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¿Cuáles son los problemas más comunes en los pies de los niños?

¿Cuáles son los problemas más comunes en los pies de los niños?

El cuidado de los pies y las visitas periódicas al Podólogo a partir de los 4 o 5 años es básico para el cuidado adecuado de los pies, aunque no se sufra ningún tipo de alteración manifiesta. Pero entre estas, ¿cuáles son las más comunes?

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Índice

 

Un estudio de 2016 del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP) establecía que, entre 600 niños estudiados, unos 200 tenían algún tipo de afección que requería que visitaran a un Podólogo. Es decir, un tercio de los niños estudiados tenían algún tipo de afección (papiloma, pie plano, hongos…) o requerían algún tipo de atención específica de medicina de un profesional de podología.

En general, se recomienda la primera visita al Podólogo a los 4 o 5 años de edad, para ver cómo se ha ido constituyendo el pie. Además, es conveniente que observes, además de la salud y estado de sus pies, su marcha (es decir, cómo anda), para poder detectar cualquier problema o distasia salvable cuanto antes.
 

Principales afecciones podológicas de los niños

- Pies planos. Es la falta o escasez de arco en la planta del pie. Es muy frecuente en niños entre 3 y 5 años, cuando los tejidos son más blandos. La forma normal del pie se va adquiriendo entre los 6 y 10 años. Hay dos tipos: pie plano flexible (el más común) y pie plano rígido y no siempre requiere tratamiento. En caso de tratamiento, rehabilitación y cirugía.

Se ha demostrado que el uso de calzado es un factor que predispone a la no formación del arco del pie, por eso se recomienda que los niños vayan descalzos la mayoría del tiempo, ya que favorece el desarrollo de la musculatura del pie.

- Pies cavos. Es, por así decirlo, lo opuesto al pie plano. Se trata de un pie con un arco excesivo. Se manifiesta con dolor en la zona del arco (muy tensa) y el talón. 

El pie cavo no requiere tratamiento específico de ortopedia, a menos que durante la adolescencia se asocie a dolor con dificultad para el calzado, en cuyo caso se indica un calzado cómodo, uso de plantillas o rehabilitación física.

- Pies valgos o pies varos. Son dos tipos de alteraciones distintas que provocan la desviación del talón y la pisada hacia fuera -que sería un pie valgo-, o hacia dentro -un pie varo-. Son niños que caminan apoyando el borde interno (pie valgo) o externo (pie varo) del pie.

El diagnóstico puede hacerse desde la semana 20 de gestación. Al nacer es evidente la deformidad, hacia adentro y en punta, y puede ocurrir en uno o en ambos pies.

Una vez diagnosticado, el tratamiento debe realizarse de inmediato, los primeros días de vida, ya que a esta edad los huesos de los pies son moldeables y con gran capacidad de remodelación. Se realiza a través de  la colocación semanal de yesos correctivos, la llamada técnica de Ponseti, para ir moldeando el pie.

- Pie talo o talo-valgo. Es una deformidad del pie en la que el recién nacido presenta los pies doblados hacia arriba, de tal manera que el pie puede tocar la parte antero-inferior de la pierna (Pie Talo). Si además de esto, la deformidad incluye desviación del talón hacia afuera, le llamamos pie talo-valgo.

Es una deformidad del pie que se produce debido a la postura del feto dentro del útero, muy común cuando hay poco líquido amniótico (oligoamnios) o cuando el feto es muy grande o viene en presentación de pies o nalgas.

Generalmente el pie talo o talo valgo, se corrige de manera espontánea, aunque hay casos en los que se puede recomendar la colocación de férulas correctivas.

- Rodilla con genu valgo o genu varo. Cuando las piernas forman una X (con las rodillas desviadas hacia dentro) hablamos de rodillas valgas. Cuando las piernas se asemejan a dos paréntesis (con las rodillas desviadas hacia fuera), se trata de rodillas varas.

Cuando los niños empiezan a caminar es común que adopten la posición en las piernas conocida como Genu Varo o piernas arqueadas, pero debe ir desapareciendo.

Por otro lado, las piernas arqueadas o en X se caracterizan porque el niño teniendo las rodillas juntas, sus tobillos están separados. Ambas situaciones son normales, se resuelven de manera espontánea, sin tratamiento y solo se debe sospechar de enfermedad cuando la curvatura extrema, se mantiene pasados los 2 años, afecta a una sola pierna, las rodillas siguen juntas después de los 8 años, la distancia entre los cóndilos femorales es mayor a 3 centímetros.

- Músculo acortado. Se produce sobre todo en la zona del gemelo, cuando el músculo va más retrasado en su crecimiento que el hueso. Produce alteraciones en la marcha y el pie, como, por ejemplo, andar de puntillas.

- Hiperhidrosis. Es una sudoración elevada. Se puede tratar de diversas maneras (en los pies con polvos o fórmulas magistrales) para evitar las molestias que conlleva.

- Dolor en el talón. Las molestias en el hueso del talón (llamado calcáneo) son frecuentes a partir de los 7 años, coincidiendo con el periodo de crecimiento del calcáneo. Una vez que este termina, también acaban las molestias.


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