Aprender a sonarse la nariz
Sonarse la nariz es la mejor manera de mantener las fosas nasales limpias. Generalmente no es necesario más que en los periodos en los que el niño está resfriado y moquea más de lo normal. Pero mientras sea demasiado pequeño y no participe activamente tendrán que ser sus padres los que se encarguen de esta tarea. En cuanto tenga edad suficiente deberá aprender a hacerlo él solo.
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Sonarse la nariz es un hito en el desarrollo del niño
Cuando el niño no puede hacerlo por sí mismo es recomendable emplear un extractor para sacar las mucosidades de las fosas nasales, con el fin de facilitar la respiración del bebé, evitar molestias, regurgitaciones, toses, infecciones y otros problemas de salud, etc. Hay muchos tipos en el mercado que funcionan con distintos mecanismos. Elige el que os resulte más cómodo a los dos. También se aconseja administrarle baños de suero fisiológico, aplicando en los agujeros de la nariz solución salina o un chorro de agua de mar (especialmente envasada para este fin) con una jeringuilla o con el aplicador del propio envase.
Esta forma de limpiar la nariz es temporal mientras sea todavía un bebé y dependiente totalmente de ti. En cuando crezca no se dejará tan fácilmente y además es conveniente que sea él quien controle y limpie sus secreciones nasales, como un paso más hacia su independencia.
Sonarse es un importante hábito de higiene, autonomía y de salud, que evita molestias e infecciones, por lo que es importante su aprendizaje.
¿Cómo enseñar a un niño a sonarse la nariz?
Alrededor de los 2 o 3 años puede empezar el aprendizaje. Lo que no significa que sus padres o cuidadores dejen de ser los responsables de que su nariz esté limpia. Tardará un tiempo, aunque ya sepa recoger las mucosidades o limpiarse la nariz, en adquirir completamente la destreza y en responsabilizarse de sonarse él solo.
En cuanto creas que ya es capaz, deberás enseñarle a expulsar el aire por la nariz. Explícale que sonarse consiste en una secuencia de 3 sencillas acciones: Soplar, presionar y recoger. Recuerda que los niños actúan por imitación, si te ve hacerlo a ti, le resultará más fácil.
Para ayudarle a soplar mejor con la boca, puedes ayudarte con una pajita, una trompeta, un juego de hacer burbujas...
Luego tiene que aprender a soplar por la nariz con la boca cerrada. De nuevo puedes ayudarte de ejercicios con pajitas, una flauta nasal o splar una pluma solo con la nariz.
Pídele que repita estas acciones para aprender a sonarse:
- Coger y doblar el pañuelo que se va a usar
- Colocar el pañuelo debajo de la nariz y sujetarlo contra ella
- Soplar con la nariz
- Apretar con el pañuelo las paredes nasales para recoger la mucosidad
- Doblar el pañuelo y limpiar con la parte limpia posibles restos
- Tirar el pañuelo a la papelera
- Repetir de nuevo la acción si fuera necesario
- Lavarse las manos al terminar
Al principio deberás guiarle, cogiendo y llevándole la mano hacia la nariz, mostrándole cómo hacerlo. Utiliza la ayuda de un espejo para que pueda verse y repetir la acción.
Aunque requiera de tu colaboración y supervisión para aprender, procura no hacerlo siempre por él. En unos días lo hará solo.
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