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¿Cómo ayudar a mi hijo si no quiere ir a la escuela?

¿Cómo ayudar a mi hijo si no quiere ir a la escuela?

Independientemente de la edad, si los niños no quieren ir a la escuela es porque algo les está angustiando y, para ayudarlos, será necesario descubrir qué es lo que les ocurre y ayudarlos a que superen esa situación.

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Índice

 

¿Por qué mi hijo no quiere ir a la escuela cuando es pequeño?

Cuando el niño acude por primera vez al colegio, aproximadamente entre los 2 y los 3 años, puede llorar o mostrar ansiedad, esto es normal ya que siente miedo de no ver a sus papás y dejar la seguridad y comodidad de su hogar para acudir a un lugar con niños y adultos que no conocen. En esta situación hay que darle tiempo para que se adapte, explicándole que su estancia en la escuela será por un par de horas y realizará actividades divertidas como jugar con otros niños y que, cuando salga, ahí estaréis vosotros en la puerta esperándolo, “promesa que hay que cumplir”. No os desesperéis ni enojéis ya que esto aumentará su angustia o miedo y mucho menos demostréis que también vosotros estáis sufriendo por dejarlo, ya que suele suceder que quienes transmiten esa inseguridad son los papás, sobre todo si es su primogénito.

Para lograr una mejor adaptación en la mayoría de las escuelas preescolares hay cursos propedéuticos para la adaptación de los niños, en donde asisten un par de horas los primeros días hasta lograr que cubran el horario completo. No se trata de generarles miedo a la escuela y menos aberración al obligarlos, sino de que asistan con gusto y disfruten todas las actividades que realicen, logrando un control de sus emociones ya que será una rutina que se repetirá todos los días. Podemos también, previo a que inicie esta rutina, ayudarlo a que supera la angustia de la separación apoyándonos de los abuelos o tíos para que por un par de horas se queden con ellos y que comprueben que, aunque no estéis vosotros con ellos y se queden en un lugar que no es su casa, no los abandonaréis y volveréis a por ellos. Recordemos que si les enseñamos desde pequeños a controlar sus emociones estaremos desarrollando su autonomía y seguridad.

Hay pequeños que sin mayor problema se adaptan a la rutina escolar y gustan de explorar nuevas experiencias y jugar con otros niños de su edad. Hay pequeños que por cuestiones de organización familiar desde temprana edad asisten a guarderías, por lo que al asistir al preescolar no les generará mayor problema y su adaptación será inmediata asistiendo con gusto a su nueva escuela, pero si el pequeño ya asistía con agrado al colegio y de repente ya no quiere ir más, será importante averiguar qué es lo que le hace sentir incómodo o angustiado. Debemos siempre atender este tipo de situaciones evitando problemas más graves a futuro (inseguridades, miedos, bullying), por lo que debemos hablar con los docentes para saber cómo ha sido su comportamiento o cuál es su rutina para averiguar si existe alguna situación que está generando esa negativa; de ser necesario debemos acudir con los directivos y/o especialistas en conducta infantil.

Las rutinas de los niños que asisten ya al colegio deben ser siempre las mismas para que su adaptación se logre de forma inmediata y permanente: dormir temprano para evitar tener sueño a la mañana siguiente, levantarse temprano y seguir la rutina de higiene, vestirse, desayunar y tener todo listo para ir a la escuela, si es posible desde la tarde o noche anterior mejor porque así no olvidará nada que tenga que llevar al día siguiente y eso le genere algún contratiempo en sus actividades de clases (hábito de la responsabilidad).

En ocasiones, fingen algún malestar para evitar ir al colegio. Debemos asegurarnos de que solo es un pretexto para no asistir y no corramos el riesgo de en verdad enviarlos enfermos a clases. Si cedemos ante un chantaje por flojera o falsa enfermedad lo seguirá haciendo las veces que quiera y, cuando queramos corregir tal situación, tendremos que enfrentar un verdadero berrinche.

La llegada de un nuevo hermanito puede ser la causa de no querer ir a la escuela porque sienten que ya no lo quieren y lo mandan a la escuela para estar solo con el bebé. Hagámosle sentir cuánto lo amamos y dediquémosle tiempo de calidad mientras el bebé duerme o está tranquilo. De esa forma se dará cuenta de que lo seguís amando de la misma manera.

Algunos pequeños no quieren regresar a la escuela después de un periodo vacacional, pero debemos hacerlos que asistan, de lo contrario, lo querrán hacer siempre. Otras veces se ausentan por una enfermedad o por alguna situación estresante en el hogar, como un divorcio o la muerte de un ser querido; piensan que si se ausenta de casa sucederá algo malo (como ya no ver a papá o mamá por divorcio o que alguno de ellos pueda fallecer).
 

¿Qué ocurre en la adolescencia?

Cuando son adolescentes las causas por las que no quieren asistir a la escuela pueden ser por rebeldía o por bajo rendimiento escolar y el miedo a quedar en ridículo debido a su desempeño escolar, por no ser aceptado por sus compañeros, acoso escolar o bullying, depresión, adicciones… será importante que los padres escuchen con atención a sus hijos para que juntos encuentren cómo mejorar la situación. De ser necesario trabajar en conjunto con los maestros y consultar al médico o al especialista en conducta.

La relación entre padres y adolescentes debe ser muy estrecha ya que en esta etapa los jóvenes son vulnerables ante situaciones que no pueden resolver solos por no entender ni ellos mismos qué están sintiendo. Brindémosles alternativas e información necesaria para que superen favorablemente este momento. Recuerda que obligarlos será inútil, con apoyo y comprensión superarán esta etapa y encontrarán en la escuela, maestros y compañeros un aliciente para que por convicción y motivación asistan a la escuela y puedan alcanzar sus metas.

Por último, recordad que no podéis esperar que los hijos se comporten como lo hacías vosotros ya que ellos son únicos e irrepetibles, tendrán sus propias habilidades e intereses, aceptad que no harán lo que vosotros como padres no pudisteis hacer. La clave para el éxito académico de los hijos es guiarlos y fomentar los hábitos del estudio desde temprana edad y recordar que no son una extensión de los padres.  


Fuentes:

DEPARTAMENTO DE EDUCACION DE LOS ESTADOS UNIDOS  OFICINA  DE COMUNICACIONES Y RELACIONES COMUNITARIAS  “COMO AYUDAR A SU HIJO DURANTE LA EDAD PREESCOLAR” Washington, D.C.,2005

CANTON DUARTE, José. CORTES ARBOLEDA, María. El apego del niño a sus cuidadores Psicología y educación. Madrid: Alianza.2000. 

BOWLBY, John. La separación afectiva. México : Paidos, 1993

ANDREW R. EISEN, LINDA B. ENGLER. “Niños que no quieren ir a la escuela: cómo motivar para relacionarse en clase. Editorial ONIRO

TRIXIA VALLE.  “Ya no quiero ir a la escuela” (Cómo combatir el Bullying). Bet Seller. DEBOLS!LLO

MANEL MOLES. “No quiero ir a la escuela”. Editorial Círculo Rojo

Fecha de actualización: 14-02-2023

Redacción: Edgar Corona

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