¿Cada cuánto debe un niño visitar al doctor?

Índice

• Primeras visitas al pediatra del bebé
• ¿Cada cuánto son las visitas de los 6 a los 11 años?
• No te olvides de las visitas al odontólogo
• Otros especialistas a los que debes visitar con tu hijo

Primeras visitas al pediatra del bebé

El primer examen médico del bebé es lo que conocemos como el Test de Apgar, en el que se valora la frecuencia cardiaca y la respiración del bebé, su tono muscular, el color de su piel y también su respuesta a los estímulos externos. Y, más o menos, hasta los dieciocho meses las revisiones de un niño sano en Atención Primaria se pautarán cada dos o tres meses. A partir de los dos años esto varía.

En el caso del pediatra, por ejemplo, que es el médico especialista en pediatría y que estudia al niño y sus enfermedades, las revisiones serán cada cierto tiempo. La pediatría es la especialidad que abarca en realidad desde el nacimiento del bebé hasta la adolescencia, es decir, hasta los dieciocho años, aunque dentro de ella se pueden ir distinguiendo varios periodos: recién nacido (cero-seis días), neonato (siete-veintinueve días), lactante menor (uno-doce meses de vida), lactante mayor (uno-dos años), preescolar (dos-cinco años), escolar (seis-doce años), preadolescente (diez-doce años) y adolescente (doce-dieciocho años).

El primer contacto con el pediatra será 10 días después de haber nacido, en el que además de las exploraciones físicas, se dará a los padres también unos consejos para crear unos hábitos de vida saludables y un ambiente positivo. Se le seguirán tomando las medidas que ya se tomaron al nacer (peso, talla y perímetro craneal) durante el primer año. También se le volverá a realizar la exploración física completa que hizo el pediatra hospitalario, se mirará el fondo del ojo del bebé, y el pediatra hará un ruido fuerte para comprobar que el bebé reacciona al estímulo. Cuando el bebé cumpla dos meses se volverá a medir y pesar, se comprobará el oído y sus reflejos y, además de los aspectos físicos, se examinará si responde o no a los estímulos. Por último, a los dos meses también se le deberán administrar las vacunas según el calendario de cada comunidad autónoma.
 

¿Cada cuánto son las visitas de los 6 a los 11 años?

A partir de los seis años (y hasta los once) los niños comienzan ya a desarrollar su carácter y autonomía. También comienzan a tener ideas propias, y a pesar de que los amigos son importantes, vosotros, sus padres, sois sus referentes principales y por eso es importante que tengáis en cuenta que a partir de esta edad deberíais llevarle al pediatra si presenta signos de desarrollo sexual antes de los ocho años, si sospecháis que podría tener un déficit de atención o dificultades escolares, si todavía sigue mojando la cama, si no oye o no ve bien, si no está bien vacunado o si tiene retraso de talla o exceso de peso.

En definitiva, las visitas al pediatra serán a los siete y quince días, al mes, a los dos meses, a los cuatro, a los seis, a los nueve, a los doce, a los quince, a los dieciocho, a los dos años, y a partir de los dos años una vez al año o cada dos.
 

No te olvides de las visitas al odontólogo

Recordad también que la salud bucodental de vuestro hijo es importante. Tal y como afirma, además, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid “el cepillado y la higiene bucal es importante incluso en niños muy pequeños”. Por ello, los padres y madres deberán introducir los hábitos de higiene oral lo antes posible, pero ¿cada cuánto tiempo debéis llevarle al dentista?

Según vayan saliendo los dientes debéis ir adaptando el cepillo en función siempre de las necesidades de vuestro hijo, aunque el cepillado siempre deberá ser realizado por vosotros hasta que el niño sea capaz de cepillarse por sí mismo. Para hacerlo de manera adecuada optaréis por situaros detrás del niño frente a un espejo inclinando su cabeza hacia atrás, y siempre seguir un orden para no olvidar ninguna parte de la boca y limpiar sus dientes por todas sus caras.

La primera revisión dental del pequeño será cuando la dentadura de leche esté completa, que será, aproximadamente, a partir de los tres años, y una vez se pase este primer control, si no se detectan problemas, las revisiones deberían pactarse cada seis o doce meses. En esta primera visita se crea el historial médico y se revisan si existen caries del biberón. También se evalúan posibles problemas o alteraciones del crecimiento en forma de maxilares. Además, también es importante aquí recodar a los padres y a las madres de estos niños tan pequeños la instauración de buenos hábitos de higiene para el niño, el control de la ingestión de azúcares y la administración del flúor.

A partir de los seis años (y hasta los once) los niños deberían cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental y de forma eficaz, aunque siempre habrá que supervisar a los más pequeños. También se recomienda que sean vistos por un dentista a los seis años. Ahí se valorarán sellados, ortodoncias y fluoraciones. Evitar en la medida de lo posible que coman algo tras el cepillado dental nocturno, vigilar que no se chupen el dedo y, sobre todo, que a esta edad ya no usen chupete.
 

Otros especialistas a los que debes visitar con tu hijo

El pediatra, el dentista… nos olvidamos de algo ¿verdad? Por supuesto, nos olvidamos del oculista u oftalmólogo, y que antes de saber con qué frecuencia debe el niño acudir a este especialista primero debéis saber diferenciar uno de otro ya que el oculista es un profesional que se especializa en trastornos de la visión, pero la oftalmología está asociada concretamente a las patologías vinculadas con las enfermedades que pueden desarrollarse en los ojos. Por eso precisamente los niños cuando son pequeños no deben ir al oculista, sino al oftalmólogo, de hecho, será él quien revise su vista puesto que el retraso en el diagnóstico de patologías oculares puede tener graves consecuencias tal y como afirman los expertos de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

Los niños pueden tener las patologías oculares de adulto, aunque las más frecuentes son la aparición del estrabismo o ambliopía (esta última se refiere a la desviación o desalineación de un ojo y se conoce como “ojo vago”). En ambos casos, el diagnóstico y el tratamiento precoz antes de que el ojo complete su evolución permiten que el trastorno desaparezca cuando uno es adulto. Alguna de estas patologías puede aparecer incluso antes de los seis meses de vida. Por tanto, la visita al oftalmólogo es fundamental. Pero ¿cuándo y con qué frecuencia deben acudir los más pequeños? Pues bien, su incorporación al colegio representa el inicio de un nuevo año escolar y también un avance importante en sus vidas. Por eso, cuando lo vayan a comenzar podría ser una oportunidad perfecta para que un oftalmólogo realice una revisión ocular completa del niño. Recordemos que alrededor del 20% de los niños en edad preescolar y escolar puede presentar problemas de visión y, tal y como afirman los expertos, “es uno de los muchos factores que podría influir en su educación”, al igual que podría suceder con el resto de los factores (enfermedades, infecciones, etc.) si no los vigilamos de cerca. Hay que tener en cuenta siempre, por tanto, las visitas y las revisiones que deben seguirse con cada uno de los especialistas a lo largo de todo su crecimiento. La salud de los más pequeños es fundamental.