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El estado de salud de los niños adoptados

El estado de salud de los niños adoptados

Las adopciones internacionales aumentan cada año en España. En 2006 se adoptaron 4.500 niños, la mayoría de ellos procedentes de China y Rusia. Aunque su estado de salud en general es bueno, un informe del Hospital Carlos III revela que de los 637 niños adoptados atendidos allí que forman parte del estudio, tres de cada cuatro presentaba algún grado de malnutrición. 

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Otro problema frecuente es la falta de vacunas. Un 80% de ellos estaba protegido frente a tuberculosis, difteria, tétanos y poliomielitis y la mitad había sido vacunado contra el sarampión, pero tan sólo un 18% había recibido la triple vírica. El país de procedencia tiene mucha incidencia en su salud, así como el tiempo que pasen en un centro de acogida
 

Consultas de pre-adopción

El proceso de adopción se pone en marcha cuando los padres entran en contacto con una de las ECAI (Entidad Colaboradora de Adopción Internacional) que se dedican a ello.

Así lo hicieron Ángel y Pilar. Ellos siempre tuvieron claro que querían adoptar un niño, y la adopción internacional les pareció la mejor opción. Así que hace ahora 2 años se dirigieron a la Comunidad de Madrid para informarse. África siempre les había llamado la atención por su cultura, sus gentes y su belleza, así que eligieron Etiopía como lugar de origen de su futuro bebé. Y el pasado 14 de enero, por fin fueron a recoger a su hijo, Ángel Wondimagegn, a Addis Abeba. En ese momento, el pequeño tenía 6 meses. “Durante este tiempo, aparte del papeleo burocrático, lo más duro han sido los ánimos y desánimos, los nervios por la espera… en resumen, la gran tensión psicológica durante todo este periodo”.

Una vez asignado uno de los niños, los padres deben realizar con antelación una consulta médica pre-adopción donde reciban información sobre el estado de salud del niño. Esta evaluación puede servir para identificar la existencia de problemas médicos pasados y presentes, la necesidad presente o futura tratamientos médicos o quirúrgicos y la existencia de factores de riesgo que afectan su desarrollo a largo plazo.

Los aspectos más importantes que deben evaluarse son: edad en que fue institucionalizado, lugar donde ha estado, edad gestacional, tipo de parto, peso, talla y perímetro cefálico al nacimiento, período neonatal, problemas médicos antes y después de ingresar en la institución, diagnósticos establecidos, medicaciones o transfusiones de sangre que haya recibido, inmunizaciones, evaluaciones médicas por especialistas, estudios de laboratorio y evolución del crecimiento y desarrollo.

La revisión de la información disponible de la madre (edad, ocupación, nacionalidad, número total de hijos, localización y problemas médicos, número de abortos, uso de drogas, alcohol y/o tabaco, motivo por el que el niño fue institucionalizado o por el que se le retiró la patria potestad, etc.) también puede servir para identificar factores de riesgo.

Lo más habitual es no disponer de ninguno de estos datos, por eso la revisión de vídeos y/o fotografías del niño resulta útil para identificar retrasos o trastornos del desarrollo, signos o síntomas de enfermedad neurológica y/o defectos genéticos.

“En nuestro caso –explica Ángel- no fue necesario acudir a la consulta de pre-adopción, ya que el informe médico que nos enviaron del niño era perfecto”. “Los primeros tres meses –puntualiza Pilar- estuvo con su madre y hasta los 6 meses estuvo en la casa de transición (casa cuna) de la ECAI Cielo 133, por lo que realmente estuvo muy bien atendido, por ese motivo se encontraba perfectamente de salud”.
 

Estudio del Hospital Carlos III

Recientemente, el Servicio de Pediatría del Hospital Carlos III de Madrid, publicó un estudio sobre el estado de salud con el que llegan a España los niños procedentes de la adopción internacional.

El estudio analizó a 637 niños, de los cuales el 69% procedían de países asiáticos; el 18%, de Europa del Este; el 8%, de Latinoamérica; y el 5%, de África. Tres cuartas partes eran niñas y la edad media de los menores en el momento de la adopción fue de 27 meses. Su tiempo medio de permanencia en acogida fue de 19 meses y nueve de cada diez habían permanecido en orfanato.

“En general –explica la Dra. Cilleruelo, autora del estudio- el estado de los niños es bueno. Hay variaciones dependiendo del lugar del que vengan. Uno de los mayores problemas con los que llegan es la malnutrición, niños que vienen con peso bajo para su edad. Y cuanto más tiempo pasen en las casas de acogida, mayor riesgo de padecer esta situación. Ahora lo habitual es adoptarlos muy pequeñitos, la media de edad son los 2 años, por eso vienen con un estado de salud bastante aceptable. Hace años, ahora eso ya no lo vemos prácticamente, venían niños de India mayores de 10-11 años en muy malas condiciones”.

En cuanto a las vacunas, un 80% de ellos estaba protegido frente a tuberculosis, difteria, tétanos y poliomielitis. Asimismo, la mitad había sido vacunado contra el sarampión, aunque tan sólo un 18% había recibido la triple vírica (paperas-sarampión-rubéola).

