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Dolor de espalda en los niños

Dolor de espalda en los niños

Distintos aspectos de la vida escolar, como la práctica de deporte, el peso del material escolar, el método con el que se cargue y la duración de su transporte, así como el mobiliario y las malas posturas adoptadas en clase son, entre otros, factores que influyen en el dolor de espalda de los escolares.

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Índice

 

Causas del dolor de espalda en niños y adolescentes

El presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), José Antonio Martín Urrialde, advierte de que las malas posturas adquiridas en la infancia y la adolescencia y mantenidas en el tiempo pueden ser causa de patologías de columna en la edad adulta.

El presidente del Consejo recuerda que el hecho de que el 50% de los adolescentes de 15 años hayan sufrido de dolor de espalda en alguna ocasión “es una realidad preocupante por la que los profesionales sanitarios estamos trabajando”.

El dolor de espalda en los niños puede localizarse a nivel cervical, torácico o lumbar (lumbalgia), en ocasiones irradia hacia los hombros y las nalgas y sólo en raras ocasiones se irradia hacia las extremidades.

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Su frecuencia aumenta con la edad: lo presentan un 10% de los niños de 10 años y su frecuencia aumenta hasta un 70% al final de la adolescencia.

Otras causas son lesiones por esfuerzo repetitivo causadas por entrenamientos intensivos de ciertas prácticas deportivas como la gimnasia o el baile.

El sedentarismo también puede causar dolor de espalda, ya que se debilitan los músculos de la espalda.

La obesidad o la escoliosis (una curvatura grave de la columna vertebral) son otras causas de dolor de espalda, sobre todo al llegar la adolescencia.

La espondilosis (debilitamiento de los puentes óseos que unen las vértebras) puede causar dolor lumbar que empeora con la actividad y frecuentemente es difícil de detectar con un examen físico. Si se sospecha espondilosis o espondilodiscitis, las radiografías o la resonancia magnética de la columna vertebral pueden ayudar. En general precisa sólo tratamiento sintomático y sólo en muy raras ocasiones precisa cirugía para unir ambas partes de la vértebra.

La segunda causa más frecuente es la cifosis de Scheuermann, que consiste en un aumento de la curvatura anterior de la columna (cifosis), de características rígidas y que afecta generalmente a la región torácica. Se produce por un trastorno en la osificación de las vértebras y el tratamiento depende del grado de curvatura: en casos leves se trata con fisioterapia de estiramiento y en casos más severos con corsés especiales; sólo casos muy severos pueden requerir una cirugía correctiva.

Otras causas de dolor de espalda de tipo orgánico son las infecciones, un tumor, la hernia discal, los trastornos reumáticos. Su incidencia, sin embargo, es muy baja.


Cómo prevenir el dolor de espalda en niños

Mantenerse activo, evitando estar mucho tiempo sentado, hacer ejercicio de forma regular y tener una correcta higiene postural “son consejos básicos para proteger la columna de los más pequeños”, según Martín Urrialde.

Además, incide en que la actividad física es “indispensable para que la columna vertebral y el sistema muscular se formen adecuadamente en etapas de crecimiento”. La práctica deportiva realizada de forma periódica reduce sensiblemente el riesgo de sufrir dolores de espalda.


Medidas de higiene postural para escolares

- Tener buena actitud en clase

- La espalda debe estar bien apoyada en el respaldo

- El mobiliario debe estar adaptado a la altura del niño

- El peso de la mochila no debe ser elevado. Se recomienda que no supere el 10% del peso corporal del niño. La mochila además debe ser con bandas anchas y acolchadas, colgadas en los dos hombros, cerca del cuerpo y ni muy altas ni muy bajas.

- Los carritos escolares pueden ser una alternativa para no soportar tanta carga de peso en la columna. No obstante, su transporte inadecuado y prolongado también aumenta el riesgo de dolor de espalda y no hay estudios que justifiquen su uso para evitar el dolor de espalda.
 

¿Cuándo consultar al profesional de pediatría?

- Si el dolor es persistente o empeora.

- Si aparece junto a otros síntomas como fiebre o pérdida de peso.

- Si el niño tiene dificultad para mover una extremidad.

- Si aparece entumecimiento u hormigueo en una extremidad.

- Si hay pérdida del control de la vejiga o de los esfínteres.

- Si el niño cambia la forma de caminar.


Fuente:

José Antonio Martín, presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE)

Stuart L.Weinstein. The Pediatric Spine: principles and practice. Second ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2001.

Fecha de actualización: 16-03-2022

Redacción: Lola García-Amado

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