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Trastornos del sueño en niños

Trastornos del sueño en niños

Durante la infancia suelen aparecer dificultades a la hora de dormir que obedecen a causas diferentes. Es importante diagnosticar el tipo de trastorno del sueño porque un descanso insuficiente puede perjudicar al estado de ánimo y desarrollo de los niños.

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Indice

 

Trastornos del sueño en la infancia

Dormir es una actividad fundamental en todos los seres humanos pues ayuda a mantener el equilibrio físico y fisiológico del cuerpo. Un buen descanso debe permitir realizar las actividades diarias con normalidad y en el caso de los niños es fundamental para su buen desarrollo.

Un sueño deficiente puede ser perjudicial en la salud de los pequeños y afectar negativamente a su estado de ánimo y su comportamiento por el día. Desde una edad temprana es importante inculcarles unos buenos hábitos a la hora de irse a la cama y que lo vean como un momento necesario y no una obligación. Sin embargo, a veces surgen ciertos trastornos que impiden que los pequeños duerman como deberían.

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Los trastornos del sueño que aparecen durante la infancia y la adolescencia no son los mismos que los que aparecen en la edad adulta; según la Asociación Española de Pediatría las patologías relacionadas con el sueño en la infancia se pueden clasificar en: insomnio, hipersomnia diurna y parasomnias.

- Insomnio: suele consistir en una incapacidad para conciliar el sueño debido a hábitos mal adquiridos. En los bebés también suele obedecer a causas médicas como cólicos, gases, incomodidad o cualquier otra cosa relacionada. A partir de los 2 años pueden ser también por ansiedad, miedo, etc. La causa más común suele obedecer a que no se han establecido los límites necesarios, a que se ha acostumbrado al niño a dormir con algún objeto o bajo una circunstancia determinada o por una alteración de los ritmos circadianos que impiden que se concilie el sueño a una hora normal por una alteración de la fase sueño-vigilia. Otro trastorno asociado a la incapacidad para conciliar el sueño es el síndrome de las piernas inquietas que consiste en una necesidad urgente de mover las piernas cuando se está descansando; suele causar muchas molestias o dolor y empeorar la calidad de vida de la persona que lo sufre.

Dentro de este grupo se encontraría también el síndrome del retardo de fase, una alteración del ritmo del sueño que comienza a manifestarse, normalmente, a partir del 10 años; se caracteriza por insomnio a la hora de acostarse y por la dificultad para despertarse por la mañana en el momento que toca, lo que conlleva somnolencia durante el día y bajo rendimiento escolar.

- Hipersomnia nocturna: se caracteriza por una necesidad de quedarse dormido que no tiene por qué tener relación con el cansancio sino que suele estar condicionada por algún trastorno de la ansiedad o una enfermedad endocrina. Las principales causas son: narcolepsia, se caracteriza por somnolencia y por la aparición de episodios de sueño súbitos e irreprimibles; síndrome de la apnea obstructiva del sueño, obstrucción de las vías respiratorias superiores; descanso insuficiente o alteración en el ritmo circadiano, caracterizado por patrones del sueño irregulares.

- Parasomnias: son trastornos del sueño caracterizados por conductas anormales asociadas a las fases del sueño o a la transición de sueño-vigilia. Las parasomnias no suelen ser clínicamente graves ni importantes pero a veces requieren la intervención psicológica para conseguir que el niño las supere. Las parasomnias más comunes son: terrores nocturnos, despertares bruscos y con gritos que se caracterizan por miedo intenso aunque la persona que los sufre no recuerda luego el episodio; pesadillas, sueños que producen una sensación de miedo o terror en la fase de sueño profundo o REM (sueño de movimientos oculares rápidos); movimientos rítmicos y repetitivos relacionados con el sueño que afectan a determinadas partes del cuerpo como la cabeza, el tronco, las extremidades o todo el cuerpo, que pasan cuando el niño se está quedando dormido;  despertares confusos, consisten en una confusión temporal y espacial al despertar; y sonambulismo, conducta que incluye hablar y caminar mientras el niño permanece dormido. También pueden darse lo que se conoce como movimientos rítmicos del sueño que consiste en movimientos repetitivos del cuello y de la cabeza que se dan durante el sueño ligero.
 

¿Cómo actuar frente a los problemas del sueño de los niños?  

Si el trastorno del sueño no obedece a causas médicas los padres deben seguir una serie de pautas para conseguir que el niño descanse por las noches:

- Mantener unos horarios regulares a la hora de que el niño se vaya a la cama y tener una rutina establecida: baño, cena, cuento y dormir, por ejemplo.

- Antes de ir a la cama se deben evitar programas de televisión o videojuegos que alteren al pequeño o que sean de miedo. Es importante identificar todo las causas que puedan poner al menor nervioso para eliminarlas.

- En caso de que el niño tenga pesadillas se puede dejar encendida una luz tenue para que tenga menos miedo. Si sufre muchas pesadillas hay que ayudarle a que se tranquilice y atenderle para que no se sienta tan inseguro.

- Es importante mantener conversaciones con el niño por si no consigue conciliar el sueño por algún problema que le produce ansiedad o angustia.

- En el caso de los terrores nocturnos o sonambulismo es importante vigilarle para evitar que se haga daño durante el episodio. Suelen pasarse según pasan los años.

- Procurar que el niño no beba de manera abundante antes de dormir y que vaya al baño antes de acostarse.

- En caso de insomnio se pueden evitar las siestas.

- Evitar asociar la cama con los castigos, el niño debe verla como algo agradable.

- Acudir al pediatra o profesional de medicina siempre que se sospeche que el trastorno del sueño obedece a algún tipo de enfermedad neurológica, endocrina o psicológica.


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