“Esto es así –puntualiza Cilleruelo- porque la mayor parte de los países de procedencia son países de bajos recursos económicos, en los que los sistemas de vacunación suelen estar financiados por la OMS, quien suministra sólo las vacunas esenciales: difteria, polio, tétanos, hepatitis y sarampión. La triple vírica no está entre ellas, por lo que muy pocos niños reciben esta vacuna. Antes, como los informes médicos que traen los niños no son 100% fiables, les vacunábamos de todo por si acaso. Por eso decidimos hacer este estudio, para comprobar qué vacunas es necesario poner (la triple vírica entre ellas) y cuáles no, ya que la mayor parte ya está protegida contra esas enfermedades. Las vacunas recibidas también dependen del país de procedencia”. Así, por zonas geográficas, los menores de Europa del Este mostraron de forma global la mayor tasa de protección, con porcentajes similares a los de la población infantil española, excepto para sarampión, parotiditis y rubéola. En orden decreciente de protección siguen India, Latinoamérica y China, y con una baja protección vacunal figuran aquellos procedentes de países africanos, Nepal y Haití.

Además, tres de cada cuatro menores presentaba algún tipo de malnutrición y, de ellos, el 16% sufría una malnutrición severa. “Depende en gran parte del país de procedencia –explica la Dra. Cilleruelo-, el tema de la malnutrición es más frecuente en niños de la India y de Europa del este, mientras que los que vienen de América Latina o de África están mejor alimentados”.

En lo relativo a las enfermedades infecciosas importadas, no hubo ningún caso de infección por VIH, hepatitis C o sífilis. En 28 niños se comprobó infección por virus de la hepatitis B, que evolucionó en nueve de ellos a hepatitis crónicas, mientras que tres de cada cuatro menores estaban vacunados frente a este virus. Además, fueron diagnosticados de infección tuberculosa latente 70 niños (11%), de los cuales ocho desarrollaron la enfermedad. Por otro lado, el 19% de los niños presentó parásitos intestinales patógenos. Algunas de ellas son más frecuentes en Europa del Este, otras en la India… por eso su salud depende mucho de la zona de origen.

Ángel Wondimagegn es uno de estos niños bien atendidos, que llegó a España sin problemas de malnutrición. “Venía en perfecto estado y ya tenía algunas vacunas puestas, ahora le acaban de poner las que le corresponden a su edad” –explican sus felices papás.
 

Estadísticas 2006

Niños adoptados en España procedentes de otros países: 4.500

Asia: 2.000

China: 1.759

Europa Este: 1.500

Rusia: 1.290

América Latina: 500

África: 480

Etiopía: 304

Colombia: 260

Ucrania: 181


Post-adopción

“En la post-adopción –dice la autora del estudio- los padres vienen ya con el niño, hacemos una primera consulta, vemos toda la documentación que tienen, los informes o antecedentes cuando existen, hacemos una exploración completa y las pruebas que sean pertinentes. Vienen ese día y luego otro a ver los resultados. Si hay algún problema, los ponemos en tratamiento y luego les volvemos a ver al cabo de 2 o 3 meses para ver cómo va todo. Si la evolución es buena, les damos de alta a la 2ª o 3ª consulta. En general, no suelen venir más de un par de veces, procuramos que pasen enseguida al pediatra de cabecera, que será ya quien se encargue de él”.

Lo único que no se lleva a cabo es un análisis psicológico. “Pensamos que no todos los niños lo necesitan, quizá los mayores, aquellos que hayan estado más tiempo en centros de acogida o en peores condiciones, pero la mayoría son muy pequeños y no recordarán nada de su vida anterior. Lo que necesitan es que les quieran y les cuiden. Lo que sí notamos habitualmente es que a la primera consulta vienen con cara triste, son introvertidos, pero cuando les vemos al mes o así ya han cambiado, están felices y contentos”.

“Teníamos conocimiento de que el Hospital Carlos III se ocupa de hacer la revisión de los niños procedentes de países africanos –nos dicen Ángel y Pilar-, y a los diez días de estar en Madrid ya teníamos cita con la pediatra de este hospital.

Ahora nuestro niño está estupendo, creciendo, engordando y aprendiendo cada día. Como era tan pequeño, se ha adaptado sin ningún tipo de problema y nosotros estamos encantados de verle tan feliz. Esta ha sido la mayor y más enriquecedora experiencia de nuestra vida, estamos muy felices y encantados con Ángel Wondimagegn, nos sentimos muy orgullosos de haberlo hecho. Y a todos aquellos que estén pensando en adoptar, les animamos a que lo hagan porque podemos asegurarles que es maravilloso, aunque el camino es largo, y para los que hayan iniciado los trámites, felicitarles y darles la enhorabuena”.


Fuentes:

Consejería de Familia y Asuntos Sociales

Dra. Mª José Cilleruelo, pediatra del Hospital Carlos III. Ángel Cuenca y Pilar Quintano.

Fecha de actualización: 22-05-2020

Redacción: Irene García

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