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Cinco consejos para padres de niños rebeldes

Cinco consejos para padres de niños rebeldes

Educar a tus hijos puede generar angustia, sobre todo cuando no sale como habías planeado. Las actitudes desafiantes de niños rebeldes suelen ser habituales y muchos padres y madres no saben qué hacer al respecto. Este artículo responderá muchas de tus dudas:

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Índice

 

¿Por qué mi hijo no me obedece?

La desobediencia puede deberse a muy diferentes causas, entre otras el estrés escolar, los conflictos entre padres, el divorcio, la hiperactividad, etc.

Estas posibles causas de la desobediencia de un niño pueden estar combinadas, no tiene por qué ser sólo una. A veces el motivo de esta rebeldía es difícil de ver y si dejamos que se prolongue en el tiempo puede llegar a que el niño se sienta infeliz consigo mismo, reducir su autoestima y bajar su rendimiento académico.

Algunas de las causas más comunes por las que un niño deja de obedecer a sus padres son:

- negar la existencia de la autoridad: el niño puede estar queriendo ejercer su autonomía desobedeciendo. Carl Pickhardt, psicólogo, afirma que este acto con el que quieren demostrar independencia es en realidad un acto que demuestra lo contrario.

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ver hasta dónde llegan los límites.

- como mecanismo de defensa: si se siente con miedo o asustado, queriendo probar así si sus miedos por las consecuencias de sus actos son reales o no.

- desarrollo cerebral: si tu hijo llega a la adolescencia es normal que actué de manera desafiante, está aprendiendo a razonar y pensar de manera abstracta.

 

¿Por qué es importante corregirlo?

El pensamiento de que a medida que crezcan este comportamiento desaparecerá es erróneo. Si no se actúa estos niños o niñas que actúan de manera desafiante pueden intensificar su comportamiento a medida que van creciendo, haciendo que sea más complicado corregirlo. Es mejor corregir estas conductas cuanto antes ya que será más efectivo si los niños siguen en etapas tempranas del desarrollo social y cognitivo.

 

¿Cómo consigo educar a mi desafiante hijo?

Empezar a educar desde que nacen es lo mejor, ponerle límites y decirles que se espera de ellos y de cómo esperan que se comporten. Los niños están en continuo aprendizaje y hay cosas que aprenderán de simplemente mirarnos mientras que otras irán aprendiéndolas a base de experimentar, por ensayo y error y otras por aprendizaje directo.

En los siguientes puntos abordaremos 5 consejos sobre cómo actuar si tienes un hijo agresivo.

1- El afecto no solo sirve para consentir a los niños, podemos disciplinar a los niños empleando el afecto como base. El equilibrio entre afecto y autoridad existe y es muy importante.

No utilizar castigos físicos, si se golpea a un niño cuando realiza un comportamiento que no debe estamos reforzando los comportamientos agresivos y negativos. Ellos interpretan que están dándoles un motivo por el que rebelarse y desafiarnos. Cuando se le pega a un niño no se está consiguiendo respeto, se está haciendo que sienta temor. Como alternativa a esto lo mejor es quitarle un objeto que sea significativo o, en su defecto algún privilegio durante un tiempo.

Es importante también que se le explique por qué le estás castigando para que entienda que es una conducta negativa. No vale de nada castigar sin una explicación que le haga entender.

De tal modo que hay que castigar al niño cuando haga algo mal, también debemos premiarle cuando haga algo bien. No tienen por qué ser premios materiales, con demostrarles que se está contento con él y mostrarle afecto le llegará.

2- Las conductas negativas no tienen gracia: hay que evitar reírse de esto porque puede llegar a confundirles y a animarlos a que lo repitan. Que estén realizando algo que no deben no es gracioso. Este es un punto que se le debe explicar a todo el mundo que pase tiempo con el niño ya les que puede confundir la reacción de su cuidador, abuelos, etc. Se trata de un reforzamiento de algo negativo, esto nos perjudicará. Si tomamos algo como gracioso después nos costará que este comportamiento desaparezca.

Lo ideal en este punto es demostrar a los niños que lo que están haciendo afecta negativamente a los padres y tomar una actitud seria en el momento que lo hacen. Sobre todo, lo que no se debe es dejar pasar las faltas de respeto, no se puede permitir que los niños tengan un trato hostil hacia nadie (en especial hacia ellos o las personas cercanas). Este tipo de crianza permisiva no es positiva para ninguna de las partes. El respeto se le debe enseñar desde que son pequeños si no cuando son más mayores se piensan que tienen derecho a expresarse cara a los demás de forma hostil. 

3- No compares a tu hijo con los demás: a todos nos gusta sentirnos especiales, esto incluye a los niños. Los niños necesitan que los adultos importantes para ellos los vean así. Las comparaciones con otros niños pueden hacer que se sientan frustrados. Lo mejor es centrarse en las virtudes de cada niño y evitar comparaciones con otros.

También es importante que se le demuestre que los padres le quieren incondicionalmente, disciplina positiva.

4- Ayúdale con la rutina: las rutinas ayudan a nuestros hijos a controlarse ellos mismos. Con ella aprenden a llevar un orden con lo que tienen que hacer. Sería de ayuda para ellos realizar un cronograma semanal de actividades diarias que el niño tiene que hacer y ayudar a cumplirlo.

5- Pide ayuda si no eres capaz de lidiar con ello: no es ningún signo de debilidad o de ser malos padres no saber cómo actuar ante un hijo rebelde. Necesitar asesoría es totalmente normal, unas pocas sesiones con un psicólogo que te ofrezca unas pautas pueden hacer saber por dónde empezar.

A veces estas sesiones necesitan presencia del niño para observar su comportamiento, pero no es siempre necesario. Ser padre nunca es fácil, no se nace aprendido y consultar algo es señal de que estás siendo un buen padre y de que te preocupas por tu hijo.

Si os habéis dado cuenta de que lo que hacéis no está sirviendo para nada, es hora de contactar con un profesional cuanto antes. Se debe evitar que la situación se prolongue más en el tiempo para reducir las consecuencias que le puedan pasar al niño.

Lejos de lo que pueda pensarse los niños no suelen ser reacios a la idea de ir a terapia psicológica para terminar con los conflictos internos que tienen y habitualmente durante la terapia colaboran de manera positiva con el profesional.


Fuentes:

Centro Psicología Bilbao:https://www.centro-psicologia.com/es/ninos-desobedientes.html

Fecha de actualización: 26-04-2021

Redacción: Sara Tizón

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