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Frutos secos para niños, ¿son peligrosos?

Frutos secos para niños, ¿son peligrosos?

Los frutos secos aportan mucha energía y son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B o minerales como el fósforo y el hierro, pero pueden ser peligrosos para niños pequeños y también son bastante alergénicos, por eso no se recomiendan a menores de 4 años.

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Indice

 

¿Cuándo pueden los niños empezar a comer frutos secos?

A partir de los 2 años puedes darle frutos secos a tu hijo, pero tienes que tener cuidado y dárselos triturados y molidos ya que existe un riesgo muy real de atragantamiento. Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, entre el 70 y el 80% de atragantamientos de niños en España se producen a causa de la ingesta de frutos secos y el más peligroso es el cacahuete o maní. Además del riesgo de asfixia, los trozos aspirados pueden ir al pulmón, lesionándolo. Las cáscaras de pipas, si se tragan, pueden causar apendicitis, y los trocitos pueden llegar al pulmón causando serios daños.

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Hasta los cinco años no se ha desarrollado del todo la dentición, ni la masticación, por lo que los niños no mastican los alimentos convenientemente y pueden ingerir trozos demasiado grandes. Además, la deglución se desarrolla entre los dos y los tres años y el tamaño de la tráquea es el de su dedo meñique. Y si mientras comen están viendo la tele o jugando, más peligro.

Por eso, se aconseja no dar frutos secos hasta los 4 años, y pipas, hasta los 5. Asimismo, existe otro problema con los frutos secos, y es que son muy alergénicos. Pueden desencadenar reacciones cutáneas y respiratorias (urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, reacciones de anafilaxia). Los frutos secos más alergénicos son los pistachos, los cacahuetes y las nueces.

Una vez que el niño sea mayor, los frutos secos son muy beneficiosos pero siempre con un consumo moderado ya que tienen un alto contenido en proteínas y sal que pueden producir sobrepeso. También son ricos en gasas insaturadas, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, fósforo, potasio y hierro.

 

¿Qué hacer si se atraganta?

Si a pesar de todos los cuidados te despistas y el niño se traga un fruto seco, si empieza a toser, a respirar mal, su cara y labios se ponen de color morado, llévalo corriendo a Urgencias de pediatría porque se ha atragantado.

Mientras, colócate detrás del niño para ponerlo de pie e inclinado, con la cabeza más baja que el resto del cuerpo, y con una mano que pase por debajo de la axila sujetándole el pecho. Con la otra mano dale hasta cinco golpes entre los omoplatos, observando si después de cada uno de los golpes el niño expulsa el cuerpo extraño. Si no se produce dicha expulsión, inicia la maniobra de Heimlich.

Para realizar esta maniobra has de colocarte detrás del niño y rodearle la cintura con los brazos. Cierra una mano y coloca el nudillo del pulgar por encima del ombligo, a la altura de la boca del estómago, entre el ombligo y el tórax.

Coge el puño con la otra mano y realiza una fuerte presión hacia adentro y hacia arriba, lo que provocará un aumento de presión en el tórax. Esta presión obligará al aire que queda dentro de los pulmones a salir, arrastrando el cuerpo extraño y ayudando a eliminar el atragantamiento. 
 

 Medidas de prevención

- Enseña a los niños a no meterse objetos extraños en oídos, nariz u otros orificios.

- No le dejes jugar con pilas de botón, objetos pequeños, etc. ni los dejes a su alcance. Tampoco juguetes que sean desmontables o tengan piezas pequeñas.

- Enséñale a masticar bien los alimentos antes de tragarlos.

- Se debe comer bien sentado, nunca tumbado.

- Los niños menores de cinco años no deben comer frutos secos (pipas, cacahuetes, avellanas, palomitas de maíz) ni frutos con hueso (como aceitunas, cerezas).


Fuente:

Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria

Fecha de actualización: 01-03-2022

Redacción: Irene García

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