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Cómo cuidar a un niño con rinitis

Cómo cuidar a un niño con rinitis

La rinitis es una inflamación del revestimiento mucoso de la nariz caracterizada normalmente, además, por uno o más síntomas: rinorrea, estornudo, prurito nasal o drenaje post-nasal. Según la evolución, además, la rinitis puede ser crónica o aguda. La rinitis crónica es la que mantiene durante más de seis meses la evolución, y la rinitis aguda es la que dura menos de seis meses. 

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Índice

 

¿Puede tener un niño rinitis?

Por supuesto, aunque lo más común es que lo que el niño tenga es una rinitis alérgica, aunque también existe la rinitis no alérgica y la rinitis atrófica. La rinitis no alérgica es aquella que no causa picazón en la nariz, los ojos y la garganta, y la atrófica, por su parte, es aquella causada por la reducción de los cornetes inferiores provocando una inflamación en la mucosa debido al paso del aire. ¿Y qué pasa con la rinitis alérgica? Este tipo de rinitis es la que, desgraciadamente más padecen los pequeños.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) la define como la rinitis que cursa con obstrucción nasal, mucosidad continua, estornudos y picor de nariz. Pero ¿qué es lo que lo causa? Los pólenes primaverales…

La rinitis alérgica es la enfermedad que se caracteriza por una inflamación de la piel (mucosa) que recubre por dentro de la nariz, y como decíamos, lo más normal es que sean causados por el polen. Sin embargo, y aunque con menos frecuencia, es cierto que esta rinitis también pueda producirse por sustancias que no se respiran como los alimentos o los medicamentos. Esta, no obstante, se puede prevenir cuando se descubre la causa de la rinitis alérgica evitando la exposición a esa causa, y en los casos más concretos se podrá hacer un tratamiento con las vacunas de la alergia.

 

¿Qué pasa cuando el niño ya padece rinitis alérgica?

Cuando aparecen los primeros síntomas de rinitis alérgica, que veremos a continuación, lo que uno debe hacer es suministrar (siempre bajo preinscripción médica) al niño medicamentos o bien en forma de jarabe o con comprimidos (conocidos como antihistamínicos) y, además, por norma general lo ideal es que comiencen a suministrarse una vez comiencen los síntomas.

 

Síntomas más frecuentes de la rinitis alérgica

Lo que la rinitis alérgica suele producir es el taponamiento nasal con sensación de obstrucción y dificultad de la entrada del aire al respirar, mucosidad continua en forma de goteo clarito, estornudos y picor de nariz, aunque lo cierto es que algunos niños manifiestan todos estos síntomas y otros, sin embargo, solo alguno que otro más predominante. Además, en la rinitis alérgica también es frecuente que los niños tengan muchas molestias en los ojos y lagrimeo. Lo más normal es que sea por las noches cuando al niño se le caiga el moco hacia la garganta y le produzca por tanto la tos.

 

¿Cómo pueden saberlo los padres?

Pues bien, lo cierto es que la rinitis alérgica suele ser bastante fácil de identificar porque a causa del picor, los niños comenzarán a hacer gestos con la nariz, los labios, la cabeza, etc. Y, además, el taponamiento nasal y la inflamación hará también que el niño tenga que respirar sí o sí por la boca teniendo la boca abierta. Esto causará los ronquidos en el niño, la falta de olfato e incluso el dolor de cabeza. También es posible que muchos niños tengan picor de oídos y de paladar y que incluso sangren por la nariz.

 

¿Cuándo lo consultamos con el pediatra?

Si los padres comienzan a ver estos síntomas es normal que se preocupen y que se pregunten cuando sería el momento en que hay que llevar al niño al pediatra. Esto debe hacerse, por tanto, cuando los síntomas sean bastante molestos e incluso hagan muy incómoda la vida normal del niño en el colegio, por ejemplo, o en el deporte o actividad física que realice y en su sueño. También sería necesario acudir al pediatra con el pequeño si la situación se alarga demasiado en el tiempo o si existe la percepción de que pudiera ser alérgico a alguna determinada sustancia.

Hay que recordar lo fundamental que es comenzar con el tratamiento cuanto antes con el fin de evitar la inflamación que se produce en la nariz y que además provoca hiperreactividad nasal. Dicha hiperreactividad lo que hará es que la mucosa nasal reaccione bruscamente frente a, por ejemplo, virus, frío o cambios de temperatura, que en los menores de cuatro o cinco años pueden confundirse a veces con catarros al contar con síntomas bastante parecidos. Se trata, quizás, del grupo de edad donde más complicado es diferenciar los tipos de rinitis. Por ello, lo mejor es acudir al pediatra cuanto antes para que sea él quien nos diga qué es exactamente lo que tiene el niño.


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