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Mi hijo no ve bien

Mi hijo no ve bien

La vista es el sentido que más utilizamos y el más valorado, ya que por ella percibimos el 80% de la información. La mayor parte de los movimientos, actividades y respuestas físicas y mentales que realizamos a diario dependen directamente de este sentido. Y es fundamental para el proceso de educación y cultura. Por eso, es muy importante que el sistema visual funcione correctamente.

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Los expertos coinciden en que la infancia es un periodo sumamente importante en el cuidado de la visión. Entre las recomendaciones para los más pequeños destacamos “que la primera revisión se realice a los 4 años, además de aumentar el juego al aire libre para ejercitar la vista de lejos y controlar el uso de los videojuegos, cuyo uso en exceso supone un riesgo para este preciado sentido”.

Laura de Yñigo, directora Instituto Varilux, responde a las preguntas más frecuentes sobre salud visual infantil:

 

En los neonatos el sistema visual no está totalmente desarrollado, sino que se va desarrollando a medida que el niño crece. Durante los primeros meses y años de vida será imprescindible la observación de los padres y/o educadores para poder detectar cualquier tipo de problema y darle un tratamiento adecuado, además de las revisiones de pediatría. 

Será conveniente realizar una revisión optométrica en oftalmología cuando el niño entre en edad escolar.

 

¿Qué síntomas o señales indican que un niño no ve bien?

Los trastornos visuales más frecuentes en la infancia, dejando aparte las patologías, son los defectos de refracción (necesidad de llevar gafas) y el estrabismo (tuerce uno o los dos ojos), y en ambos casos, puede que el niño no se queje de ver mal.

Será conveniente que los padres y/o educadores observen si el niño desvía un ojo, si guiña siempre el mismo ojo cuando está por la calle, tuerce la cabeza cuando presta atención a algo, se acerca mucho al papel o a la TV, se queja de cefalea se le enrojecen los ojos a menudo, se frota los ojos o parpadea demasiado.

 

¿Qué defectos visuales son los más comunes en niños menores de 7 años?

Los defectos visuales más comunes en esta edad son la miopía (ven mal de lejos), hipermetropía (ven mal de cerca) y astigmatismo (visión deformada). Puede que afecte a uno o a los dos ojos. En estos casos, la solución siempre pasa por el uso de gafas. También debemos estar atentos a los casos de ojo vago (ambliopía) y/o estrabismo y aunque menos frecuentes, los casos de daltonismo (fallo en la visión de colores).

 

¿Cuáles son los tratamientos más frecuentes en niños de esta edad?

En niños pequeños las soluciones visuales siempre pasan por una buena corrección con gafas, en ocasiones complementada con terapia visual y sólo en casos especiales se recomendará cirugía.

 

¿Pueden prevenirse los trastornos visuales?

La hipermetropía y el astigmatismo no son defectos que puedan prevenirse, ya que dependen básicamente del tamaño y forma del ojo, además de la componente hereditaria. Hay ciertos tipos de miopía, en cambio, que pueden prevenirse con unos buenos hábitos o higiene visual, es decir, con pautas de conducta que promuevan actividades al aire libre. La prevención del ojo vago (ambliopía) y el estrabismo, pasan por una detección a tiempo para poder tratarlos lo antes posible. El daltonismo es un defecto congénito, por lo que no tiene prevención, simplemente una buena detección.

 

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¿Es cierto que algunos hábitos, como ver la tv, abusar de pantallas y monitores de ordenadores, móviles, consolas…, leer con luz inapropiada, etc. perjudican la vista? ¿Por qué?

Es cierto que un abuso en el uso de dispositivos electrónicos en condiciones bajas de iluminación puede constituir un factor de riesgo importante para la salud ocular y visual a largo plazo, puesto quela radiación que entra en el ojo lo hace de manera más intensa, en parte ayudada por el mayor tamaño de la pupila. Este hecho se ve incrementado en edad infantil porque la pupila de los más pequeños es mayor y sus medios oculares más transparentes.

A corto plazo, este uso intenso en condiciones de iluminación desfavorables se puede traducir en fatiga visual y sequedad ocular, lo que conlleva incomodidad y molestias en los ojos. Para evitar estas situaciones, las recomendaciones son evitar el abuso de dispositivos electrónicos y cuando se vayan a utilizar hacerlo siempre con una buena iluminación, descansando la vista cada poco tiempo.

 

¿Qué riesgos tiene no detectar a tiempo un problema en la vista?

La falta de detección de los problemas visuales puede provocar ambliopías y estrabismos, ya que un ojo que no ve bien puede cada vez ver menos. El hecho de ver con un solo ojo (ambliopía) provoca la pérdida de la visión binocular y la visión del espacio tridimensional (visión en 3D).

Los niños que no ven correctamente, ya sea con un ojo o con los dos, pueden tener un bajo rendimiento escolar o demostrar pocas habilidades deportivas o manuales. Los niños daltónicos pueden presentar problemas en el rendimiento escolar al tener alterada la visión de los colores.

 

¿Qué medidas deben adoptarse para prevenir problemas visuales de cara al verano y los días de sol?

Durante los días soleados del verano es fundamental que al igual que protegemos la piel de los niños, protejamos también sus ojos, puesto que el efecto de la intensa radiación ultravioleta puede tener consecuencias a corto y largo plazo. Por lo tanto será imprescindible que también los niños hagan uso de gafas de sol que cuenten con total garantía, y que las lentes aseguren tanto una imagen nítida libre de distorsiones como un alto factor de protección frente al ultravioleta. En este sentido, se aconsejan lentes con un Factor de Protección Solar para el Ojo (E-SPF) de 50+ para cuidar su salud. 


Fuente:

Laura de Yñigo, directora Instituto Varilux

Fecha de actualización: 04-04-2022

Redacción: Irene García

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