Miedo infantil como patología

Índice

• El miedo en la infancia
• Los primeros miedos
• ¿Qué pasa cuando el miedo infantil se convierte en fobia o patología?
• ¿A qué es debido?

 

El miedo en la infancia

El miedo es una desagradable sensación que muchos niños experimentan, sí. Porque la infancia es una etapa en la que los niños van a experimentar, sin duda, multitud de nuevas sensaciones y sentimientos, además de tener también la oportunidad de conocer todo lo que les rodea. La oscuridad, los animales o las alturas son algunas de las cosas que más comúnmente suelen asustar a los niños pequeños. Estas, con el paso del tiempo van cambiando y normalmente a medida que uno va creciendo se va dejando de temer. Sin embargo, otros muchos miedos se convierten en fobia, en enfermedad, pero ¿por qué? ¿cuál es el origen del miedo? ¿por qué surge?

El miedo se manifiesta de varias maneras, pero es cierto que existen señales fisiológicas que todas las personas sufren. Estos síntomas son la aceleración del ritmo cardíaco, la tensión muscular, la sudoración en exceso, las náuseas, los temblores, la sequedad bucal y de garganta, las dificultades para respirar, el aumento de la presión arterial, el erizamiento del cabello y la dilatación de las pupilas. No se tienen que presentar todos los síntomas a la vez, pero si lo hacen es que realmente se está sintiendo mucho miedo. De igual manera, si esta sensación se prolonga en el tiempo provoca otros síntomas peores como insomnio o pérdida del apetito.

 

Los primeros miedos

Los primeros miedos pueden aparecer a partir de los seis meses de vida de un bebé. Por lo general, estos miedos están relacionados a su vez con su propio desarrollo, por ejemplo, comienzan a tener miedo a los extraños, lo que indica su capacidad de distinguir entre lo desconocido y lo cercano. Y cuando llegan a los 6 años los miedos evolucionan y se vuelven más realistas, como el miedo al médico. Y, cuando llega la preadolescencia, tienden a estar más relacionados ya con las críticas o el rechazo.  Sin embargo, hay muchos niños que sufren este miedo (del tipo que sea) continuamente, tanto que se acaba convirtiendo en patología.

Lo primero que los adultos deben saber es que el miedo es una emoción que desata un sentimiento siempre de alerta y nerviosismo al que el cuerpo suele reaccionar ante un determinado peligro inminente. El miedo viene dado por el instinto básico y a pesar de que tiene como fin facilitar la adaptación al medio muchas veces puede acarrear otras consecuencias no tan buenas. Otra de las cosas que han de tener en cuenta los padres y las madres de estos niños es que jamás deberán quitarles importancia a los miedos de sus hijos porque a la larga lo único que se conseguirá con ello es que empeoren y se conviertan en fobias. Por tanto, se ha de dejar claro que jamás habrá que ridiculizar a los niños sino simplemente mostrarles nuestro apoyo y ayudar a que lo superen. Para ello también es importante que los adultos mantengan una buena comunicación con sus hijos, hablar sobre sus posibles preocupaciones y ser comprensivos. Jamás se les obligará a los niños a superar sus miedos. Además, una situación forzada lo único que puede provocar es un trauma.

 

¿Qué pasa cuando el miedo infantil se convierte en fobia o patología?

La fobia es un trastorno psicológico, una enfermedad, una patología por lo que es importante saber diferenciar siempre las fobias de los miedos infantiles, pero ¿cómo lo haremos? La fobia es lo que se produce cuando el miedo es demasiado intenso y desproporcionado, cuando este es capaz de controlar al niño impidiéndole dominar en determinadas situaciones, aunque para diferenciarlos mejor es importante tener en cuenta dos señales de alarma que nos advierten de que, efectivamente se trata de una fobia:

- el miedo infantil interfiere en el funcionamiento diario del niño convirtiéndose a su vez en un obstáculo para su día a día.

- la fobia se diferencia del miedo en su mayor intensidad y frecuencia.

 

¿A qué es debido?

Las fobias específicas son un temor abrumador e irracional a objetos o situaciones que plantean un peligro real al niño, pero que a su vez crean ansiedad y conductas de evitación. Pero ¿cuáles son las causas de las fobias infantiles? Pues bien, lo cierto es que no hay en realidad un único mecanismo responsable de estas fobias específicas infantiles. Sin embargo, sí existen varias causas que podrían estar relacionadas con la aparición de este tipo de fobias y que es importante conocer.

- experiencias negativas. Muchas de las fobias aparecen como consecuencia de una experiencia negativa anterior.

- genética y medioambiente. En muchas ocasiones la fobia puede ser la misma que la del padre o la madre pues es posible una vinculación entre ambas fobias por factores genéticos o diferentes conductas aprehendidas.

- función cerebral. Los diferentes cambios en la actividad cerebral del niño también pueden desempeñar un rol en el desarrollo de estas fobias.