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Efectos de los antibióticos en niños

Efectos de los antibióticos en niños

Los antibióticos son un tipo de medicamento que puede matar a las bacterias o inhibir su crecimiento y así curar las infecciones. Pero su uso incorrecto en los últimos tiempos está provocando unos efectos perjudiciales para la salud, especialmente en los más pequeños.

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Indice

 

¿Por qué es peligroso el uso excesivo de los antibióticos?

Los antibióticos son medicamentos recetados que ayudan a tratar las infecciones causadas por bacterias como los streptococcus pneumoniae, staphylococcus aureus, tanto en niños como en adultos. Esto significa que no son útiles para tratar una infección vírica, por lo que no se deben tomar ante una infección causada por un virus ya que no son efectivos y, además, pueden causar diversos problemas.

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes. Éstas pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico. Las bacterias resistentes podrían llegar a ser inmunes frente a cualquier antibiótico conocido.

Se dice que una bacteria ha desarrollado resistencia cuando un antibiótico específico pierde su capacidad para eliminarla o para detener su crecimiento. Las bacterias resistentes sobreviven en presencia del antibiótico y siguen multiplicándose, prolongando la enfermedad e incluso causando la muerte.

 

¿Quién puede prescribir un antibiótico y en qué casos?

- Los antibióticos no curan infecciones causadas por virus, como el resfriado común o la gripe, únicamente son eficaces para combatir las infecciones bacterianas.

- El diagnóstico correcto y la decisión respecto a la necesidad de administrar antibióticos son competencia exclusiva de los médicos, por ello se han de seguir siempre las indicaciones del médico y tomar los antibióticos cómo y cuándo él lo indique.

 

Uso de antibióticos en niños

El mal uso y abuso de los antibióticos, así como la resistencia a los mismos, es un problema de especial importancia en pediatría. En los primeros años de vida se concentran la mayoría de las infecciones respiratorias, cuyo origen es fundamentalmente viral y no son susceptibles, por tanto, de recibir tratamiento antibiótico.

En los cinco primeros años de vida se produce la mayor exposición innecesaria a antibióticos de toda la población general. Así, en los últimos años, la resistencia global a la penicilina, en neumococos productores de meningitis y septicemias fue del 45,6% en niños menores en comparación con el 29,2% de la población. Además del problema de la resistencia a antibióticos, los antibióticos, como todos los fármacos, tienen potenciales efectos secundarios y es importante ser consciente de cómo estos efectos pueden afectar al niño.

El uso de estos fármacos se está convirtiendo en una práctica cada vez más generalizada, por ello los organismos mundiales que velan por la salud están generando programas y divulgando información científica sobre el uso racional de antibióticos.
 

Los efectos secundarios de los antibióticos en los niños

La mayoría de los antibióticos suelen causar malestar estomacal, así como otros efectos secundarios gastrointestinales como náuseas a vómitos, pasando también por la diarrea. Para evitarlo, se pueden tomar protectores estomacales con probióticos. Este efecto es más habitual en las penicilinas.

Además, los efectos secundarios en el estómago causados por la amoxicilina y la doxiciclina pueden reducirse si se consume algún alimento con ellos. Sin embargo, no funciona con todos los antibióticos. Por ejemplo la tetraciclina debe ser consumido con el estómago vacío.

Otro posible efecto secundario es la fiebre, que puede presentarse como consecuencia de un efecto secundario negativo, o debido a una reacción alérgica. En cualquier caso, es más común con los siguientes antibióticos: minociclina, sulfonamidas, betalactámicos y cefalexina. Si no desaparece en 24 o 48 horas, se debe consultar al profesional de pediatría.

También pueden causar fotosensibilidad, es decir, sensibilidad a la luz ultravioleta del sol. Cuando se toma un antibiótico, como la tetraciclina, es posible que el cuerpo se vuelva más sensible a la luz, por lo que aumenta el riesgo de quemaduras o de daño ocular. La fotosensibilidad suele desaparecer al acabar el tratamiento.

Si esto le ocurre, debes extremar las precauciones con el sol, usando crema, sombreros y gafas.

Por último, la dermatitis del pañal suele ser un efecto secundario común tras la ingesta de antibióticos. Esta dermatitis puede hacer que la piel del bebé se enrojezca, escame y duela. Cámbiale el pañal más a menudo y aplica vaselina o cremas con óxido de zinc para proteger la piel y aliviar los síntomas.


Fuentes:

"El peligro de abusar de los antibióticos" https://kidshealth.org/es/parents/antibiotic-overuse-esp.html

Centros para el control y la prevención de enfermedades, "Tome conciencia sobre antibióticos" https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/antibioticos/index.html

Fecha de actualización: 21-03-2022

Redacción: Irene García

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