes poner a una serie de personas bailando y cantando, pero si no cuentan nada, los niños enseguida se aburrirán y cansarán.

El Jardín de los Sueños

Realizada por Ragdoll Productions, creadores de los Teletubbies, El Jardín de los Sueños evoca un mágico libro de cuentos en el que diferentes juguetes interactúan en un lugar que existe entre la vigilia y el sueño en la imaginación de los niños. Las palabras, los ritmos y la música transportan a los jóvenes telespectadores a través de un viaje feliz de personajes entrañables, enérgicos y aventureros con canciones infantiles.

Pero, ¿quiénes son sus personajes principales?

- Igglepiggle: Es como un osito amoroso que siempre está saltando. Curioso y aventurero, pero también algo modesto. A pesar de su energía, a veces necesita tranquilidad y consuelo, que encuentra en su mantita y en el narrador. Cualquier sorpresa parece demasiado para él y simplemente ¡se cae! Pero rápidamente se pone en pie y empieza otra vez.

- Upsy Daisy: Es una muñeca optimista y feliz, segura de sí misma y muy expresiva. No hay nada que le guste más que bailar por el jardín. Ella e Igglepiggle son muy amigos, casi como hermanos.

- Ombliboo Tombliboo: Son tres revoltosos muñecos –Unn, Ooo y Eee. Se tambalean juntos, pocas veces se separan y se les caen los pantalones cientos de veces inesperadamente. Los encontraréis en su arbusto tocando el piano o la batería o amontonando y ordenando los bloques de su edificio.

- Makka Pakka: Es uno de los personajes más pequeños del jardín. Lo que más le gusta es coleccionar y lavar piedras pequeñas. También se entretiene lavando y secando las caras de los otros juguetes.


 



 


Fecha de actualización: 12-01-2009

Redacción: Irene García

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