Tipos de glomerulonefritis en niños

Indice

• ¿Qué es la glomerulonefritis?
• Tipos de glomerulonefritis
• Síntomas de la glomerulonefritis
• ¿Cómo se trata esta afección?

 

¿Qué es la glomerulonefritis?

La glomerulonefritis es una enfermedad que afecta la estructura y la función del glomérulo renal, cada uno de los diminutos ovillos de capilares situados en el riñón donde se filtra la sangre y se elabora la orina.

En la glomerulonefritis, los glomérulos se hinchan y se irritan (se inflaman). Al dejar de funcionar bien, pueden hacer que el pis contenga células sanguíneas y proteínas, lo que a su vez puede causar que los vasos sanguíneos también pierdan fluidos y sean retenidos en los tejidos corporales. Esto causa hinchazón en la cara, el abdomen, las manos y los pies.

Es un tipo de enfermedad renal que puede tener varias causas y presentaciones clínicas y en la que se daña la zona de los riñones que ayuda a filtrar los desechos y los líquidos de la sangre.

Cuando un niño tiene una glomerulonefritis, sus riñones no funcionan adecuadamente y no pueden limpiar bien la sangre. La glomerulonefritis puede aparecer rápidamente (glomerulonefritis aguda) o bien lentamente a lo largo del tiempo (glomerulonefritis crónica). Es decir, se puede desarrollar rápidamente y la función renal se pierde al cabo semanas o meses o tardar más tiempo.

Hay una serie de factores que incrementan la posibilidad de padecer esta afección:

- Trastornos de la sangre o el sistema linfático

- Exposición a disolventes de hidrocarburos

- Cáncer

- Infecciones por streptococcus, virus o abscesos

- Amiloidosis

- Enfermedades de los vasos sanguíneos como vasculitis o poliarteritis

- Glomeruloesclerosis focal y segmentaria

- Uso excesivo de analgésicos, especialmente AINE

- Nefritis lúpica

- Problemas inmunitarios, como el lupus eritematoso sistémico o la púrpura de Henoch-Schönlein

Tipos de glomerulonefritis

- Primaria: cuando el compromiso renal no es consecuencia de una enfermedad más general y las manifestaciones clínicas se limitan al riñón.

- Secundaria: cuando la afección es resultado de una enfermedad sistémica (p. ej., lupus eritematoso sistémico, diabetes, etc.) o de una infección.

 

Síntomas de la glomerulonefritis

Los síntomas más comunes de esta enfermedad son:

- Sangre en la orina (hematuria), lo que produce orina oscura, de color rojizo o café

- Orina espumosa debido al exceso de proteinuria

- Hipertensión

- Hinchazón (edema) de la cara, los ojos, los tobillos, los pies, las piernas o el abdomen

- Dolor abdominal

- Sangre en el vómito o en las heces

- Tos y dificultad respiratoria

- Diarrea

- Micción excesiva

- Fiebre

- Malestar general

- Pérdida de apetito

- Dolores articulares o musculares

- Hemorragia nasal

- Cefalea

- Cansancio

- Palidez de piel y mucosas

- Proteinuria

A la larga, si la enfermedad no se detecta o trata a tiempo, puede dar lugar a insuficiencia renal, lo que provocaría la necesidad de diálisis o trasplante.

¿Cómo se trata esta afección?

El profesional de medicina puede pedir análisis de sangre y de orina para el diagnóstico. Es posible que también pida una ecografía renal para poder observar bien los riñones. En algunos casos, puede ser necesario hacer una biopsia renal (del riñón).

El tratamiento depende de la causa de la enfermedad y del tipo y gravedad de los síntomas. A veces, la glomerulonefritis aguda mejora por sí sola.

Generalmente se recetan una serie de medicamentos para controlar los síntomas más serios como la hipertensión, corticosteroides, fármacos que inhiben el sistema inmunitario, etc. También se pueden recetar medicinas para bajar la tensión arterial o para ayudar a los riñones a fabricar orina y a eliminar los residuos.

A veces se puede emplear un procedimiento llamado plasmaféresis para glomerulonefritis causada por problemas inmunitarios. Este proceso consiste en extraer la parte líquida de la sangre que contiene anticuerpos y reemplazarla por líquidos intravenosos o plasma donado (que no contiene anticuerpos). De esta manera se puede reducir la inflamación en los tejidos del riñón.

También se suele recomendar restringir el consumo de sal, líquidos, proteínas y otras sustancias.