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Consejos para utilizar bien los antibióticos

Consejos para utilizar bien los antibióticos

Los antibióticos, junto con las vacunas, son uno de los grandes avances de la Medicina que han permitido salvar millones de vidas gracias a su poder bactericida. Sin embargo, a pesar de todos los beneficios de los antibióticos, también pueden resultar perjudiciales si no se emplean correctamente.

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Riesgos del mal uso de los antibióticos

Los antibióticos solo sirven para evitar la reproducción de las bacterias perjudiciales para el organismo o para acabar con ellas, pero no actúan sobre los virus ni sobre los hongos, por lo que su uso solo está justificado si la infección o enfermedad es de origen bacteriano. Cuando se emplean los antibióticos indiscriminadamente se corre el peligro de volver fuertes a las bacterias contra ellos, por lo que pueden dejar de ser eficaces y crearán resistencia a antibióticos, amén de que los antibióticos, a pesar de ser totalmente necesarios en muchos casos, también tienen efectos secundarios más o menos frecuentes como problemas estomacales, por lo que su ingesta habitual puede dañar la flora intestinal e incluso la vaginal en el caso de las mujeres provocando otras molestias.
 

Consejos para un correcto uso de los antibióticos

Por eso se insiste tanto en concienciar a la gente de que solo hay que tomar antibióticos cuando los recete el médico y hacerlo de la manera adecuada para evitar este tipo de problemas:

- Nunca hay que automedicarse. Ni todos los antibióticos valen para todas las infecciones ni valen para todas las bacterias, para cada tipo de enfermedad hay un antibiótico adecuado y debe ser un médico el que lo recete; especialmente si hablamos de niños.

- Sigue las instrucciones del médico tanto en lo que se refiere a las dosis como a la duración del tratamiento ya que un antibiótico mal tomado no hará el efecto deseado y la infección puede reaparecer a los días. Aunque el niño se encuentre mejor, hay que seguir tomándolo el tiempo indicado o la bacteria puede crear resistencia a ese antibiótico y no será útil otra vez.

- Si sobra algo, no lo guardes para otra vez, llévalo a un punto limpio de una farmacia para que lo reciclen.

- Si aparece algún efecto secundario tras la ingesta del antibiótico, no suspendas el tratamiento sin hablar antes con tu médico, que será quien te indique cómo actuar.

- Mantén los medicamentos lejos del alcance de los niños.

- Crea una rutina para no olvidarte de tomarte el antibiótico.

- Recuerda que la mayoría de las infecciones respiratorias no requieren el uso de antibióticos ya que están causadas por virus.

- No hay que recomendar antibióticos a otras personas ni hacer caso de estas recomendaciones, solo el profesional de medicina o pediatría puede recomendarte un fármaco.


Fuente:

Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc)

Fecha de actualización: 07-04-2022

Redacción: Irene García

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