Abuelos y nietos: nuevos papeles

Indice

• Síndrome de la Abuela Esclava
• Políticas de conciliación, básicas para lograr un equilibrio

 

Síndrome de la Abuela Esclava

La relación entre los abuelos y los nietos es única e importante. Los abuelos aportan un modelo de experiencia y perspectiva y los nietos, una chispa de jovialidad y alegría. Que puedan disfrutar de su compañía mutua puede resultar en una de las relaciones más importantes y significativas que se tienen: las de los abuelos y los nietos.

Pero ¿qué ocurre cuando esta relación cambia? En los últimos años -en parte por la crisis y por diversos cambios sociales- los abuelos están, poco a poco, ocupando un rol protagonista en la crianza de los niños. ¿Qué implica todo esto?

Muchos abuelos y abuelas coinciden en que cuidan a sus nietos con gusto, pero no cabe duda de la presión que conlleva el cuidado de los niños. Un estudio de la Fundación Pfizer en 2014 concluyó que el 59% de los abuelos tienen un papel activo en el cuidado de los nietos (darles de comer, recogerles del colegio o llevarles al médico). Y una encuesta del Ministerio de Sanidad realizada en 2010 estableció que los abuelos llegan en ocasiones a cuidar de sus nietos 6-7 horas diarias.

Ante esto, los expertos señalan aspectos positivos como las enseñanzas e influencia que el abuelo y abuela pueden aportar en los niños. Pero también coinciden en que conlleva otros aspectos negativos como la posible tensión nerviosa o emocional, la carga financiera, el cansancio físico o el choque cultural del trato entre dos generaciones muy distanciadas.

La tendencia por la que cada vez mayor atención de los hijos recae sobre los abuelos ha sido calificada por el nombre de Síndrome de la Abuela Esclava: cuando el abuelo o abuela siente tal presión de cuidado de sus nietos que se convierte en una obligación que conlleva estrés o depresión. El problema es que, en muchos casos, el miedo a romper la relación con la familia, lleva a que esta presión y descontento se lleve en silencio.

 

Políticas de conciliación, básicas para lograr un equilibrio

La crisis ha supuesto una vuelta al recurso de los abuelos frente a guarderías o mamás de día para el cuidado de los niños mientras los padres trabajan. Aumentando la desigualdad, ha supuesto que unas familias puedan conciliar de manera más sencilla que otras, pudiendo recurrir a profesionales para el cuidado de sus hijos y a los abuelos solo para ocasiones puntuales, mientras que otras familias se ven obligadas a recurrir a los abuelos ante la falta de una red estatal o legal que les ampare.

Desde el colectivo Concíliate Cuidando inciden en la necesidad de que el estado asegure el reconocimiento a la labor de cuidados familiares y domésticos. Y es que, como indican en este colectivo orientado a la atención sociosanitaria, el contexto social actual -todavía con las consecuencias de la recesión económica candentes y con bajo apoyo estatal al cuidado familiar- conlleva un conflicto económico para mantener los cuidados para el entorno familiar y un conflicto emocional, ante la imposibilidad de realizar estas tareas y tener que dejarlas en manos de otras personas.

De ahí que sean numerosos los colectivos de padres y abuelos que pidan una mayor y mejor atención del estado a políticas familiares y de conciliación para padres y madres. En este post os hablábamos de los permisos de maternidad en el mundo, donde países como Alemania, Francia o Finlandia incluyen a estos permisos medidas de conciliación para la crianza de los hijos. Solo así podrá conseguirse un mejor equilibrio en el cuidado de los niños y una menor presión sobre los abuelos para esta tarea.