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Cómo introducir a tu hijo en la música

Cómo introducir a tu hijo en la música

El oído musical es algo que se puede estimular desde la infancia para beneficiarse de los positivos efectos de la música para los niños. Puedes enseñarles desde pequeños a hacer ritmos y jugar con la música.

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Índice

 

Beneficios de la música

El sentido del ritmo y de la música es algo bastante instintivo en las personas. Nadie nos enseña, por así decirlo a sentir el ritmo de una canción. Y, sin embargo, los niños pequeños responden a ella; mueven las piernas, dan palmaditas, se mueven más o menos al ritmo, cantan y tararean…

La música es positiva para los niños desde el momento en que empiezan a desarrollar el oído alrededor del cuarto mes de embarazo. Diversos estudios, de hecho, demuestran que los niños responden positivamente a melodías que se les cantaban cuando aún estaban dentro de la tripa de su madre.

Es una forma, además de enseñarles coordinación corporal. Los niños que tocan algún instrumento muestran una mayor conexión entre ambos hemisferios cerebrales. El cuerpo calloso –la parte del cerebro que conecta los dos hemisferios- era un 25% mayor en los niños que tocaban un instrumento al menos dos horas y media a la semana que los que no, como determinó un estudio de la Harvard Medical School de Boston.

Por esto, es muy positiva para el desarrollo del niño una introducción temprana de los niños a la música, además de una exposición a esta desde que están dentro del útero a través de melodías o canciones.
 

¿Cómo introducir la música en la vida de tu hijo?

- Que sienta la música en el cuerpo. Entre el año y los tres, los niños responden mejor a la música cuando la experimentan de forma activa. Puede que a ti te encante escuchar tus canciones favoritas en el coche o tumbado en el sofá, pero cuando se trate de tu pequeño, busca oportunidades para que tu hijo baile, salte, palmee y se mueva al ritmo.

- Inventa alguna coreografía de manos. Con alguna canción infantil, crea un juego de manos que vaya con la melodía o la letra. Si no se te ocurre ninguna, busca alguna por internet o pregunta a algún niño, padre o madre.

- Anímale a marcar el ritmo. Dale algún objeto como una cuchara de madera e invítale a marcar el ritmo contigo. Puedes ir complicando el ritmo poco a poco, invitarle a marcar un ritmo e imitarle o viceversa, y animarle a golpear en diferentes superficies y combinarlas.

- Juega a hablarle con música. Cuando quieras preguntarle algo, que ordene sus juguetes, o enseñarle palabras nuevas, puedes hacerlo en forma de una cancioncilla. Anímale a usar diferentes tonos, más altos o más graves.

- Empieza por un instrumento simple. No intentes convertir a tu hijo en un nuevo Mozart. Piensa en la música como algo que debe ir desarrollando mientras disfruta con ella. Por eso es mejor empezar por instrumentos sencillos como panderetas o campanas. Ve de ahí a xilófonos, tambores o instrumentos sencillos de viento. Deja que experimente con los sonidos.

- A partir de los 6 años puedes ir introduciéndoles a las notas musicales. Si quieres apuntarlo a alguna clase de música, asegúrate de que es una clase dirigida a niños de su edad, que no supere los 45 minutos. Puedes incluso probar a dar una clase conjunta entre tu hijo y tú, para aprender juntos un instrumento y estrechar vínculos a través de la música.

Y recuerda finalmente que la música para ellos puede ser una perfecta actividad extraescolar. De hecho, existen numerosas actividades extraescolares en las que los niños se divierten y mucho, pero también aprenden un montón.
 

¿Por qué la música no puede ser entonces una actividad extraescolar?

Además, dichas actividades extraescolares facilitan por un lado que las familias puedan compaginar la vida laboral con el cuidado de los niños y también que estos tengan capacidad para aprender diferentes habilidades y se entusiasmen con nuevas actividades.

Es cierto que los niños tienen cada vez más programado su tiempo libre porque además de los horarios escolares cuando estos finalizan las clases están apuntados a miles de tareas extraescolares y actividades. Muchas de ellas como ya veíamos, además de divertirles montón les harán aprender y adquirir muchas capacidades y habilidades que quizás hasta ahora no sabían ni ellos mismos ni vosotros. Y sí, no cabe duda de que la música puede ser muy beneficiosa para ellos.

Los niños pueden acudir a clases extraescolares de música aunque ya se imparta en el colegio como asignatura, y pueden ir a algún centro específico para pequeños y medianos músicos, o a la actividad extraescolar de música que se ofrezca en el mismo colegio aparte y tocar algún instrumento. Luego, quizás, y aunque depende de la escuela y/o centro, podrán dar conciertos y además de aprender a tocar un instrumento adecuadamente, sabrán comprender a la música, ellos mismos se comprenderán mejor y también facilitará las relaciones sociales pues habrá muchos más compañeros apuntados que también toquen algún instrumento. ¿No os parece buena idea para vuestro pequeñajo?

¡Que viva la música!


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